Sin Lo Celso puede haber paraíso
Giovani Lo Celso, luego el gol del Betis. Porque los cinco tantos anotados por el internacional argentino también se salen del tiesto para aproximadamente las siete siguientes fechas del calendario en las que el cuadro verdiblanco tiene la obligación de dar un golpe sobre la mesa en todas las competiciones a las que ahora se debe hasta el siguiente parón. Ningún tiempo fue bueno para perder en su día a Fekir, como tampoco fue plato de buen gusto para los verdiblancos tener que despedir temporalmente a Isco, de cuya lesión se cumplen nada menos que cinco meses tras sufrir esa dolorosa recaída. Ahora que debe prescindir de su máximo goleador, es justo el que se presenta el mejor de los momentos para exigirles a aquellos futbolistas que no vienen ofreciendo el nivel que el Betis necesita para que su futura realidad colinde con su ambición y así vuelva a pelear por los puestos europeos. Que la aspiración de la tabla se asemeje a su ambición descrita fuera de ella. Y sobre todo que regrese el gol, el gol vuestro de cada día que tanto está lastrando al equipo bético al término de estas nueve primeras jornadas, porque tan sólo rezuma ocho. Ahora, sí, ahora que está a punto de perderlo es cuando toca recuperarlo en otras botas. Porque sin Lo Celso puede haber paraíso.Habrá pues que preparar sin el de Rosario citas como Osasuna, Atlético de Madrid, Athletic Club, Celta de Vigo en LaLiga; y en la Conference League tanto el Copenhague como el Celje, duelos esenciales en octubre y noviembre para el porvenir de un Betis que debe vencer y convencer a partes iguales tanto en la competición doméstica como en su participación continental, por no hablar de su enfrentamiento copero ante el Gévora, en el que podría ser la esperada y gradual reaparición de Lo Celso, si todo va bien, así vaya recuperando minutos y confianza, antes de que vuelva el fútbol tras otra pausa. Mucho resta para que ruede la pelota aún en tierras extremeñas, lo que sí queda patente a día de hoy es que más allá de la incidencia en el juego global que ofrece el propio Lo Celso, que para mí es tan superlativa como mayor en comparación a la especial afinidad que viene brindando con la portería contraria, el Betis se queda sin un ariete que no es ariete pero que venía cumpliendo las funciones de algunos compañeros que no vienen estando a la altura de lo que merece el quinto Betis de Pellegrini. Tanto en fase de creación como en la vanguardia del esquema heliopolitano, muy condicionado por esa ausencia de competitividad, y por qué no decirlo, de rebeldía.El olfato goleador del argentino se esfuma para ya se verá si son siete citas cruciales en las que los verdiblancos han de aprender a marcar sin él, y no es justo, por una, por dos, por tres y hasta por cuatro lesiones en una misma y compleja zona del campo (Lo Celso, Isco, William Carvalho, Marc Roca), señalar ventajosamente y a posteriori el trabajo que la dirección deportiva ha venido haciendo en los últimos meses y en el que ya está enfrascado de cara al zoco de invierno. No existe alma ni club que se libre de las tediosas dolencias, tan inoportunas como fastidiosas, pero ha sido el azar el que ahora la toma con la magia de Lo Celso, quien ahora espera un candidato a ser su sustituto, como en su día el beticismo aguardaba a alguien que relevase a Isco. Aquello parecía imposible hasta que alguien lo hizo.