Rueda anuncia que la Xunta triplicará en 2025 los fondos para suelo residencial y nuevas viviendas públicas
La comparecencia de Alfonso Rueda en el Parlamento de Galicia para explicar las líneas maestras de la legislatura ha servido para subrayar la relevancia que su ejecutivo da a las políticas de vivienda, la amenaza que supone la modificación unilateral del sistema de financiación autonómico para contentar a los socios de legislatura del Gobierno de España, pero también para situar en el foco de sus críticas a la oposición por la campaña contra el proyecto industrial de Altri en la comarca de A Ulloa. «Es intolerable que para unas minorías, normalmente siempre a la izquierda, no haya ningún proyecto que sirva, que siempre exista una excusa para el boicot», ha denunciado, «pero no olvidemos que las minorías, minorías son».
El presidente de la Xunta no ha avanzado ninguna novedad respecto a la tramitación de la planta de fibras en Palas de Rei, aunque sí ha endurecido sus críticas a la bancada opositora, con veladas alusiones al BNG. «Igual que en su día no les valía la AP-9, no les valía Alcoa y no les valía Reganosa; igual que hoy no les valen los eólicos ni las explotaciones mineras, ni las hidráulicas, ni cualquier otra energía necesaria para abastecer a las industrias del futuro, mañana la empresa que no les valga será cualquier otra», ha criticado, «lo que realmente los tiene fuera de sí es la posibilidad de que Galicia sea un país próspero bajo una dirección política que no sea la suya», y ha advertido que «los trenes pasan solo una vez», y «los proyectos industriales que no vengan aquí, irán para otros territorios».
Rueda ha defendido una vez más que aquellas iniciativas industriales que incumplan la normativa ambiental o de respeto al patrimonio cultural «no podrán asentarse en Galicia», pero quienes certifican esa validez «son los funcionarios autonómicos, no esas minorías de megáfono y pancarta», que «tienen más decibelios, pero los técnicos tienen la formación, la información y la competencia necesaria», mientras que la oposición «sin tener ni idea, sistemáticamente» la ponen en cuestión. Además, ha lamentado que haya «gente de buena fe intoxicada» por las proclamas de los críticos. «Quien crea que esto empieza y remata con una empresa concreta está equivocado», ha concluido, «ustedes vuelven a estar en el lado incorrecto de la historia».
En su réplica, Rueda ha reprochado a la nacionalista Ana Pontón que sus críticas sean «los clásicos de sus últimos 25 años», pero que «cada vez que le preguntan a los gallegos, mayoría absoluta para el PP». «No le voy a responder con la virulencia con la que usted ataca», y le ha reclamado «menos ideología y más trabajo; menos sectarismo y más eficacia».
En el ámbito industrial, el presidente gallego ha anunciado que «en las próximas semanas» se iniciará el proceso de actualización «de un Plan Eólico que ya suma más de 20 años», y que será «más transparente que el del bipartito», que acabó con PSOE y BNG peleándose públicamente por el reparto de los megavatios. Rueda ha reconocido que hay proyectos industriales «que se están resintiendo por un bloqueo eólico que ya se está observando muy de cerca en toda Europa». «Galicia no puede dejar pasar el tren de convertirse en una potencia energética», porque «las industrias del futuro funcionarán con energías limpias o no funcionarán». El objetivo de esta actualización será «producir más, en menos superficie y con toda la seguridad jurídica». Ante los murmullos de la oposición, Rueda lo ha sintentizado en un «darle futuro a Galicia, que no lo entienden».
Triplicar fondos en vivienda
Las políticas de vivienda son uno de los compromisos de legislatura adquiridos por Alfonso Rueda, manifestados ya en la campaña electoral de febrero. Este martes, el presidente gallego ha reiterado su compromiso en este ámbito «para duplicar el parque público de vivienda de aquí a 2028». «De los 4.000 inmuebles a mayores con los que queremos rematar la legislatura, 1.400 están ya en tramitación o en construcción», y para cumplir con este objetivo, en el Presupuesto del próximo año «la Xunta prácticamente triplicará» las partidas «destinadas a suelo residencial y construcción de nuevas viviendas», pasando de 47 a casi 126 millones de euros. En paralelo, «lanzaremos medidas legales de choque» para que se incremente la oferta de vivienda «y atajar así la crisis de precios».
Entre estas iniciativas «se reducirán a la mitad los plazos de tramitación de nuevo suelo residencial para viviendas protegidas, amparados bajo la figura de proyecto de interés autonómico», se «facilitará» la conversión de locales comerciales a vivienda sin necesidad de modificar los planes municipales de ordenación «siempre y cuando cumplan» determinadas condiciones, y «se otorgará, durante un plazo excepcional de tres años, la cobertura legal para recuperar» los edificios inacabados que la crisis dejó a la mitad, «siempre que en su día tuviesen licencia y que la mitad de las viviendas sean protegidas».
En el apartado de novedades, Rueda ha ido apuntando que la Ley de Acompañamiento que se tramite junto con el proyecto de Presupuestos incluirá «la habilitación para que los concellos que así lo deseen puedan imponer una tasa turística«, condicionada a que los entes locales la recauden, la gestionen, destinen el 80% de los recursos obtenidos a políticas de sostenibilidad turística y que esté «dialogada con el sector». También se introducirá «un único procedimiento» en los próximos meses que sirva para unificar la tramitación de la dependencia y la discapacidad, porque «muchos hogares siguen esperando más tiempo del debido por una valoración».
«Enmienda a la España autonómica»
Alfonso Rueda ha dedicado un buen puñado de críticas al Gobierno de España, empezando por los asuntos que tiene pendiente con Galicia, como la transferencia de la gestión del litoral. «No tenemos las mejores noticias del documento que nos ha enviado» el Ministerio, ha revelado, para reivindicar que «no toleraremos un traspaso en condiciones inferiores» a las que se le concedieron a otras Comunidades. También ha expresado su decepción porque en la reciente reunión con Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa no se abordó el traspaso de la titularidad de la AP-9 ni la gratuidad que el PSOE anunció durante la campaña de las autonómicas.
Pero el grueso de sus críticas se ha centrado en el debate para la reforma del sistema de financiación autonómica, con el concierto económico para Cataluña en el horizonte. «No asistimos a una pelea política como tantas otras, sino a una enmienda a la totalidad de la España autonómica», ha valorado, «se propone pasar de un sistema que, aún imperfecto, tenía vocación de equilibrio, a uno que proclama sin complejos la desigualdad». «¿En qué nación insolidaria quieren convertir a España?», se ha preguntado.
En este debate, Rueda ha vuelto a pronunciarse contrario a las quitas de deuda, por entender que trata por igual a las autonomías «que se apretaron el cinturón y quien vivió a todo trapo». Frente a quienes defienden la extensión del concierto económico a Galicia, el presidente gallego ha recordado las cifras de un reciente informe elaborado por expertos, según el cual la Comunidad «perdería 634 millones de euros, y nada menos que 2.128 millones de euros si se generalizasen en toda la nación los modelos de singularidad». «Si el futuro de la financiación autonómico para España es este modelo ruinoso para nuestro pueblo, que no cuenten con nosotros», ha concluido, «Galicia no será subordinada de nadie ni ningún partido; ningún gobierno ni territorio hará que Galicia renuncie a sus derechos e intereses legítimos».
En su respuesta a José Ramón Gómez Besteiro, el presidente de la Xunta ha lamentado el «desnorte» de los socialistas gallegos, y de un seguidismo a Pedro Sánchez «que no le honra, porque a Galicia no le sirve para nada». «Es difícil seguirlo y creerlo con sus cambios de opinión», ha cuestionado Rueda, «probablemente ustedes no están ahora en disposición de ser valientes», enmendando además las críticas socialistas a que Galicia dedicará «uno de cada diez euros al pago de deuda» en el próximo Presupuesto. «Vamos a pagar 183 millones en un presupuesto de 14.000, esas son sus cifras», ha contrapuesto el jefe del Ejecutivo.