Las Rozas, capital de Extremadura
Un riojano, un gallego y un extremeño hacen visitas en Madrid, la última parada de su recorrido por España en busca de avales para la criba federativa de esta noche. Cuando acuden a la reunión con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) están mucho menos tranquilos que la semana pasada: este lunes se ha confirmado que el Gobierno va a ir en serio contra Rafael Louzán, el gallego, político del PP que arrastra su célebre y suspendida condena por prevaricar con un campo de fútbol regional cuando presidía la Diputación de Pontevedra. Hace falta, por tanto, un suplente ‘de los nuestros’. Últimamente, los dilemas de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas parecen arreglarse siempre con un viaje a Extremadura. Recapitulemos: la actual presidenta es la exfutbolista cacereña María de los Ángeles García Chaves, ‘Yaye’. Reemplazó en el cargo al ahora inhabilitado presidente del fútbol regional extremeño, Pedro Rocha. Su primer ejecutivo, el secretario general, es el prometedor Álvaro de Miguel, joven abogado, también cacereño. Y ahora, tras pagar el peaje de su precipitación, Louzán elige como su sustituto (es decir, como presidente de la Federación Española de Fútbol organizadora del Mundial 2030) a Sergio Merchán, el sustituto de Pedro Rocha como presidente de la Extremeña, que acompañaba ayer a Louzán y al presidente riojano (Jacinto Alonso) a las reuniones.El tramo final de la formación de candidaturas a presidir la RFEF está siendo menos aburrido de lo esperado, dada la premura exigida por la FIFA y la actividad frenética de los aspirantes externos que, tras darse por muertos 48 horas, olfatearon la debilidad de Louzán. También se ha percatado de ello Javier Tebas, que tras semanas de absoluta conformidad respecto al pontevedrés reculaba ayer de tanto entusiasmo, posiblemente tras recibir la llamada de algún club con asambleístas que se preguntaba por qué tiene que entregar su voto o aval a un señor de Extremadura al que no tienen la suerte de conocer. Cabe agradecer a las flagrantes carencias de la actual Ley del Deporte los ratos de comicidad política que siguen empeñados en ofrecer los burócratas del mejor fútbol de Europa. Más erráticos y divididos que hace seis meses, algunos de los llamados ‘barones’ autonómicos se preguntan en privado si esta vez el espectáculo no estará siendo demasiado grotesco.