Trump escoge a un conservador experto en criptomonedas para dirigir la bolsa estadounidense
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles en Truth Social, la red social que posee, que nominará a Paul Atkins para dirigir la Comisión de Bolsa y Valores, poniendo a un reputado y experimentado conservador en lo alto del organismo regulador de Wall Street. El perfil de Atkins contrasta de frente con el resto de nombramientos de Trump, debido a que la mayoría responden a miembros muy cercanos a su figura, pero con escasas cualificaciones para su puesto.
El nombramiento de Atkins, abogado de profesión, supone un alivio en Wall Street y la industria de las criptomonedas, que hoy mismo ha visto cómo el bitcoin ha rebasado la barrera de los cienmil dólares en pleno auge del sector. El actual presidente de la Comisión de Bolsa y Valores, Gary Gensler, fue nombrado por Joe Biden, y es conocido por su férrea oposición a las criptodivisas.
Contrastes con su predecesor
Atkins, según Trump en redes, «cree en la promesa de mercados de capital robustos e innovadores, que respondan a las necesidades de los inversores». «También reconoce que los activos digitales y otro tipo de innovaciones son cruciales para volver a hacer América más grande que nunca», declaró el presidente.
Por su parte, el actual jefe de la CBV, Gary Gensler, impulsó más de cuarenta normas dirigidas a fomentar la transparencia, reducir los riesgos y liquidar los conflictos de interés en Wall Street, además de demandar a varias empresas de criptomonedas que, según él, ignoraban las reglas de la institución.
Se espera que Atkins revise varias de las medidas introducidas por Gensler, incluidas aquellas que se encuentran en los juzgados. Asimismo, se prevé que adopte un enfoque mucho más laxo en cuanto a las criptomonedas, y que promueva cambios dirigidos a fomentar la formación de capital. La mayor parte de los colectivos de la industria aplaudieron su nombramiento, aunque el sector más progresista advirtió que su enfoque con respecto a Wall Street podría ser «demasiado suave».
Las reacciones de la industria
Eric Pan, el director ejecutivo del ‘lobby’ de inversión ‘Investment Company Institute’, ha afirmado en un comunicado que «su distinguido historial y sus años de experiencia en la industria lo convierten en un nominado excelente«. Actualmente, Atkins ocupa el puesto de director ejectivo de Patomak Global Partners, una consultora de estrategia y riesgo de Washington que fundó en 2009.
El próximo presidente de la CBV es un viejo conocido de Trump, ya que participó en su equipo de transición en 2016. En aquel momento su nombre ya sonaba como uno de los posibles para ocupar el puesto al que ahora accederá, debido a su estatus como uno de los ejecutivos financieros más cercanos al magnate.
La industria de las criptomonedas, que ha invertido ostensiblemente en la campaña trumpista, ha celebrado con entusiasmo la irrupción de Atkins en el panorama. Llevan varios años presionando para que alguien afín a sus ideas llegase al poder, dinamitando la campaña de Gensler contra las ‘criptos’. El perfil de Atkins es ideal, pues ha estado involucrado en el sector como co-director de ‘Token Alliance‘, que trabaja para desarrollar las mejores prácticas de emisión de activos digitales y plataformas de comercio.
Ji Kim, director jurídico y de políticas en el Consejo de Innovación de Criptomonedas, declaró que «se trata de un nombramiento fuerte, con vistas al futuro. Esperamos una administración enfocada en promocionar la inversión responsable».
Larga trayectoria política
El pasado político de Atkins, por otra parte, se remonta a tiempos muy anteriores a Trump. En 2002, fue escogido por el entonces presidente George W. Bush como uno de los cinco comisionados de la Comisión de Bolsa y Valores. De aquella etapa, Atkins destaca que su filosofía se basó en el sistema de libre mercado, oponiéndose con fervor a lo que consideraba «aumentos improductivos de la vigilancia de fondos de cobertura».
De cara al futuro, las ideas de Atkins se alinean con los planes de Trump, que pretende acabar con el «capitalismo woke«. El directivo ha criticado en numerosas ocasiones el activismo »socialmente consciente« de la Comisión, que se ha desarrollado con los últimos años con relación al riesgo climático y otras reglas de inversión en aspectos sociales.
Se prevé que, como consecuencia del nombramiento de Atkins, se produzca un terremoto en la administración de la Comisión de Mercados y Valores estadounidense. Trump sigue eligiendo, miembro por miembro, las piezas adecuadas para poner en práctica su idea de Estados Unidos. Nombres como el de Atkins cobran sentido para que el magnate comience a incorporar las políticas de su segundo y último mandato al frente de la mayor potencia occidental.