Murcia recurre al riego de emergencia para garantizar la supervivencia de los pinos centenarios de Churra ante la sequía
MURCIA 21 Oct. (EUROPA PRESS) –
El Ayuntamiento de Murcia ha tenido que recurrir al riego de emergencia para garantizar la supervivencia de los pinos centenarios de la pedanía de Churra, incluidos en el Catálogo de Árboles Monumentales de la Región, según informaron fuentes municipales en un comunicado.
Se trata de una actuación «sin precedentes» derivada de la aparición de síntomas de estrés hídrico por los efectos de la sequía en estos ejemplares, que no se encuentran en una zona ajardinada, ni disponen de riego por goteo.
Desde el Consistorio han explicado que se han puesto en marcha medidas a medio-largo plazo como el desentubamiento de la acequia de Churra la Nueva en este singular paraje de la huerta.
La actuación se llevó a cabo el pasado viernes, cuando fueron movilizadas dos cubas de 8.000 litros de agua cada una que proporcionaron un aporte hídrico de 16.000 litros a los árboles. El objetivo es «evitar la pérdida de más ejemplares», garantizándoles humedad suficiente.
Esta intervención, que el Ayuntamiento prevé repetir «más adelante» si persiste la ausencia de lluvia, ha sido supervisada por los técnicos municipales, que estudian posibles medidas y técnicas para la conservación de los pinos.
Para la puesta en marcha de estas alternativas, el Consistorio trabaja con los regantes y con los propietarios de los terrenos, con el fin de «lograr su colaboración para actuar en terrenos de naturaleza privada y hacer un aprovechamiento óptimo de la acequia para dotar de fortaleza a los pinos centenarios».
De forma paralela, en el jardín que se encuentra junto a estos pinos, se ha realizado una plantación de pinos piloneros para garantizar que «en los próximos siglos, los habitantes de estas pedanías sigan contando con unos árboles que son parte fundamental en el imaginario colectivo de sus habitantes».
MORERA CENTENARIA
Además, la morera monumental de Barriomar, ubicada en el paraje de La Molinera, ha sido recuperada por la Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse), en el marco de un convenio con el Ayuntamiento.
La morera de Barriomar o de ‘La Molinera’ es un ejemplar de Morus alba L. llamada comúnmente morera blanca o moral blanco.
Se trata de una especie que no suele superar los 12 metros de altura, con copa redondeada y corteza blanquecina y rugosa longitudinalmente. Las hojas son alternas, de base acorazonada y asimétrica y bordes dentados usados como alimento de gusanos de seda, de los que se ha obtenido tradicionalmente este tejido.
Esta morera cuenta con una altura de entre 8 y 9 metros, un perímetro de 3,03 metros y un diámetro de uno. A unos cuatro metros hay una segunda morera de la misma especie y altura, posiblemente descendiente de la primera.
«Es fundamental considerar ambos individuos como un sistema único donde uno está adaptado al otro y cualquier actuación del tipo que sea afectará a medio/largo plazo a cualquiera de los dos», han explicado las mismas fuentes.
Otras de las actuaciones llevadas a cabo ha consistido en un saneamiento del árbol, retirada de ramas muertas y se ha aportado un ‘mulching’ de madera triturada al suelo.
‘PLAN FORESTA’
La reforestación y revegetación del municipio constituye uno de los compromisos del equipo de Gobierno a través del ‘Foresta’, ya que la plantación de arbolado permite generar entornos más amables y dotar de sombra en una ciudad donde las temperaturas son «extremas» parte del año.
A la mejora estética se une que el arbolado constituye el mejor aliado frente al efecto ‘isla de calor’, al tiempo que son sumideros naturales de dióxido de carbono (CO2), permitiendo así mejorar la calidad del aire, han sostenido desde el Ayuntamiento capitalino.