Vuelve a ser un niño en este pueblo de Málaga donde los juguetes tienen un museo especial
Juguetes de 25 países, tebeos de Jaimito o del Capitán Trueno y juegos de mesa tradicionales como El Adivino Mágico o Súper Robot son algunas de las «reliquias» que alberga el Museo del Juguete de España y el Mundo. Ubicado en el municipio malagueño de Cuevas de San Marcos, este espacio único cuenta con 2.300 piezas procedentes de diferentes rincones del mundo, algunas con más de un siglo de antigüedad, y que se renuevan cada mes.
Así, este museo malagueño promete a los niños que lo visiten soñar con la historia; a los padres, recordar su infancia y, a los abuelos, volver a ser niños por unas horas. Permite a los visitantes, de esta manera, realizar un recorrido por la historia de los juguetes tanto de España como del resto del mundo.
«La cultura de la ilusión te hará conocer un aspecto que todos creemos saber: lo que es un juguete. Sin embargo, no puedes imaginar la repercusión de este sector en el mundo y, sobre todo, que nuestro país haya sido el precursor de dicha industria durante un siglo completo. Por ello, conocerás la totalidad de las marcas que nos otorgaron ese prestigio a nivel mundial», comentan en su página web.
Tres salas
El edificio consta de 220 metros cuadrados, es de propiedad municipal y para su puesta en marcha se ha contado con la colaboración de la Diputación de Málaga con la inversión de 42.000 euros gracias al Plan de Asistencia y Cooperación a los Municipios del año 2021, a través del Programa de Suministros Relacionados con la Cultura: equipamientos Culturales y Museos, destinado a la adquisición de mobiliario para el museo.
El museo consta de tres salas. La primera alberga la historia del juguete en España, donde se constata que fue la primera potencia de fabricación de juguetes del mundo durante un siglo. En la misma se encuentran piezas de fabricantes como Mariano Sotorrés, Jimeno Archez, Mediterráneo, Rico, Comercial Ibérica o Denia, entre otros.
Entre los juguetes de esta sala destaca el primer juguete del fabricante Rafael Payá Picó, una moto con sidecar del año 1893. Este espacio alberga también automóviles, barcos, aviones, trenes, naves espaciales, helicópteros, trenes, payasos, animales, cocinitas y proyectores.
La sala dos está dedicada a los juguetes del mundo, con representación de 25 países. Se encuentra Alemania y su colección de soldaditos de plomo, provenientes de la primera fábrica de juguetes de mundo, Hilpert (1870). También hay piezas de fábricas punteras situadas en Francia, Inglaterra, Rusia, China, Japón y España. Así como juguetes de EEUU, Portugal, Checoslovaquia, Italia, Corea, Taiwan, Méxicano, Suiza y Cuba, entre otros.
En esta sala también se repasa la historia de los juegos de mesa españoles, como los Juegos Reunidos Geyper, El Adivino Mágico o Súper Robot, entre otros; así como recortables, entre los que se encuentran los de uniformes militares del mundo, datando algunos de 1864.
La sala tres es más didáctica. Aquí se encuentran un total de 250 tebeos españoles como los de Pedrín Machuca, Polito, Nely, Tuhareg, Jaimito, Capitán Trueno y El Guerrero del Antifaz, entre otros. Y también hay numerosos álbumes de cromos, en el que destaca uno de la Primera Guerra Mundial con 270 cromos de color no permanente y escenas inéditas. Además hay cuentos infantiles, como un centenar de Calleja, y libros de escuelas, institutos y universidad de entre los años 1870 y 1960.
Horarios y precios
El Museo del Juguete de España y del Mundo puede visitarse en horario de lunes a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de 16.30 a 19.30 horas. Los domingos cuenta con un horario de apertura de 10.00 a 14.00 horas. El precio de la entrada es de dos euros y medio si se realiza de manera autoguiada. Pero además es posible realizar visitas guiadas en las que los asistentes pueden interaccionar con los juguetes. El precio de estas visitas es de 5 euros.
Donante
Uno de los protagonistas de este museo es Pedro Pérez el coleccionista e historiador que es propietario de las piezas que se expondrán de forma permanente en este espacio.
Según asegura, le gusta coleccionar cosas desde que era niño. Con ocho años empezó a recopilar objetos relacionados con el aguardiente anisado, la bebida que se producía en Rute, su lugar de nacimiento. Etiquetas, botellas, artes gráficas y todo lo que tuviera que ver con el espirituoso. De hecho, reunió tanto material que le dio para hacer el ‘Museo del aguardiente anisado de Rute y de España‘, que abrió sus puertas en 2015 a la entrada del pueblo y fue el primero de una lista que cada vez se haría más larga.
«Más que coleccionista yo soy un historiador. Me gusta saber lo que tengo, quien lo hizo y a qué generación pertenece», ha comentado por teléfono al medio Escapada Rural. «Quise venir a Cuevas y activar la economía del pueblo mediante el turismo. Hemos empezado con este museo del juguete», ha añadido. Por supuesto, el Museo del Juguete de Cuevas de San Marcos no es el único que existe en España: casi se podría hacer una ruta siguiendo esta temática que pasaría por Ibi, Sant Feliu de Guíxols o Albarracín, por nombrar solo algunas de las «paradas obligatorias».
Preguntado sobre dónde ha conseguido tantas piezas, ha comentado que las fue consiguiendo por diferentes vías: anticuarios, ferias, intercambios con otros interesados en el tema y derrumbes de casas antiguas. «Tenía 14 o 15 años cuando con el boom de la construcción empezaron a derrumbar las primeras viviendas. Mis padres tenían un bar y los capataces que pasaban por allí me informaban de cuándo iban a ser. Allí encontré juguetes llenos de polvo que iban a tirar y que yo he recuperado. Hemos perdido muchísimas cosas que eran nuestro patrimonio y es una verdadera pena», recuerda.
Pero más allá del origen de los juguetes, lo seguro es que en este museo niños y adultos vivirán una experiencia inolvidable.