Supercomputación, cuántica y ‘Mujeres con superpoderes’, unidos en un nuevo mural en Santiago
Bajo premisas de la física cuántica, las protagonistas son dos mujeres «duplicadas» encima de un tendal y que interpretan una canción
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) –
¿Unir en un mural la supercomputación y la cuántica con las mujeres con ‘superpoderes’ del rural gallego? Esa fue la propuesta que el Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga) le lanzó al artista Yoseba Muruzábal y, dicho y hecho, ‘O tendal cuántico’ ya es una realidad en una fachada ubicada al final de la calle Bernardo Barreiro de Santiago de Compostela.
Así, Carmen y su compañera Lucha se unen a la serie ‘Fenómenas do Rural’, a través de la cual el artista ha desarrollado ya en más de una veintena de localizaciones estas peculiares ‘Mujeres con superpoderes’.
En la mayoría de sus obras, Yoseba refleja a mujeres características del rural gallego con diferentes «superpoderes» y, en esta ocasión, debido a la entidad que encargó el mural, la idea de la que debía partir era una combinación de esta serie «con el tema de lo cuántico», algo que el propio artista reconoce que fue «muy complejo».
ESCENA
En conversación con Europa Press, el pintor explica que en un primer momento planteó al Cesga dos escenas: dos mujeres tendiendo la ropa y, a su vez, duplicadas ellas mismas encima de su respectivo tendal e interpretando una canción «haciéndose llegar el mensaje en puntos diferentes».
Aparentemente, detalla Yoseba, la escena parece que está en el mismo sitio, «pero se ve que son casas distintas». A todo ello hay que añadir dos elementos que podrían pasar desapercibidos, «una especie de medusas voladoras», tal y como las describe el autor, pero que en realidad pretenden emular a dos ordenadores cuánticos.
«Tenía que meter ordenadores cuánticos porque los que pagan necesitan ver que aquí se está haciendo algo con su dinero», justifica entre risas Yoseba, que explica también que el mural contiene «una formulación matemática» que describe las dos escenas paralelas. «Lo que está pasando ahí es real, ya que en el mundo subatómico eso sí que puede llegar a pasar», asevera.
El artista asegura que el proceso de creación fue «muy divertido», especialmente cuando llevó al Cesga el boceto y entre todos comenzaron a añadir algunos de los diferentes elementos y el diálogo «se convirtió en Big Bang Theory, hacer formulaciones, al discutir sobre cuál estaba bien y cuál estaba mal».
UBICACIÓN Y OTROS ELEMENTOS
Pero un mural no es solo la idea, también hay que tener en cuenta el lugar en el que se va a erigir. En esta ocasión, se trata de una fachada horizontal, por lo que a Yoseba le coincidían bien estas dos escenas cuadradas.
Por el contrario, expone, si el edificio tuviese una pared vertical, la composición seguramente tuviera que ser otra. Sea como fuere, para el formato pared definitivo la idea que se le ocurrió fue esta, que una vez trasladada a los profesionales del Cesga les gustó.
A todos ellos, reconoce el artista, les dará «más juego» que a cualquier ciudadano común, puesto que «ellos lo van a ver y lo van a entender de otra manera».
Otro de los elementos que llama la atención si uno pone la mirada en el centro de este mural es una de las sudaderas que cuelgan del tendal, en la que se puede observar el popular logo de Los Suaves. Además, en la otra escena también aparece un felino que, tal y como explica Yoseba, es un elemento que decidió meter el Cesga por «el gato de Schrödinger».
MÁS MURALES DE LA SERIE
Para los compostelanos, las características de este mural no serán ajenas, ya que la serie ‘Fenómenas do rural’ de Yoseba ya se puede ver desde hace un tiempo en otras fachadas de la capital gallega, como en Romero Donallo o en Fontiñas.
Pero también hay ‘greleiras’ en la carretera N-550 a su paso por el municipio coruñés de Ordes u otras pinturas como ‘Fina de Carballo: A muller Nitromón’, en Carballo, en la que representa una mujer cargando con una patata gigante como si de un menhir se tratase; o ‘A muller acróbata, A Cortesa de Cambre’, una mujer sobre una bombona de butano, cargando con otro, y bajando la cuesta de su casa. Y es que, como afirma el propio Yoseba, «cada mural tiene su historia».
Aunque él ya ha perdido la cuenta de los que lleva, confirma que va a seguir con esta serie «hasta que la generación de estas mujeres siga viva».
«Esto es una generación. Estas mujeres dejaron la escuela con 12 años; ahora en el rural no te encuentras eso, eso te condiciona una manera de ver la vida y de vivirla. Mujeres que sacrificaron sus vidas por su familia, ese tipo de mujer, por suerte, ya no hay. En el momento en que esta generación ya no esté, a lo mejor tampoco estoy yo, pero dejaré de hacerlo», reconoce.
Tal ha sido el ‘boom’ de estos murales, que Muruzábal cuenta que ya lo han llamado de fuera de Galicia para pintar esta serie. Sin embargo, él sostiene que más allá de la frontera gallega esta iniciativa no se entendería, ya que se traduce «como mujeres con superpoderes» pero, según la visión del artista, no se trata de mujeres con superpoderes, sino de «abuelas minifundistas y, por eso, tienen superpoderes».
«Entonces, si no hay minifundio, muchas de estas vivencias que llevan por una vida de rural duro, no tendrían esos superpoderes, entonces en otros sitios no les veo tanto sentido», reafirma.