¿Por qué Granada se llama así? El origen de un nombre que se esconde entre musulmanes y judíos

¿Por qué Granada se llama así? El origen de un nombre que se esconde entre musulmanes y judíos



Granada es una de las ciudades más emblemáticas de España y es famosa por su historia, su arquitectura y su legado cultural. Sin embargo, pocas personas conocen el verdadero origen del nombre de esta ciudad andaluza. Muchos piensan que viene del fruto de la granada, cuyo nombre procede del latín melanum granatum, que significa manzana con granos.

Sin embargo, existen dos teorías principales que explican el origen del nombre de Granada. En este sentido, cada una está relacionada con culturas clave en la historia de la región: la musulmana y la judía. Sigue leyendo si quieres descubrir cuáles son estas teorías y las raíces históricas del nombre de Granada.

La teoría musulmana del nombre de Granada: Madinat Garnata

Una de las explicaciones más extendidas sobre el origen del nombre de Granada proviene de la ocupación musulmana, que comenzó en el siglo VIII. Durante este periodo, la ciudad estaba dividida en varias medinas: Madinat Alhambra, Madinat Alcadima –que es el actual Albaicín– y Madinat Garnata, que ocuparía el actual centro de Granada.


Imagen antes - La Puerta de Elvira, en Granada
La Puerta de Elvira, en Granada
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Según esta teoría, el origen del nombre de Granada se debería a esa medina Garnata. Esta palabra proviene de la expresión árabe Gar-Anat, que traducido resulta «montaña de peregrinos». Este término haría referencia a la geografía de la ciudad, ubicada en una región montañosa y con un terreno perfecto para refugios y centros de descanso para viajeros y peregrinos. Así, Granada se habría consolidado como un lugar estratégico y acogedor para los musulmanes que atravesaban la península ibérica durante la Edad Media.

La teoría judía del nombre de Granada: el fruto de la granada

Por otro lado, existe una teoría judía que ofrece una perspectiva completamente diferente. Se dice que los judíos granadinos que vivieron en la ciudad antes y durante la ocupación musulmana pudieron haber tenido un papel crucial en la denominación de Granada. Según esta teoría, el nombre provendría directamente del fruto de la granada, un símbolo importante en la tradición judía.


La fruta de la granada daría su nombre a la capital nazarí, según la teoría judía


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La razón se halla en que la granada, sea cual sea su tamaño, siempre tiene 613 granos. Un número que los judíos relacionaron con las 613 leyes hebreas que componen la Torá. Este vínculo simbólico con las leyes religiosas y el número de semillas ha llevado a algunos expertos a pensar que los judíos podrían haber llamado a la ciudad en honor a este fruto sagrado.

¿Cuál es la teoría más aceptada sobre el origen del nombre de Granada?

A pesar de la existencia de ambas teorías, no hay una respuesta definitiva sobre el origen del nombre de Granada. Sin embargo, de los casi ocho siglos de dominación musulmana en la península ibérica, el auge de la ciudad puede situarse entre el año 1013, cuando se fundó Madinat Garnata, y 1492, año de la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos. De esta manera, el largo dominio islámico en la región da más solidez a la teoría musulmana del origen del nombre de Granada.

No obstante, un nutrido grupo de historiadores prefiere apostar por la teoría judía. Así, esta corriente histórica alude a la vinculación simbólica entre el fruto de la granada y la ciudad, habitada por una importante comunidad hebrea durante la dominación musulmana. De hecho, la granada es una fruta que forma parte de la gastronomía típica del Año Nuevo judío, el Rosh Hashaná.

La coexistencia cultural en Granada

Sea cual sea el verdadero origen del nombre de Granada, esta división de teorías viene a reflejar la rica mezcla de culturas que ha caracterizado a la capital nazarí a lo largo de los siglos. De esta manera, durante el periodo de Al-Ándalus, musulmanes, judíos y cristianos convivieron en Granada contribuyendo cada uno con su cultura, religión y conocimientos a la vida de la ciudad. Un crisol de influencias que no solo ha dejado huellas visibles en su arquitectura, como la famosa Alhambra, o su trama urbana, como el barrio del Albaicín, sino que entronca con el mismo nombre de la ciudad.

En este sentido, el origen del nombre de Granada sigue siendo un misterio en muchos aspectos. Sea como fuere, las teorías musulmana y judía sitúan a la capital nazarí como un punto de encuentro entre culturas. Una historia que, aun a día de hoy, sigue siendo motivo de orgullo para sus habitantes.

Fuente: www.abc.es