Max Ernst, el Da Vinci del surrealismo
Navidades surrealistas en Madrid. El Círculo de Bellas Artes , donde ya luce un árbol navideño con motivos de este movimiento que cumple cien años, exhibirá en el Teatro Fernando de Rojas de manera integral y por primera vez en España los telones originales, diseñados y pintados por Dalí para ‘Bacchanale’ , el primer ballet paranoico, que vio la luz en 1939 en la Metropolitan Opera House de Nueva York. Alberto Conejero estrenará su monólogo ‘Leonora’, centrado en la artista Leonora Carrington , pareja de Max Ernst , a quien el Círculo de Bellas Artes dedica una gran exposición. Mientras, la Fundación Mapfre ‘revisita’ la histórica exposición que la marchante y mecenas Peggy Guggenheim , esposa de Max Ernst, celebró en 1943 en su galería neoyorquina, Art of This Century, bajo el título ‘Exhibition by 31 Women’ . Entre las 31 artistas seleccionadas, algunas que mantuvieron relaciones sentimentales con Ernst: Leonora Carrington, Meret Oppenheim, Leonor Fini o Dorothea Tanning , por la que el artista abandonó a la todopoderosa Peggy. Fue su última esposa.Noticia Relacionada estandar Si Las 30 artistas a las que ayudó Peggy Guggenheim (más una a la que desearía no haber ayudado nunca) Natividad Pulido La Fundación Mapfre ‘revisita’ la histórica exposición que la marchante, coleccionista y mecenas celebró en 1943 en su galería neoyorquinaMás allá de los líos de faldas de este apuesto y seductor alemán , rubio y de ojos azules, el Círculo de Bellas Artes propone una relectura original de su trabajo, centrada en su conexión con el cine, fruto de una ambiciosa investigación llevada a cabo por Jürgen Pech y Martina Mazzotta , comisarios de la muestra. ‘Max Ernst. Surrealismo, arte y cine’ revisa en la sala Picasso, hasta el 4 de mayo, su fecundo trabajo –pinturas, dibujos, esculturas, fotografías, obra gráfica, libros ilustrados, su trabajo más experimental (collages, frottages, que él inventó)–, pero pone el acento en el cine. Un enfoque (casi) inédito. Ya en 1921, André Breton fue un visionario. Creía que los collages de Ernst rompían con la quietud del arte y eran como una película cautivadora. Este artista inspiró no solo el cine surrealista, sino todo el cine hasta la actualidad. Pintura y cine Arriba, Max Ernst. ‘La tentación de San Antonio’ (1945). Sobre estas líneas, a la izquierda, Max Ernst, en un fotograma de ‘La Edad de Oro’ (1930), de Luis Buñuel y Salvador Dalí. A la derecha, ‘Las hijas de Lot’ (1943) Museo Lehmbruck, Duisburgo / Colección particular / Colección Pietzsch de Berlín«Todas las ideas surgen por casualidad», decía Max Ernst (Brühl, Alemania, 1891-París, 1976). Filósofo, pintor, escritor, poeta, teórico del arte, intelectual y humanista (considerado el Da Vinci del surrealismo ), participó y colaboró en filmes y documentales, fue jurado en festivales cinematográficos y hasta diseñó premios de cine. Siete años antes de que Buñuel (con la colaboración de Dalí) filmara en 1929 ‘Un perro andaluz’ , Ernst ya plasmó los mismos temas en su obra ‘Oedipus Rex’, que adquirió Paul Éluard. Es el caso de la célebre escena del ojo cortado con una navaja. Por cierto, cuentan que Gala, pareja de Éluard, cayó en los brazos de Ernst antes que en los de Dalí. En ‘La Edad de Oro’ , participó como actor: era el jefe de unos ladrones. También colaboró en proyectos de Hans Richter , como la película experimental ‘Sueños que el dinero puede comprar’, producido por Peggy Guggenheim y que incorpora obra de artistas como Léger, Man Ray, Duchamp, Calder o el propio Ernst, y música de Paul Bowles y John Cage, entre otros. Ernst fue director, guionista y actor del primer episodio, ‘Deseo’. Durante la investigación para la muestra se identificó la obra que aparece en el filme, ‘Las hijas de Lot’ (colección Pietzsch de Berlín), y que cuelga en la exposición. Al celebrarse este año el centenario del manifiesto surrealista , son muchas las obras solicitadas para exposiciones en todo el mundo. De ahí el reto de lograr préstamos importantes, como ‘La tentación de San Antonio’ , del Museo Lehmbruck de Duisburgo. Se basó en un cuadro de Matthias Grünewald , del siglo XVI. El santo aparece en el cuadro de Ernst con una túnica roja, el color de la lujuria y el deseo, y atrapado por las garras y picos de unos seres monstruosos. Su cuerpo, retorcido sobre un lago verde. Al fondo, una mujer desnuda crucificada. De ‘La reunión de amigos’, un collage pintado por Ernst en el que retrata a los surrealistas dos años antes de la publicación del manifiesto (también incluye a Rafael Sanzio y a Dostoievski), cuelga una reproducción a tamaño real. El original se halla en el Museo Ludwig de Colonia. Es una obra enigmática, repleta de símbolos alquímicos y referencias astrales. Destacan, asimismo, novelas-collages , como ‘La mujer de las cien cabezas’, de 1929, considerada el manifiesto visual del surrealismo, y ‘Una semana de bondad’, de 1933; la escultura ‘Homme’ (Museo Max Ernst de Brühl)… Entre los descubrimientos de la muestra, una película inédita rodada por el galerista Julien Levy.Exposición Tres imágenes de la exposición ‘Max Ernst. Surrealismo, arte y cine’ Círculo de Bellas Artes No falta la parte lúdica. Decía Georges Bataille que Max Ernst «es u n filósofo jugando ». Juega con sus collages, pero también al ajedrez , como hicieron otros insignes surrealistas: Duchamp, Man Ray o Dorothea Tanning. Se exhiben las preciosas piezas de ajedrez que Ernst hizo en 1944. Diseñó otros dos juegos, en 1929 y 1966. «Es una exposición muy seria, pero también divertida y entretenida; para filósofos y para niños », advierte Valerio Rocco, director del Círculo. Rafael Giménez, director de Sold Out, añade que «es una exposición abierta a todos, no de arte y ensayo. También tiene que ser rentable para compensar todos los gastos». La inversión, dice Rocco, «ha sido enorme, muy, muy importante»: derechos, seguros, transportes… «Es una de las exposiciones más ambiciosas, complejas y de mayor calidad de las celebradas en los últimos años en el Círculo de Bellas Artes. Y no solo por el número de obras (cerca de 400), el valor de las mismas y la variedad de formatos. La mayor virtud es su tesis: la conexión con el cine. Es, además, una exposición muy actual , pues Ernst se interesa por temas como la ecología y la guerra», comenta Valerio Rocco. Incluye ‘La balada del soldado’, un portfolio de 36 litografías. Para la producción de la exposición la institución ha contado de nuevo con Sold Out (ya trabajó con esta empresa en muestras sobre Hergé y Stanley Kubrick), célebre por proyectos sobre iconos de la cultura popular: Banksy, Harry Potter, Jurassic World, Marvel, David Bowie, Björk… Nómada , exiliado en Francia y en Estados Unidos, se alistó en el Ejército alemán en la I Guerra Mundial. Fue detenido en Francia por ‘extranjero hostil’ y huyó del nazismo , que incluyó su obra entre el arte degenerado. Max Ernst, un romántico que siempre se guio por el amor y la pasión, y convertía en arte lo más banal y cotidiano.