Liberadas diez mujeres nepalíes de entre 24 y 38 años tras una operación contra la trata en Candeleda (Ávila)
La Guardia Civil ha desmantelado una red de trata de seres humanos en Candeleda (Ávila), con tres detenidos por el momento, y ha liberado a diez mujeres nepalíes de entre 24 y 38 años de edad tras una operación denominada Operación Lhotse.
Según se ha informado este viernes en una rueda de prensa, las diez mujeres eran obligadas a trabajar en condiciones «de semiesclavitud» en una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de productos y alimentos envasados, informa Ep.
La Guardia Civil localizó una nave anexa al edificio de la actividad económica, donde vivía un grupo de diez mujeres nepalíes «en condiciones de habitabilidad e higiene sumamente deficientes», según ha señalado el subdelegado de Gobierno en Ávila, Fernando Galeano.
Las mujeres dormían en colchones sobre el suelo, las instalaciones carecían de calefacción e incluso algunas ventanas «no tenían cristales y estaban cubiertas por plásticos», lo que permitía entrar la lluvia y el frío.
Además, la cocina presentaba «un claro estado de suciedad, claramente insalubre», además de tener un solo baño que debían compartir, dificultando su «privacidad y las condiciones básicas de higiene».
Las víctimas vivían además sin documentación y sin acceso a dinero y, desde su llegada a la localidad abulense salían de la nave «en contadas ocasiones y siempre acompañadas de una persona perteneciente a la organización, que las vigilaba constantemente».
Además de estar «completamente aisladas de la sociedad», no tenían ningún conocimiento del castellano, y tan solo se comunicaban con algunas palabras en inglés.
La operación se salda con tres detenidos como autores de delitos de Trata de Seres Humanos con fines de Explotación Laboral, Falsificación Documental y Usurpación de Estado Civil.
Dos de estos detenidos eran los responsables de la empresa de alimentación en la que trabajaban y uno era miembro perteneciente a la organización que se continúa investigando, además de ser también el encargado de la vigilancia y control de las mujeres.
En el momento del rescate no precisaron intervención médica, ya que se encontraban en buen estado de salud, y es destacable, según Galeano, «se sentían casi agradecidas» por lo que tenían, por lo que no «imaginemos el estado» en el que vivían en su país.