Los dos menores que confesaron matar a Samuel Luiz declararán esta semana por primera vez
El calendario de declaraciones por el crimen de Samuel Luiz, el enfermero al que lincharon en plena calle en julio de 2021, depara importantes intervenciones de cara a las próximas semanas. Por lo de pronto, se espera que esta semana acaben de desfilar ante el tribunal ciudadano los viandantes que esa madrugada se cruzaron con el grupo de agresores, justo al término de los seis minutos que duró la paliza. Fueron las primeras personas en auxiliar a Samuel cuando lo abandonaron tendido en el suelo y la turba escapó corriendo en distintas direcciones para facilitar su huida. Estos ciudadanos ofrecieron las primeras atenciones al joven y, según explicaron durante la fase de instrucción, llamaron a los sanitarios y acompañaron a un Samuel ya inerte a causa de los golpes. Explicarán que primero llegó una ambulancia básica y a los pocos minutos otra medicalizada, que la víctima entró con un hilo de vida al hospital de La Coruña y que fue imposible remontar unas lesiones en la cabeza que, según el informe forense, eran incompatibles con la vida.
También se espera la intervención en el plenario de otras personas que, a distancia, pudieron presenciar la agresión. Son algunos conocidos o amigos de la pandilla que conocen a todos los que se sientan en el banquillo y cuyos recuerdos podrán ayudar a aclarar la intervención de cada uno, principal reto para los jurados populares. El problema en este caso, según las declaraciones en la fase de instrucción a las que tuvo acceso ABC, es que parte de ellos habían consumido alcohol aquella noche -la primera de apertura del ocio nocturno tras la pandemia- por lo que sus explicaciones podrían estar distorsionadas.
Pero el principal enigma de lo que pasará esta semana en la Audiencia provincial de La Coruña tiene dos protagonistas claves en el caso: los dos menores que confesaron el crimen. Incriminados desde el minuto uno por su participación directa en el crimen, los investigadores los acusaron de la muerte y el caso llegó a los tribunales. Los menores estaban a pocos meses de cumplir la mayoría de edad y el proceso se retrasó, lo que facilitó que las partes llegasen a un acuerdo de conformidad para esquivar el juicio. A través de este pacto, los jóvenes reconocieron el crimen y fueron condenados a tres años y medio de internamiento por un delito de asesinato. La naturaleza de la sentencia impide que se conozcan los pormenores de su confesión, pero su papel en la muerte planea el juicio de mayores desde el primer día.
Su nombre ha resonado en la sala al mismo nivel que el de los cinco acusados, y alguno de ellos incluso los ha señalado directamente y sin paños calientes. Catherine Silva dijo de uno de ellos que llevaba un arma en la mano -el famoso ‘kubotán’- y que golpeó con él en la sien a Samuel. Míguez también confirmó esta versión, que a él le llegó a través de Kaio. Precisamente, la novia de Kaio Amaral, presente también esa madrugada, declarará esta semana para aportar su versión de la paliza, juntos con otros amigos que acompañaron al grupo en el reservado del pub Andén y cuyos nombres salieron en las conversaciones posteriores que los agresores mantuvieron en redes después del linchamiento. Muchos ojos mirando en la misma dirección, que ahora tomarán la palabra.