Nadal-Federer-Djokovic, una rivalidad que encumbró el tenis

Nadal-Federer-Djokovic, una rivalidad que encumbró el tenis





Tres tenistas con distinto origen, distinto carácter, distinto estilo, distinta personalidad, que confluyeron en una época irrepetible que se va desdibujando conforme pasan los minutos. Se marchó Federer, se marcha ahora Nadal, se queda huérfano Djokovic . Se evaporaron los golpes como obras de arte, se cortan las derechas de efecto envenenado, se debilitan los restos quirúrjicos ante la falta de estímulos. Es un tenis que ya es de blanco y negro en la mano del suizo, solo quedan los momentos destacados en vídeo y los recuerdos que van tergiversándose; es un tenis que empieza a verse como una fotocopia en el caso del balear, pues ya no se cumplirá en directo y el diferido atenúa las emociones; es un tenis que se niega a hincar la rodilla, por el bien del pasado, en el caso del serbio, que permanece como un malecón ante el envite de este otro deporte que sigue llamándose tenis, pero al que le faltan ya dos patas de las que lo construyeron.Noticia Relacionada estandar Si Nadal, patrimonio nacional de París: de reinar en Roland Garros al homenaje Olímpico Laura MartaSi el suizo era la elegancia, la gracilidad, el estilo clásico, fino, estilístico y de museo, el del español prorrumpió con aquel 6-4 y 6-4 a Ramón Delgado en junio de 2002 en el torneo de Mallorca, su primer triunfo ATP, rompiendo moldes, estatus, revoluciones y estructuras mentales. Tergiversó lo que se entendía como tenis y consiguió llegar más lejos con formas poco canónicas pero que acabaron por imponerse al manual de estilo suizo. Tan diferentes en todo, se repartieron las superficies: la tierra, Nadal; la hierba, Federer; la pista dura, DjokovicLa llegada de Djokovic introdujo los ingredientes que faltaban: frialdad, rabia, restos, constancia, revés. Tan diferentes en todo que hasta se repartieron las superficies y los reinados: la tierra del balear, la hierba del suizo, la moqueta australiana del serbio. Tan diferentes en todo que se complementaron a la perfección para protagonizar una rivalidad apasionante que comenzó en 2004 y termina veinte años después.Djokovic, Nadal y Federer en la Laver Cup en la que se retiró Roger FedererNadal-Federer, algo más que una rivalidadEs difícil explicar la historia de Nadal sin su antítesis durante buena parte de su carrera: Roger Federer . El suizo, que caminaba solo en los laureles de este deporte hasta la llegada del balear, ha sido siempre la otra cara de este deporte que entre los dos han impulsado y llevado a una nueva dimensión. Federer, elegancia y técnica; Nadal, bravura y corazón. Una dupla que se forzó a ser mejor, que se esperaba en cada última ronda de cada torneos, que convertían sus duelos en espectáculos que paralizaban medio planeta.una carrera en imagénes vertical No Los 22 grandes que le metieron en el olimpo del tenis ABC vertical No Sus 14 mordiscos de en Roland Garros ABCSe encontraron por primera vez en Miami, en 2004, y ya marcó terreno el balear, una victoria ante el ya todopoderoso Federer que acumulaba dos Wimbledon y varias semanas en el número 1 que se prolongarían cuatro años ininterrumpidos. Se encontraron un total de 40 ocasiones , con un cara a cara favorable al español por 26-14 y con 24 títulos arrancados de las manos del de Basilea, nueve de ellos en Grand Slam. Sin embargo, los números no reflejan la adrenalina que les suponía a ambos saber que se enfrentarían, y, sobre todo, tampoco dicen nada de la expectación que generaban sus duelos, de lo que los mejoraba continuamente, inspirándose el uno en el otro. En tantas superficies, en tantas rondas, en tantos lugares del mundo… menos en Nueva York. Nunca hubo un Nadal-Federer en el US Open, el tenis y sus cosas.Nadal junto a Federer, tras ganarle en Wimbledon 2008, en el partido calificado como el mejor partido de la historia del tenis REUTERSUna rivalidad que también trasladaron a otra dimensión, ajena a los encontronazos, las malas caras o los desprecios. Al contrario, se buscaban para complementarse y para completarse, para encontrar en cada choque el detalle que podía darles la victoria sobre el otro y sobre todos los demás, pues ambos eran, y lo sabían, el mayor reto posible. «No te vayas, Rafa, el tenis te necesita», firmó Federer en Australia 2017Conscientes los dos de que no eran perfectos, encontraron en el otro el espejo en el que fijarse para evolucionar. Nadal encontró antídoto al revés del suizo y lo martirizó con esas bolas altas que superaban el hombro; el suizo se reinventó para atacar desde más abajo y encadenar seis triunfos cuando ya se intuían sus últimos paseos. «No te vayas, Rafa, el tenis te necesita» , firmó Federer en Australia 2017. Para sellar este nexo inolvidable que terminó con una imagen que dio la vuelta al mundo (mano sobre mano, impotentes ante las lágrimas del otro), el penúltimo choque fue para el balear, en Roland Garros; el último, para el suizo, en Wimbledon. Un epílogo perfecto al que el público asistía sin decantarse por ninguno, con la única esperanza de que el partido durara eternamente. « Con Roger se va una parte de mi vida », regala Nadal aquel 21 de septiembre en la despedida del suizo.Nadal-Federer, una relación más allá del tenisEn todas sus versiones un partido entre ambos era asistir a una fiesta del tenis , a la elevación del nivel de uno y otro a ojos vista. Era asistir a un baile sin máscaras, incapaces uno y otro de dejarse algo de energía cuando era el otro quien ponía el orgullo por dejar el tenis cada vez un poco más alto, como dos Duplantis elevando la calidad, la adrenalina y el respeto un centímetro más cerca del cielo en cada duelo.Cuando Nadal ganó su primer Grand Slam (Roland Garros 2005), Federer ya tenía cuatro. Fueron madurando en paralelo, compartían objetivos, se retaban mientras también consolidaban una relación que iría más allá de la pista, sobre todo conforme iban acumulando velas en las tartas de cumpleaños. Por separado se habían mejor el uno al otro; juntos formaron un dúo inexpugnable: en 2006, 2007, 2010 y 2017 se repartieron los cuatro grandes . Hasta la irrupción de Djokovic, que se uniría a la fiesta para que apenas quedaran unas cuantas migajas en los veinte años de triunvirato irrepetible. Desde Wimbledon 2003, 85 Grand Slams, solo Andy Roddick, Gastón Gaudio, Marat Safin, Juan Martín del Potro, Andry Murray (3), Stan Wawrinka (3), Marin Cilic (1), Dominic Thiem (1), Daniil Medvedev (1), Carlos Alcaraz (4) y Jannik Sinner (1) han sido capaces de ganar un título. El adiós de un titán de la pista noticia Si Roland Garros, el oro olímpico… Los partidos épicos de su carrera noticia No La prensa mundial se rinde a la «leyenda» Nadal en su adiós al tenis noticia Si Las lesiones Las mil y una batallas del tenista contra su cuerpoDjokovic, el gran resistenteEl serbio es el que se apuntó más tarde, aportando años de grandeza en solitario en esta carrera de resistencia por atrapar los récords que iban construyendo los otros dos en sus propios duelos. En 2011 se convierte en una amenaza real, Australia, Wimbledon y US Open en el mismo curso, con Federer ralentizando los éxitos, aunque con 16, y Nadal impulsado hasta los nueve. Djokovic repitió faena en 2015 donde lo ganó prácticamente todo; ya con diez grandes, a siete del suizo, a cuatro del español. Por ese empujón, también Nadal fue mejor . Añadió recursos, acortó carreras, afinó el veneno en sus golpes. Se levantó de mil derrotas contra el serbio, como aquellas siete finales consecutivas en 2011 y 2012 que lo espolearon para frenar la hemorragia. Ambos, lo confesaron, eran el mayor de los retos.Djokovic, el tercero en discordiaTodo eclosionó en 2021, por fin los tres empatados a veinte Grand Slams. Una cifra estratosférica que ponía el contador a cero, pero con distintas secuencias. A Federer, que llegó a estar 16-6 con respecto a Nadal cuando logró el Abierto de Australia 2010 y 16-1 ante Djokovic, se le habían acabado la gasolina y las piernas. Y ahí dejó su hito. Se rindió ante el balear cuando este logró coronarse en Australia y Roland Garros en 2022, el año del desempate, 22 Grand Slams en su zurrón. ¿Cuántos grandes tiene cada uno? Rafa Nadal : 22 títulos (14 Roland Garros; 4 US Open; 2 Wimbledon; 2 Open Australia) Roger Federer : 20 títulos (1 Roland Garros; 5 US Open; 8 Wimbledon; 6 Open Australia) Novak Djokovic : 24 títulos (1 Roland Garros; 4 US Open; 7 Wimbledon; 10 Open Australia)El cuerpo no dio para más, lo que permitió que Djokovic adelantara a ambos al triunfar con Wimbledon ese 2022 y un triplete en 2023: Australia, Roland Garros y US Open. Con 24, por el momento, finaliza esta carrera por la eternidad que hace un guiño a la gran Margaret Court , pues ni pudo alcanzarla Serena Williams, ni Federer ni Nadal, y tampoco puede superarla Djokovic. El tenis y sus cosas.

Fuente: www.abc.es