reforzar la defensa y apuntalar la delantera

Son varias las posiciones que necesitan ser reforzadas en el Córdoba aunque la parcela defensiva es la más preocupante visto el rendimiento del equipo en el inicio liguero que sigue invicto en casa, pero a domicilio no compite (lleva un punto de 18 posibles). La dirección deportiva decidió apostar un curso más por una plantilla corta de 22 jugadores, dónde no todas las posiciones se han doblado. Por eso, las lesiones y sanciones pueden condicionar al equipo en una temporada muy larga, con 42 jornadas más el partido de Copa del Rey ante el Olot.

La posición más mermada a día de hoy en el Córdoba es la del central. Sobre el papel, el Córdoba cuenta con cuatro centrales: Lapeña, Marvel, Martínez y Mati Barboza. Xavi Sintes también podría actuar en el eje de la zaga, pero Iván Ania le está utilizando como pivote. Sin embargo, el único que funciona es Lapeña. Por un lado, Mati recayó de su lesión en Olot y ha participado poco en liga. Su última aparición liguera fue ante el Elche y dejó muchas dudas. Tampoco está bien físicamente Martínez que, a pesar de ser el más experimentado, no está en plenas condiciones físicas y le cuesta completar 90 minutos de un encuentro.

Marvel, que llegó en la recta final del mercado de fichajes en verano, era la gran esperanza para aportar un salto de calidad a la zaga. Sin embargo, ha ido de más a menos hasta tener desencuentros con Iván Ania por querer salirse del campo sin la autorización del técnico asturiano. Por ello, el Córdoba necesita un quinto central puro que le otorgue más estabilidad y experiencia a una defensa que no ha dejado de cometer errores en el inicio liguero. Cinco penaltis en contra en apenas 13 partidos.

Otro lateral izquierdo

En el lateral izquierdo, el Córdoba tiene otro hueco. A día de hoy, cuenta solo con Calderón para cubrir ese puesto. Cuando no está disponible o necesita descansar, el técnico blanquiverde se ve obligado a apostar por Álex López, del filial. El canterano jugó ante el Albacete y también en Copa del Rey. Aún así, el equipo necesita otro recambio para el lateral sevillano, al que le está costando el cambio de categoría, de Primera Federación a Segunda. En un principio, Marvel llegó para cubrir la posición de central y lateral izquierdo. Sin embargo, las necesidades en defensa impiden que pueda dar relevo a Calderón. Otro foco de mercado.

Además, el club tiene una tarea pendiente que no pudo completar el último día de mercado, el tercer delantero. La dirección deportiva quiso incorporar tres delanteros a la plantilla, pero finalmente no fraguó la operación con Mourad y se conformó con Antonio Casas y Obolskii. El rambleño está respondiendo con seis goles en trece partidos, pero está despertando el interés de otros equipos y podría incluso salir en verano. Por su parte, el delantero ruso no ha conseguido brillar ni cuando tuvo la oportunidad en Olot, ante un equipo de Segunda Federación.

Por tanto, la dirección deportiva podría mirar a la delantera para incorporar más competencia. También emerge la figura de Jude Soonsup-Bell, que llegó como recambio para el extremo derecho (que ocupa Carracedo habitualmente), pero también puede jugar como referente arriba. Sea como sea, el club podría incorporar un delantero puro u otro que pueda caer a banda para seguir apostando por esa polivalencia que buscaba la dirección deportiva. Un nuevo jugador en la parcela ofensiva que suba la experiencia de la plantilla, que está acusando su falta de oficio en el fútbol profesional y la categoría de plata.

El equipo necesita refuerzos de invierno aunque no siempre funcionan, pero aportarían más músculo a una plantilla que ha pasado apuros con respecto a las lesiones. El Córdoba ha tenido jugadores lesionados en todas las posiciones. Ante el Castellón, regresó Adilson tras una larga lesión de casi dos meses. Dos semanas antes, regresó Kuki Zalazar que debutaba tras lesionarse en pretemporada. Otros jugadores fundamentales como Isma Ruiz también han pasado por la enfermería y otros siguen en ella como es el caso de Mati Barboza. El nivel de exigencia de la Segunda División es alto y una plantilla corta sufre sus estragos.