«Yo no he hecho nada mal y la vergüenza tiene que cambiar de bando»
A escasos minutos de comenzar el juicio este martes, la denunciante de Saül Gordillo ha decidido romper su silencio y dar la cara. Mar, ex redactora de ‘El Principal’ acusa a quien entonces era su jefe de agresión sexual. Por este motivo, Gordillo se sienta hoy en el banquillo. «Yo no he hecho nada mal y la vergüenza tiene que cambiar de bando», ha apuntado la periodista a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Barcelona. Ella pide cuatro años de cárcel para el también ex director de Catalunya Ràdio, mientras que la Fiscalía solicita una pena de multa de 9.000 euros.
El Ministerio público considera que estando ambos en la discoteca Apolo, junto a otros empleados del digital, Gordillo actuó con «ánimo de satisfacer su ánimo libidinoso», aprovechando que la redactora «se hallaba a su lado desde hacía bastante tiempo» para meter «su mano izquierda por debajo del camal del pantalón corto de la pierna izquierda» de ésta, «llegando su mano a la zona genital de la mujer, manteniéndola también breves momentos, tras lo cual la retiró, continuando el festejo entre los concurrentes durante al menos unos doce minutos más, hasta que el acusado abandonó el grupo».
El periodista sostiene que es inocente, mientras que la denunciante ha subrayado este martes que «es la verdad la que nos ha llevado hasta aquí» -en referencia a la celebración del juicio-. Durante su declaración a los medios, también ha dado las gracias a todos aquellos que la han acompañado durante estos dos años. «Confío en la justicia y en que la verdad ganará».
Los hechos se remontan a diciembre de 2022, tras la cena de empresa del equipo del citado periódico, cuando, ya en una discoteca, según los escritos de acusación, Gordillo habría realizado tocamientos a su entonces subordinada. Tras esta primera denuncia, otra redactora formalizó una segunda, también por agresión sexual, la misma madrugada.
Fue sobre las 04.32 de la madrugada cuando, según el auto de procesamiento, Gordillo se ofreció a llevar a la redactora hasta su domicilio en Badalona, ya que le quedaba de paso para volver al suyo. «Cuando se encontraban ambos en el interior del vehículo» de él, en una zona próxima a la casa de la chica, éste «le practicó sexo oral, sin introducción de ningún tipo de miembro corporal ante lo cual, ella le conminó a que parara en su actitud, deponiendo en ésta» él.
Unas relaciones que, Gordillo subraya, fueron consentidas. A pesar de ello, y de que el auto no recoge que el periodista forzase a la redactora, la magistrada entiende que «de lo actuado se desprende que los hechos a que se refieren estas diligencias son constitutivos de delito». La Fiscalía pide para él cuatro años de cárcel en esta segunda causa.