Quedamos a la espera de Trump
Ya hemos comentado aquí muchas veces que, aún a riesgo de quedarse bizco, el BCE vigila con un ojo la evolución de la inflación, que es su principal preocupación y, con el otro, observa el crecimiento de la economía europea. Ahora tiene bastante controlados los precios, aunque aún fuera del objetivo marcado del 2%. Por su parte, el crecimiento se encuentra lejos de sus mejores momentos y coquetea con la recesión en los principales países de la unión, como son Alemania y Francia, ambas economías lastradas por una interminable serie de problemas internos y aquejadas de una inestabilidad política de solución compleja con gobiernos inestables y débiles. Así que se ha dado un paso más en el ‘ajuste fino’ y decidió bajar los tipos por tercera vez consecutiva, que hace la cuarta del año en curso y lo hizo en un cuarto de punto. Una decisión que no sorprende, ni desagrada a nadie en el mercado. El movimiento era el esperado y refuerza la previsibilidad de su política, que es un objetivo deseable en sí mismo. Con este nuevo recorte se cierra un año complicado y se abre otro plagado de incertidumbres . El que termina ha sido complicado para el BCE pero muy favorable para todos aquellos, personas, familias y empresas que tienen créditos pendientes. El euribor a 12 meses se ha desplomado al calor de las bajadas de los tipos oficiales. El índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España ha cerrado noviembre en el 2,506%, lo que supone una caída de más de 1,5 puntos en interanual, que es la mayor en ¡15 años! No es cualquier cosa, pues la hipoteca media se ha abaratado en más de 1.500 euros al año. Este descenso al entorno del 2,5% supone un descenso de algo menos de dos décimas respecto al pasado mes de octubre y de 1,516 puntos en comparación con noviembre de 2023. Para encontrar un desplome mayor hay que remontarse a diciembre de 2009 cuando bajó más de 2,2 puntos de un año para otro. El año que viene será diferente y será aún más complicado de gestionar , pues además de vigilar a los precios y al crecimiento de la eurozona tendrá que seguir de cerca los movimientos de la Reserva Federal americana en un año de estreno de la nueva administración Trump que llega con fuerza y dispuesta a garantizar la competitividad de sus empresas por todos lo medios, Y la política monetaria ha sido siempre un instrumento eficaz para ello.