«Todo empezó por mi culpa, si no hubiese empezado él estaría vivo»

«Todo empezó por mi culpa, si no hubiese empezado él estaría vivo»




La declaración del principal acusado del crimen de Samuel Luiz apenas ha durado diez minutos. Se ha negado a contestar a las preguntas de las acusaciones y tampoco ha querido saber nada de las de los abogados de sus cuatro compañeros de banquillo. Sólo ha contestado a su letrado. Y en un interrogatorio exprés, salpicado por algunas lágrimas, ha pedido perdón a la familia de la víctima: «Yo lo que quiero es pedir perdón a la familia de Samuel y a todo el mundo. Si yo no hubiese empezado, nada de esto hubiera pasado. Y él todavía estaría vivo».

Pero que haya pedido perdón por haber iniciado la agresión no implica, ni mucho menos, que Diego Montaña se reconozca culpable. En realidad, en esencia, lo que ha hecho, en la decimoséptima sesión del juicio, que acoge la Audiencia provincial de La Coruña, es admitir que fue él quien inició la agresión y alegar que estaba completamente borracho. Pero dice que solo se acuerda de haber pegado a la víctima en los primeros momentos. Diversos «puñetazos y patadas», eso sí.

Samuel y su amiga Lina, que aquella noche del 2 al 3 de julio habían ido de fiesta por La Coruña sin meterse con nadie, salieron del pub Andén, en el paseo marítimo de Riazor, y comenzaron a hacer una videollamada con una amiga que aquella noche no había salido. Fue en ese momento en el que Diego Montaña, tal y como ha reconocido este miércoles en el juicio, se lanzó contra la víctima: «Vi a una pareja grabando, la siguiente imagen que tengo en mi cabeza soy yo golpeando». «La imagen que tengo es estar ya pegando a Samuel, no sé si patadas o puñetazos», ha añadido.

Diego Montaña se enfrenta a 25 años de cárcel, porque al asesinato con ensañamiento y alevosía las acusaciones añaden el agravante de discriminación por razón de sexo. Según la tesis de la Fiscalía, secundada por varios testigos presenciales, Diego Montaña llamó «maricón» a Samuel mientras lo amenazaba de muerte, antes de lanzarse a por él.

Pero el acusado no ha hecho referencia a ese momento, ni tampoco su abogado le ha preguntado por el mismo. Su relato se salta ese episodio: «Salí del pub Andén, seguí recto, a mi lado quedaban las escaleras, vi a una pareja grabando, y la siguiente imagen que tengo soy yo golpeando». De lo que sí se acuerda es que se bebió, prácticamente él solo, una botella de whisky mezclada con Red Bull en el reservado del pub. La pandilla había pedido una botella por cada dos amigos, y él la compartía con Catherine Silva, su entonces pareja y ahora también acusada: «Me bebí casi la botella entera, porque Kathy no era de beber mucho alcohol«, aclaró.

«Jamás lo olvidaré»

En síntesis, eso es de lo que Diego Montaña dice acordarse: que bebió mucho y que reconoce que él inició la agresión. Pero poco más. Lo siguiente que dice recordar es a la víctima ya apaleada. «Sigo el paseo marítimo, cruzo la carrera, y veo una imagen que jamás me quitaré de la cabeza: el cuerpo de Samuel tirado boca arriba, con varias personas a su lado», se ha limitado a decir el que posiblemente sea el principal acusado del crimen.

(en elaboración)

Fuente: www.abc.es