Los trabajadores griegos protestan por los bajos salarios y los altos precios de la vivienda con una huelga general
Grecia vive este miércoles una jornada de huelga general, convocada como protesta por los bajos salarios y los precios de los productos básicos, la energía y la vivienda. Transportistas, doctores, profesores, obreros y trabajadores de otro muchos sectores han salido hoy a las calles para exigir al gobierno de Mitsotakis, del partido conservador Nueva Democracia, medidas inmediatas contra la ola de austeridad que atraviesa el país.
Debido a la crisis económica que asoló Grecia de 2009 a 2018, muchos griegos sufrieron recortes en sus salarios y pensiones, a cambio de un rescate financiero de 280.000 millones de euros. La crisis diezmó un cuarto de la producción económica de Grecia, y estuvo a punto de resultar en la salida del país de la Eurozona, tal y como informa Reuters.
«Los precios y los alquileres han aumentado significativamente, mientras que los salarios se encuentran en un punto muy bajo», reza un cartel huelguista de la GSEE, el sindicato privado más grande de Grecia. Esta unión representa a más de 2.5 millones de trabajadores en el país, y ha pedido al gobierno acción contra los oligopolios, a quienes culpan de la subida generalizada de los productos básicos.
La fecha de la huelga no es casualidad, pues el gobierno griego dará a conocer al parlamento este miércoles su presupuesto definitivo para 2025, para someterlo a voto el mes que viene. El borrador contempla un crecimiento económico del 2,3% el próximo año, y mayores beneficios fiscales gracias a la expansión de los pagos digitales y el boom de la venta de propiedades.
Entre las medidas que el pueblo griego demanda a sus gobernantes, los sindicatos exigen la adopción de convenios colectivos laborales. Piden que estos supongan una cobertura efectiva y real de los derechos y necesidades de los trabajadores, especialmente de aquellos pertenecientes al sector de los servicios y el comercio.
La vivienda, fuera de control
Al mismo tiempo, en Grecia existe una preocupación mayúscula acerca del precio de la vivienda. Los datos de octubre acerca del precio de la vivienda en Grecia son preocupantes: el precio del metro cuadrado en apartamentos es de 2.895 euros por metro cuadrado, y de 2.717 euros en casas. En enero de 2021, los precios eran de 1.877 euros por metro cuadrado en apartamentos, y 1.781 euros en casas, según datos de Properstar.
En cuanto a los alquileres, las cifras son igualmente alarmantes. En 2021, el metro cuadrado de alquiler de un apartamento se situaba en 9 euros. En la actualidad, asciende a 14. En cuanto a las casas, se ha mantenido más estable, puesto que en 2021 un metro cuadrado costaba 11 euros de alquiler, y en la actualidad son 11.
Como se desprende de los datos, el precio de la vivienda en Grecia se ha encarecido tremendamente en los últimos cuatro años. El 9 de septiembre de este mismo año, el primer ministro Mitsotakis anunció medidas contra la masificación turística de las islas más populares del país y la capital, Atenas. Entre ellas se encontraba un plan para transformar los alquileres de corta duración en alquileres de tres años mediante incentivos fiscales a los propietarios, y restringir por ley la posibilidad de destinar a uso turístico los apartamentos de alquiler.
Grecia es uno de los países más visitados del mundo, y va camino de superar el récord de 36 millones de visitantes establecido en 2023. Como referencia, se trata de un país con 11 millones de habitantes, por lo que la situación es la de tres turistas por cada ciudadano griego. Sin embargo, la vivienda es solo una de las causas que han motivado el paro general en el país heleno. Al contrario que los precios, que en los últimos años se han disparado sin control, los salarios permanecen fijos.
Salarios insuficientes
Durante los años más duros de la crisis griega, que afectó de forma devastadora al país de 2010 a 2018, los salarios no solo no subieron, sino que fueron recortados hasta un 40%. Las exigencias de los sindicatos son claros: piden la reintroducción de las dos pagas extraordinarias de verano y navidad, eliminadas durante la crisis económica. Del mismo modo, exigen más fondos para el sistema nacional de salud, así como la contratación de personal para cubrir los «miles de vacíos» en sanidad, educación y seguridad social.
El pasado lunes, Mitsotakis admitió que «hay margen de mejora« en relación con los salarios y el PIB per cápita, y reiteró su llamada de ayuda a la Unión Europea para subsanar las discrepancias en relación con los precios de la luz. El gobernante admitió que los griegos pagan mucho más que los ciudadanos de otros países del bloque europeo.
Con el país recuperándose firmemente de la crisis desde 2018, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha aumentado el salario mínimo bruto cuatro veces desde su llegada al poder en 2019. Actualmente, se encuentra en 830 euros mensuales, pero el ejecutivo ha prometido volver a subirlo, esta vez hasta 950 euros en 2027. Sin embargo, el pueblo considera que dichas medidas son insuficientes, puesto que no les da para pagar la energía, los alimentos y el precio de la vivienda.
Los datos del poder adquisitivo de los griegos son demoledores. El país se encuentra penúltimo, superando únicamente a Bulgaria, en el ranking de la Unión Europea que mide el poder adquisitivo de los ciudadanos. Al comienzo de la crisis económica, en 2010, el salario anual medio de un trabajador griego se encontraba en 24.156 euros. Casi 15 años después, el salario medio de 2024 es de 23.536 euros por año, observando una bajada de 620 euros, como se desprende de datos de Expansión.
En cuanto a los datos de empleo, en la actualidad el 9,3% de la población griega se encuentra desempleada. Si atendemos a los datos de los menores de 25 años, la cifra es de 16,3% de parados. Las cifras son inferiores a las de España, más cercanas a la media de la Zona Euro, pero igualmente preocupantes para la economía del país.