Las pymes hallan en el autoconsumo solar un rayo de competitividad
Más que una moda, la importancia del autoconsumo solar se configura como una necesidad para particulares que puedan adaptar sus viviendas, pero también para empresas. Los datos avalan la trascendencia de su implantación. Según datos de la UNEF (Unión Española Fotovoltaica), en 2023 el sector industrial instaló 1.020 MW de nueva capacidad fotovoltaica. Le sigue el sector residencial, con 372 MW, y el comercial, con 291 MW.
El marco legal del autoconsumo en España está basado en el Real Decreto-ley 15/2018, normativa que regula el autoconsumo energético y la inversión en esta tecnología, y la Directiva Europea (UE) 2018/2001, que promueve la energía limpia y el autoconsumo a nivel europeo. Amén de las ayudas directas, el autoconsumo ofrece diversos incentivos para las pymes, como la reducción de la dependencia de la red eléctrica con un ahorro significativo en la factura de luz, que puede llegar hasta un 70%. «Los beneficios son múltiples», indica Casimiro García, CEO del Club de la Pyme (empresa de servicios globales para empresas y profesionales). «Económicamente tiene un retorno de la inversión a medio plazo y mayor control sobre los costes energéticos. A nivel medioambiental, permite reducir las emisiones de CO2 y la huella de carbono, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Por último, el impulso del empleo local en el sector de las energías renovables tiene un gran valor social que mejora la imagen de la empresa», explica.
La rentabilidad del autoconsumo va ligada a varios factores, como el tipo de instalación, el consumo energético, las ayudas recibidas y el precio de la energía. El CEO del Club de la Pyme estima que «el periodo de amortización de la inversión suele estar entre 4 y 7 años».
Soldelia es un compañía radicada en Puente Genil (Córdoba) que se dedica a favorecer el autoconsumo colectivo. Su modelo de negocio busca optimizar la utilización de cubiertas de naves privadas, edificios públicos, cooperativas agroalimentarias, comunidades de vecinos y centros comerciales que tengan el propósito de sacar provecho económico a sus espacios. Solo han de cumplir algunos criterios de orientación, espacio y resistencia estructural. Esta empresa se encarga del proceso desde el comienzo, con la planificación y la instalación fotovoltaica hasta la posterior venta de energía solar y el mantenimiento de la planta. La opción para las pymes es integrarse en una comunidad solar que ofrece energía renovable, procedente de los alrededores y que puede suponer, en su caso, un ahorro de hasta un 40% en la factura eléctrica, con un precio fijo en los 25 años de vigencia de la instalación.
Carlos Delgado, director comercial de Soldelia, explica el proceso de elección de los enclaves de producción: «Buscamos cubiertas aptas, que estén cerca del casco urbano, y con una superficie a partir de mil metros cuadrados, y proponemos que nos la alquilen. Así, el propietario tiene el beneficio concreto de una renta. Además, se le permite disfrutar también como consumidor de la energía que produce la planta a un precio muy asequible».
«Alquilado el espacio –continúa Delgado–, hacemos la inversión en la planta y actuamos de desarrolladores del modelo de autoconsumo colectivo. Es decir, buscamos empresas en el entorno de dos kilómetros de radio que estén interesadas en el ahorro energético, en consumir energía solar verde, que no tengan cubierta para instalar placas fotovoltaicas y que no la quieran realizar. Y las integramos dentro de los beneficios de la planta. También ejercemos como instaladores y respondemos a las necesidades del cliente».
Sobre el auge del autoconsumo, Montse Lavilla, responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales de SotySolar, firma tecnológica especializada en energía solar fotovoltaica, considera que está motivada por los cambios constantes en los precios de la luz: «Las pymes necesitan una previsibilidad de los gastos que los vaivenes no les facilitan». SotySolar gestiona soluciones de autoconsumo, cuenta con instaladores de placas solares cualificados, distribuidores especializados de equipos fotovoltaicos y proveedores financieros en España y Portugal.
«Tanto con cliente particular como con las pymes, nos encargamos de todo el proceso incluyendo cualquier tipo de papeleo, solicitud de ayudas, legalización…», explica. La compañía dispone de planes integrales personalizados, también para pymes, señala: «En el caso de empresas, trabajamos con un equipo exclusivo para este tipo de clientes con el que realizamos una revisión técnica previa para enfocar la obra de una forma realista, huyendo de diseños estándar».
«En SotySolar –expone Lavilla– nos encontramos con situaciones diversas, desde empresas que han descubierto esta solución para su negocio a otras que en su día decidieron usarla y ahora nos solicitan una ampliación de sus instalaciones para aumentar la potencia generada».
Incentivos económicos
Las pymes que apuestan por el autoconsumo disponen de diversas ayudas, pero su disponibilidad varía según la fecha y la autonomía. Algunas de las más destacadas son los Fondos Next Generation EU (con programas como el PREE 5000, con subvenciones para instalaciones), las convocatorias del IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y las ayudas de muchas comunidades. La legislación permite, además, deducciones en el IRPF o Impuesto de Sociedades por inversiones en autoconsumo. Las condiciones para acceder a las ayudas cambian según el programa, aclara Casimiro García, CEO del Club de la Pyme: «No todas las ayudas están disponibles para todas las pymes, porque se suelen tener en cuenta factores como el tamaño, sector de actividad y ubicación. Las instalaciones deben cumplir también con la normativa vigente y utilizar equipos certificados».