Retailleau, de la derecha dura, nuevo minsitro del Interior francés
El nuevo Gobierno francés, elegido tras duras negociaciones más de dos meses después de las elecciones, echa a andar esta semana, y uno de sus rostros más destacados —y polémicos— es del ministro del Interior, Bruno Retailleau.
El hasta ahora presidente del grupo de Los Republicanos (LR, el partido del primer ministro, Michel Barnier) en el Senado, histórico representante de la derecha dura francesa, es conocido por sus posiciones particularmente firmes contra la inmigración y favorable a un refuerzo de los controles de fronteras en la Unión Europea.
Él mismo ya se ha encargado de dejar clara su postura. Su prioridad será «restablecer el orden», ha afirmado en sus primeras declaraciones como ministro, este lunes, antes de comenzar la primera reunión del Ejecutivo. «Los franceses quieren más orden: orden en las calles, orden en las fronteras», ha afirmado.
Retailleau, nacido hace 63 años en la ciudad de Cholet, en Vendée, es uno de los rostros más representativos del giro a la derecha del Ejecutivo liderado por Barnier, lo que ha despertado las críticas de los partidos de izquierdas, vencedores de los comicios legislativos, y que han renunciado a entrar en el Gobierno al haber vetado el presidente de la República, Emmanuel Macron, su candidata a primera ministra.
Retailleau tiene una larga trayectoria en política, especialmente en el Senado, donde ha estado casi 20 años de forma consecutiva ocupando un escaño, después de haber sido diputado entre 1994 y 1997. Históricamente de derechas, ha sido representante del departamento de Vendée, en la región del País del Loira, desde que entró en política en los años 1980.
Crítico con la política migratoria de Macron
Durante muchos años formó parte del Movimiento por Francia, una formación soberanista creada por Philippe de Villiers, hasta que en 2010 se integró en la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de la derecha convencional cuyo líder era entonces el presidente francés Nicolas Sarkozy, y que luego se transformó en LR.
Fue candidato a la presidencia de su partido en el congreso de 2022, pero perdió frente a Eric Ciotti, quien en las últimas elecciones legislativas anticipadas del 30 de junio y el 7 de julio provocó una gran crisis en el seno de la formación presentarse junto a la extrema derecha de Marine Le Pen.
Retailleau ha tenido un discurso particularmente crítico con el actual presidente francés, Emmanuel Macron, sobre su política migratoria, y se ha pronunciado claramente en favor de una reducción de las entradas legales e ilegales por considerar que se ha llegado al límite de la capacidad de acogida en Francia. Por ello, su nombramiento no ha levantado ampollas solo a la izquierda, sino también entre los macronistas, que compartirán gobierno con él.
Consiguió endurecer la ley de inmigración del presidente
En diciembre de 2023, después de haber conseguido endurecer un controvertido proyecto de ley de inmigración que había presentado el Gobierno de Macron, en buena medida gracias a la intervención de Retailleau, LR votó a favor, al igual que la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.
Pero la ducha fría para los conservadores que habían dado su apoyo al Ejecutivo llegó unas semanas después cuando el Consejo Constitucional censuró las principales medidas introducidas por la derecha, como limitar a los inmigrantes el acceso a las ayudas sociales o establecer cuotas de entradas que cada año debía fijar el Parlamento.
Guiños a Le Pen
Su entrada en el Gobierno se interpreta como una condición impuesta por Los Republicanos para dar su apoyo a un Ejecutivo frágil, que parte con la oposición de la izquierda del Nuevo Frente Popular -grupo mayoritario en la Asamblea Nacional-.
Tampoco tiene garantizado el apoyo de la extrema derecha de Le Pen, a la que Barnier ha hecho guiños con algunos nombramientos, como el del propio Retailleau, y sus posiciones cercanas a los ultras en migración. El mismo Barnier ya ha avanzado que se enfrentarán a la inmigración de manera «mucho más rigurosa».
Por lo demás, el gabinete de Barnier está formado por otros dos miembros de LR —que ni siquiera formaba parte del «frente republicano» que se unió para frenar a la extrema derecha— y siete carteras corresponderán al partido de Macron, Ensemble.
También habrá representantes de partidos centristas, aunque entre todos sus apoyos no suman una mayoría suficiente en la Asamblea. Todo estará en manos, por tanto, de si el RN de Le Pen sostendrá el Ejecutivo. Estos ya han alertado de que es un gobierno «que no tiene futuro».