Una brigada tecnológica para facilitar la limpieza del vidrio

Una brigada tecnológica para facilitar la limpieza del vidrio



Drones, nanotecnología, mecanismos robóticos, pértigas telescópicas… la innovación en la limpieza de cristales elimina riesgos laborales, evita andamios, plataformas elevadoras y escaleras y limita el impacto ambiental.

Smarttek, compañía especializada en la fabricación de robots limpiacristales, está localizada en Santiago de Compostela y cuenta con un Centro de Desarrollo y Soporte en Miño, ambas localidades en la provincia de La Coruña. «En 2022 nos percatamos –argumenta el CEO José Manuel Ruiz– de que existía la necesidad de cubrir la limpieza de paneles fotovoltaicos. Este año hemos presentado el SmartBot-SP, con capacidad para limpiar, según el modelo, entre 200 y 300 paneles por hora». Se utiliza en instalaciones y plantas fotovoltaicas, empresas que tienen en sus azoteas paneles solares y parkings que usan la parte superior para esta actividad. Presente por toda la geografía española, el producto también se distribuye en Francia, Italia e Israel. En total hay unos 220 en funcionamiento. Su precio supera los 20.000 euros.

Entre sus propiedades destaca que es 100% autónomo y puede ser utilizado por un operario sin conocimientos técnicos, de sencilla instalación y puede limpiar con y sin agua. Según distintas investigaciones, la producción de electricidad solar o fotovoltaica puede reducirse entre un 5 y casi un 30% en función de la cantidad de suciedad acumulada. «Un estudio de la Universidad Carlos III señala que con suciedad severa podría perderse hasta el 40% de la producción energética», dice. Adicionalmente al trabajo profesional a gran escala, Smarttek ha incorporado a su catálogo un nuevo modelo de robot limpiacristales, el HotBot S6 Pro, con un sistema de mopas motorizado que frota el cristal 600 veces por minuto.

Tecnan (Los Arcos, Navarra) trabaja con materiales a escala nanotecnológica para fines industriales. Germán Medina, su director comercial y de marketing, aclara que hay dos conceptos en cuanto al producto orientado a la facilidad de limpieza de vidrios, «el hidrofóbico, equ repele el agua, y el hidrofílico, que la atrae y crea sobre la superficie una lámina muy fina que provoca un efecto cascada hasta que no queda ninguna gota». Claudio Fernández, presidente de la compañía, explica que la primera experiencia comercial fue con un producto antilluvia para los parabrisas de coches». «En Tecnan fabricamos nanopartículas –relata Medina– y, sobre todo, unos innovadores protectores de superficies para fachadas y suelos de materiales porosos, pero también sobre cristales, metales…».

De la experiencia con la hidrofobicidad, de repelencia al agua en vehículos, la compañía dio el salto al vidrio arquitectónico, como facilitadores de limpieza, declara Medina: «Tanto de exterior, como el vidrio de escaparates, ventanas, muros-cortinas, como de interior, con las mamparas». El producto para los parabrisas de automóviles se llama Tecnadis GWR. La gama Vetrosmart, también hidrofóbica, está enfocada al vidrio arquitectónico y mamparas. El modelo Tecnadis Selfclean es hidrofílico. El recubrimiento facilita que el agua contacte con la superficie formando una delgada capa que seca de forma homogénea, evitando así la aparición de marcas de cal y suciedad. El presidente de Tecnan avanza que van a sacar a prueba comercial «dos modalidades sin flúor, una para coches y otra para mamparas. También estamos investigando en un producto anticorrosión y otro contra los grafitis».

La empresa KTV Working Drone Spain, localizada en San Roque (Cádiz), provee de drones a proyectos de limpieza de cristales tanto de edificios públicos como privados. La compañía se alía para estas actividades con empresas concesionarias como Acciona o Clece. Corporaciones municipales, como la de Granada, hacen uso de esta tecnología. Estos drones, dotados con una lanza hidrolimpiadora, emplean agua reciclada no apta para el consumo, purificada y osmotizada, y permiten una limpieza rápida con la consiguiente reducción de elementos químicos.


Uno de los drones limpiadores de KTV Working Drone Spain

Su director, Edward Lewis, explica que los drones que se usan para las limpiezas son del mismo tipo, pero «con diferentes boquillas, adaptaciones, ángulos para operar». «Las boquillas varían según el producto que se arroje contra las fachadas», añade. El compromiso ecológico se sustancia en que se puede usar cualquier tipo de agua, «aunque esté sucia de otros procesos, de otras industrias. Gracias a un sistema purificador, podemos coger agua de distintos puntos, incluso aguas subterráneas», comenta. La firma tiene como objetivo adiestrar a antiguos operarios que limpiaban cristales para que puedan trabajar como pilotos de drones.

Sostenibilidad

En Iniciativazul (Fuengirola, Málaga) se dan la mano inclusión, innovación y protección del entorno. Conceptos como cuidado del medio ambiente, conservación del valor constructivo de edificios y superficies y calidad de vida señalan el camino de esta compañía enfocada en la limpieza de cristales de altura, fachadas y servicios de mantenimiento y limpieza en general. Todos sus trabajadores tienen discapacidad auditiva. Centrada en la sostenibilidad, la compañía utiliza agua ultrapura para la limpieza de cristales en fachadas y de paneles solares. Sus métodos con pértigas telescópicas limitan el uso de productos químicos y el impacto ambiental.

En la ruta de la mejora tecnológica se han recorrido distintas etapas, indica su director, Antonio Luis García: «En un principio realizábamos la limpieza de cristales con pértigas manuales, que llegaban a un tope de cuatro metros. Luego innovamos con la pértiga osmotizada de agua pura, que se basa en unos filtros para eliminar resinas, carbón y otros minerales. Lo importante es eliminar la cal. Con este sistema alargamos la altura hasta los 14 metros». Las últimas modificaciones en los edificios que imponen los arquitectos en la estructura de los cristales, en barandillas de este producto y otros cambios han obligado a Iniciativazul a evolucionar. La mayor innovación, expresa García, es «el último modelo de pértiga que nos permite alcanzar 24 metros». El tratamiento del agua empleada se realiza con una máquina portátil.

Fuente: www.abc.es