Los datos de la pobreza energética mejoran ligeramente
El acceso a una energía asequible sigue siendo un reto para millones de hogares en España, aunque algunos indicadores muestran una ligera mejoría. Los investigadores de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas han presentado este martes su Informe anual de Indicadores de Pobreza Energética en España para 2023, destacando que, aunque algunos indicadores muestran signos de mejora, la pobreza energética sigue siendo un desafío importante.
“El 17% de los hogares han dedicado más del doble de la mediana nacional a cubrir sus necesidades energéticas“
El informe señala que, pese a la moderación de los precios de la energía en 2023 tras los picos históricos de 2022, el alivio en la presión sobre los hogares vulnerables no ha sido suficiente. A pesar del aumento de los ingresos y la disminución del gasto energético en muchos hogares, el 17% de los hogares dedicaron más del doble de la mediana nacional a cubrir sus necesidades energéticas. Sin embargo, el indicador basado en el ingreso mínimo estándar (MIS) mostró una ligera mejora, situándose en 12,7%.
Brecha de pobreza energética
Entre las conclusiones más destacadas, los autores del informe introducen el indicador de brecha de pobreza energética, que mide la diferencia entre el gasto real en energía de los hogares y el umbral necesario para cubrir adecuadamente sus necesidades energéticas.
Este indicador ofrece una perspectiva sobre la profundidad de la pobreza energética, mostrando cuánto se alejan los hogares vulnerables de poder costear la energía necesaria para mantener un confort térmico adecuado y tener un nivel suficiente de servicios energéticos. En 2023, la brecha de pobreza energética en los cuatro deciles más bajos de renta (107€) se redujo en un 46% con respecto al mismo dato de 2022 (198€).
Con respecto a los indicadores subjetivos, más de 10 millones de personas declararon no poder mantener sus hogares con una temperatura adecuada en invierno, mientras que 4,6 millones tuvieron retrasos en el pago de facturas energéticas.
Los bonos sociales no son suficientes
El informe también introduce un escenario hipotético, en el que se analiza el impacto de no haber contado con los bonos sociales. Los resultados revelan que, sin esta ayuda, la brecha de pobreza energética habría sido significativamente mayor, demostrando que, aunque las medidas de apoyo no son suficientes para eliminar el problema, han logrado aliviar considerablemente la carga económica de los hogares más vulnerables.
El informe subraya la importancia de seguir implementando medidas que garanticen el acceso a una energía asequible para los hogares vulnerables. A pesar de las políticas de apoyo en vigor, la pobreza energética sigue afectando a millones de personas en España, con diferencias territoriales muy significativas, siendo Extremadura la CC.AA. más afectada.
La Cátedra de Energía y Pobreza es el resultado de la colaboración entre empresas del sector energético y agentes sociales. Se constituye como un foro desde el que dar coherencia a estudios, propuestas legislativas, acciones formativas y de divulgación que contribuyan a la mitigación de la pobreza energética.
Los principales estudios realizados para España coinciden en encontrar un mínimo de un 8-9% de hogares —que son más de 6 millones de personas— que sufren pobreza energética, que en una primera aproximación puede definirse como la incapacidad de un hogar de hacer frente al coste de sus necesidades energéticas básicas.