Por qué el Instituto Nacional de Estadística revisa al alza el PIB
La última revisión del Instituto Nacional de Estadística (INE) mejora los resultados de la economía española en los últimos tres años, lo que adelanta la recuperación tras la pandemia de coronavirus. Los cálculos, conocidos este miércoles, elevan el crecimiento de 2023, 2022 y 2021 hasta el 2,7%, el 6,2% y el 6,7%, respectivamente, pero, ¿a qué se deben estos cambios en los datos?
A continuación explicamos los motivos de esta práctica, habitual en otros países como Estados Unidos, y recogemos las claves de la última actualización de la mano de economistas.
¿Para qué sirven estas estadísticas?
La contabilidad nacional sirve para “analizar y evaluar la estructura económica de un país”, describe el INE. Es decir, son los datos concretos que permiten cuantificar cuánto ha crecido o retrocedido el producto interior bruto (PIB) y sus distintos elementos, hacer comparaciones con otros Estados, etc. Toda esta información es también “crucial” a la hora de formular políticas sociales y económicas, así como para supervisar o medir sus efectos, tanto a nivel nacional como de la Unión Europea, agrega la institución. Los cambios en las cifras influirán, por lo tanto, en los cálculos que puedan hacer otros organismos o la academia a partir de los datos del INE.
¿Por qué se revisan?
El INE realiza revisiones ordinarias cada año de los datos de los últimos tres ejercicios. Así, con el paso del tiempo y a través de los cálculos, estos van mejorando su calidad y detalle. Podemos ilustrar la escala con la última serie: los datos del 2023 son todavía un «avance», los de 2022 son «provisionales» y los de 2021 son «definitivos».
La economista senior del centro de análisis Funcas, María Jesús Fernández, desarrolla en una entrevista con RTVE.es que esto viene determinado, por ejemplo, por las “estadísticas estructurales” que se hacen una vez al año y que se dirigen a la industria, los servicios, etc. Cuando se cuenta con esos datos, más “profundos y con mayor número de empresas”, es posible mejorar el detalle y precisión de los resultados del año anterior.
Además, Eurostat (el servicio de estadística de la UE) insta a los países a realizar revisiones cada cinco años. Por ello, la anterior “extraordinaria” fue en 2019 y la próxima será en 2029. En cada una se incorporan nuevas metodologías y clasificaciones en común con los Veintisiete. Esto, detalla el INE, garantiza “no solo la alta calidad sino también la coherencia y la comparabilidad de los datos de cuentas nacionales en los países de la UE”.
Por su parte, el analista financiero Javier Santacruz ha justificado la necesidad de realizar revisiones por falta de datos en el momento de publicar los avances trimestrales, algo aún más relevante en los últimos años a actualizar, que coinciden con la pandemia.
“Entre los años 2020 y 2021, los métodos que hemos utilizado en las estadísticas oficiales para estimar el PIB, el consumo, inversión, etc., se vieron completamente alterados. Se hizo fue una reducción muy importante del tamaño de las encuestas, que es una de las variables más importantes a la hora de medir la fiabilidad de los datos que se publican”, ha valorado en Las mañanas de RNE, y ha coincidido en que las revisiones permiten realizar análisis “más exhaustivos” de los que serían posibles si nos limitáramos a los datos preliminares.
Finalmente, ha explicado que las estimaciones económicas suelen guiarse por la “prudencia”, lo que puede dar lugar a un “excesivo pesimismo”. Esto, no obstante, evita que el mercado reciba “sorpresas” que aumenten la volatilidad: “Siempre viene bien a la hora de sostener algunas de las variables que se rigen por expectativas”.
¿Qué novedades incluye la última revisión? De las fuentes a la metodología
En los últimos meses, el INE ha concretado algunas de las nuevas fuentes con las que ha contado para esta revisión. Por ejemplo, la información derivada de los nuevos censos de Población y Viviendas 2021.
“Se da un aumento importante en las cifras de población a partir del nuevo censo y ese es uno de los motivos por lo que se ha revisado al alza la cifra de PIB”, ha apuntado la economista María Jesús Fernández, de Funcas. ¿Por qué? Algunos agregados, como el gasto de los hogares, se calcula a partir de encuestas a una muestra, que luego se extrapolan a la población que se estima que existe. Si el factor “población” en esa multiplicación es más elevado, el resultado lo será también.
El INE también ha integrado nueva información disponible por la mejora de la cobertura de la Encuesta Estructural de Empresas por rama de actividad, lo que ha tenido un importante impacto en el cálculo y la composición del PIB de 2022.
Pero además de sumar fuentes, se producen también cambios en los métodos de estimación. Entre ellos, el INE señala las «acciones de mejora» para calcular la Renta Nacional Bruta, que reguladas por la Comisión Europea, y otros cambios que afectan, por ejemplo, al cálculo del déficit y la deuda de las administraciones públicas.
El INE menciona también las nuevas tablas que los Veintisiete deben transmitir a la UE en el marco del Sistema Europeo de Cuentas. Los cambios en esto último afectan, por ejemplo, a la clasificación del gasto en consumo final de los hogares y cómo se desglosan esos datos.
¿Qué revelan las modificaciones el PIB y sus componentes?
El analista financiero Javier Santacruz ha recordado en Las mañanas de RNE que las revisiones sirven para identificar en qué cuestiones es necesario poner más atención, esto es, las que se están revisando a la baja. “Las revisiones están dejando un peor comportamiento de la inversión productiva y del consumo privado”, ha señalado sobre unos datos que sirven, además, para rastrear cómo se fue recuperando la economía española del shock que supuso el confinamiento por la pandemia de coronavirus en marzo de 2020.
A este respecto, Fernández recuerda que ya con las “anteriores cifras se veía que había una parte muy importante del crecimiento de 2023 respecto a 2019 que venía del gasto público y que la inversión, sin embargo, estaba por debajo”. Estos resultados, así como la “aportación positiva del sector exterior” y la “escasa aportación” del consumo, no se han modificado con la revisión, pero se revelan más “exagerados” ahora.