Quiñones subraya que la campaña de incendios se saldó con un 75% menos de terreno afectado respecto al último decenio
El número de incendios disminuyó en 2024 un 41%, con un total de 811, de los que un 75,7% quedó reducido a conato
VALLADOLID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) –
La campaña de incendios en 2024, una vez concluida la época de riesgo alto, «está siendo excepcional», hasta el punto de ser calificada, junto a las de 2018 y 2020, como una las mejores de los últimos 40 años, con un 75 por ciento menos de hectáreas forestales afectadas respecto a la media del decenio y un 41 por ciento menos de fuegos, de 1.369 a 811, de los que un 75,7 por ciento quedó reducido a conato.
Son algunos de los datos expuestos esta tarde por el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su intervención en la Comisión de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de las Cortes de Castilla y León, donde también ha explicado que todos los meses se registraron menos siniestros que el promedio del último decenio gracias a las condiciones meteorológicas favorables, mayor concienciación ciudadana y la eficacia del operativo.
Durante 2024, solo se produjo un gran incendio forestal, en Astorga (León), con 589 hectáreas quemadas, de las cuales 233 eran arboladas. Además, el número de declaraciones de niveles de gravedad fue inferior a la media histórica reciente, con 23 casos (18 de nivel 1 y 5 de nivel 2), frente a un promedio de 27 en el periodo 2014-2023. También se observa un leve descenso en incendios intencionados (52 % frente al 55 % promedio 2014-2023) y un incremento en los de causas naturales, como rayos (del 8 % al 10 %). Las negligencias y accidentes se mantuvieron estables (29 %).
Estos resultados, en gran medida, los ha atribuido Suárez-Quiñones a la labor del personal operativo, cuyo trabajo permitió contener el 75,71 % de los incendios en fase de conato (614 casos), lo que, como así ha destacado, «evidencia su alta eficacia frente a las adversidades».
Entre enero y octubre de 2024, el operativo de incendios forestales en Castilla y León realizó 1.530 intervenciones, de ellas, 811 han sido incendios forestales, 30 fuera de la comunidad autónoma y en 689 ocasiones se ha actuado en incendios periurbanos o agrícolas, que aun no siendo competencia del operativo, apoya a las administraciones responsables de su extinción. En comparación con la media del último decenio, los incendios forestales disminuyeron un 41 % (de 1.369 a 811).
MÁS DE 4.684 HECTÁREAS QUEMADAS
El 75,7 % de los incendios forestales se quedó en conato, superando la media del decenio (70,1 %), y solo el 24,3 % afectó más de una hectárea (197 incendios). La superficie forestal quemada fue de 4.684,69 hectáreas, un 75 % menos que el promedio histórico (19.175,15 hectáreas), mientras que las hectáreas arboladas afectadas disminuyeron un 83 %, al pasar de 1.070,06 a 6.505,89.
La mayoría de los incendios ocurrieron en verano, con picos en agosto (207) y julio (179). Solo se registró un gran incendio forestal, en Castrillo de los Polvazares (León), causado por negligencia y que quemó 589 hectáreas, de ellas 233 arboladas. En dicho incendio intervino la Unidad Militar de Emergencias (UME), que también lo hizo en Alcañices y Villagatón.
En total, se declararon 23 niveles de gravedad según el Plan INFOCAL, por debajo del promedio del decenio (27), con 5 de nivel 2 y 18 de nivel 1.
CAUSALIDAD Y ORIGEN
En 2024, los incendios por causas naturales, principalmente rayos, aumentaron ligeramente al 10,6 % (86 casos), mientras que los incendios intencionados disminuyeron al 52,4 % (425 casos), por debajo de la media del decenio (55,1 %). Los incendios por negligencias y accidentes se mantuvieron estables, representando el 28,96 % (240 casos), y el resto se debe a causas indeterminadas (6,41 %) o reproducciones (0,99 %).
En cuanto a las provincias más afectadas, León estuvo a la cabeza, con más incendios (180), seguida de Burgos (111) y Ávila (103), mientras que también la leonesa y Zamora registraron las mayores superficies forestal y arboladas afectadas.
A lo largo de su alocución, el consejero también ha incidido en que la campaña se ha caracterizado por una gestión integral que ha reforzado recursos humanos, materiales y tecnológicos, además de consolidar una estrategia preventiva, formativa y de sensibilización ciudadana.
Así, ha precisado que el operativo se articula en varios ejes clave, uno de ellos caracterizado por un personal operativo que ha sido «el gran protagonista, con un despliegue de 4.720 efectivos, de los cuales más del 71 % pertenece al ámbito público».
Este equipo se ha fortalecido mediante nuevas plazas para técnicos y operadores en los centros de mando, junto con la ampliación de jornadas laborales para personal de vigilancia, extinción y prevención. A ello ha sumado una formación continua, con cursos especializados en gestión de incendios, prevención y habilidades psicosociales.
En cuanto a los recursos materiales, ha explicado que se han desplegado 33 medios aéreos, más de 200 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 360 autobombas, 41 bulldozers y 266 puestos y cámaras de vigilancia. Estas capacidades se han complementado con la construcción de nuevas bases para autobombas y la renovación de puntos de agua estratégicos, sin olvidar la renovación de la flota de vehículos con fondos europeos, incluyendo la adquisición de 30 nuevas autobombas en 2023 y la planificación de 20 más para 2025.
La modernización de los planes de actuación también ha sido valorada por el consejero. La actualización del Plan INFOCAL ha permitido optimizar protocolos y parámetros para una respuesta más eficaz ante emergencias. Asimismo, se ha diseñado el Plan anual de prevención, vigilancia y extinción de incendios de 2025, que incorpora estrategias específicas.
En el ámbito tecnológico, el consejero entiende que se ha dado un paso adelante con la implementación de plataformas avanzadas como SINFO2, para la gestión centralizada de incendios, y la plataforma pública INFORCYL, que ofrece información en tiempo real sobre el estado de los incendios y los recursos desplegados. También se han reforzado los sistemas de vigilancia con la instalación de nuevas cámaras y la modernización de la red de comunicaciones.
La prevención ha sido un eje central de la estrategia, impulsada por una colaboración estrecha con las administraciones locales y los agentes del territorio. Esto ha incluido iniciativas específicas dirigidas a ganaderos, cazadores y emprendedores para fomentar prácticas sostenibles y reducir riesgos. Además, se han desarrollado campañas de sensibilización que han llegado a miles de escolares y se ha trabajado en talleres y exposiciones para concienciar a la población sobre la importancia de la prevención y la labor de los equipos de extinción.
En los últimos diez meses, el operativo de lucha contra incendios forestales de Castilla y León ha llevado a cabo 1.530 intervenciones, distribuidas en diversas tipologías y colaboraciones. Se han atendido 811 incendios forestales en la comunidad y, gracias a la cooperación con otras administraciones, se ha intervenido en 30 incendios fuera de Castilla y León, destacando 20 en Portugal y diez en comunidades autónomas como Cantabria, Madrid, Castilla-La Mancha y La Rioja. Además, se han gestionado 689 incendios no forestales, principalmente urbanos y agrícolas, representando el 46 % de las intervenciones, en apoyo a medios locales. Asimismo, se han registrado 604 falsas alarmas.