una vuelta a un mundo entero por descubrir
Destino turístico por excelencia como lo demuestran los miles de visitantes que cada año la eligen, ubicada en un lugar estratégico en el centro peninsular, cerca de grandes mercados, la provincia de Segovia tiene todavía muchos lugares y tesoros por descubrir. Y con una carta que no necesita presentación, pero que sí sirve ‘platos’ quizá menos conocidos, la Diputación acude al gran escaparate del turismo de interior que son en esta ocasión Intur y AR-PA, dos ferias en una en la que mostrar todo su potencial cultural, patrimonial, artístico, de naturaleza y, por supuesto, gastronómico.
Bajo el lema ‘La provincia de Segovia, un mundo entero por descubrir’, el área de Turismo muestra al viajero cómo todavía quedan lugares -y muchos- a los que llegar por primera vez o a los que volver para disfrutar de nuevo. Y con una sugerente campaña de planos rápidos monta un vídeo en el que hace dudar para luego desvelar dónde están realmente. Porque, aunque lo parezca, esos frondosos bosques en los que levantar la vista para encontrar el cielo al fondo de los metros y metros por los que se estiran los pinos no son los de Canadá, por mucho que se le asemejen. En realidad, son los de El Espinar, todo un paraíso natural, a tiro de piedra, y están en la provincia de Segovia. «No es Roma, es Coca», hace despertar al visitante una voz tras la sucesión de planos del castillo de la villa, su emblema y cuna del emperador Teodosio el Grande. Y las cascadas que brotan no son las del Salto del Ángel allá en Venezuela, están mucho más cerca, pues en realidad son las del pinar de Navafría. ¿Y eso que se ve ahí puede ser Arizona? Pues puede, pero en realidad son las Hoces del Duratón, uno de los muchos parajes incomparables, como sus ‘hermanas’ las Hoces del Río Riaza, para seguir recorriendo y descubriendo la provincia. Desde Segovia Sur a la Campiña, desde Tierra de Pinares al Nordeste, las cuatro zonas en las que se divide y todas con un amplio catálogo de recursos turísticos.
Patrimonio natural, cultural, artístico… Siglos de historia los contemplan y conservan, y van añadiendo atractivos para seguir recorriendo y conociendo la provincia de Segovia, donde el arte urbano también se hace hueco. Cual Berlín, el artista Román Linacero, ha hecho de sus murales en las paredes de Nava de la Asunción todo un museo al aire libre. Punto también en el Camino de Santiago, que rumbo a Compostela hace fijar al peregrino la mirada y la parada en hitos como Villeguillo o Pinilla Ambroz.
Recorrer el tiempo
Una provincia que también es patrimonio arqueológico, un tesoro para los turistas amantes de los restos del pasado. Hay varias zonas que retrotraen a diferentes épocas y se localizan aquí. A la Segovia prehistórica nos traslada el yacimiento de arte rupestre del Cerro de San Isidro en Domingo García y la Cueva de los Enebralejos de Prádena. Para volver a la época celtíbera y vaccea, nada mejor que Cuéllar o Castrogoda, en Sepúlveda. Y cómo no, la Segovia romana con los yacimientos de Los Almadenes, en Otero de Herreros, y Confloenta, en Duratón. También alcanza la Alta Edad Media gracias a la iglesia y necrópolis de Santa Lucía, en Aguilafuente, o la Cueva de los Siete Altares, en Villaseca.
Una provincia que también es tradición, patrimonio inmaterial de fiestas y costumbres que resultan sorprendentes para foráneos e incluso para los propios segovianos. Muchas, entre ellas, la Fiesta de la Vaquilla de Arcones, con categoría de Bien de Interés Cultural. Las vaquillas y los tripudos son los personajes protagonistas de esta celebración que, pese a su nombre, no es un festejo taurino real, sino que consiste en el sacrificio simbólico de la res, construida con un armazón de madera tan grande que da cobijo a un mozo o moza, decorado con sábanas, mantones de manila y flores de papel. En la parte delantera, eso sí, unos cuernos, con los que embisten a los tripudos, embutidos en enormes sacos de pita viejos rellenos de pajas que caen pesadamente y necesitan la ayuda del público para levantarse. Limonada o chocolate caliente, la supuesta ‘sangre’, para finalizar el festejo.
Y Segovia también suena a motos, con una cita en el calendario: la concentración ‘La leyenda Continúa’ a principios de enero en Cantalejo. Ver la provincia sobre dos ruedas es una alternativa que tiene sus propias rutas, porque Segovia es un destino para familias, parejas, grupos de amigos o viajeros solitarios, con un encanto especial en cada estación.