las lesiones que marcaron su carrera

las lesiones que marcaron su carrera







La retirada de Rafa Nadal no pilla de sorpresa, para empezar porque la había anunciado un año antes. Con 38 años cumplidos y más de 20 en el circuito profesional, el balear ha aguantado bastante si se tiene en cuenta que las lesiones son las que han marcado el final. «¿Qué habría pasado si…?» es la pregunta que se plantean muchos aficionados ante la lista de torneos en los que el 22 veces ganador de Grand Slam no ha podido participar o completarlos. Rafa ha elegido la Copa Davis con la ‘Armada’ española para poner el punto y final.

Su tío Toni Nadal, quien fuera su entrenador hasta 2017, ha dicho en reiteradas ocasiones que de no ser por las lesiones habría sido más grande que Novak Djokovic y Roger Federer, la eterna comparación del ‘Big Three’. Incluso llegó a decir que Rafa es «una persona lesionada que juega al tenis», lo que le valió una reprimenda pública de su sobrino.

El historial de lesiones de Rafa se remonta a los inicios de su carrera, aunque fue en 2005 cuando le detectaron el síndrome de Müller-Weiss en su pie izquierdo. Dicha enfermedad crónica es una deformación del escafoides, que provoca intensos dolores y le impide apoyar el pie con normalidad. Los médicos le aconsejaron usar unas plantillas correctoras para cambiar la forma de apoyar y reconducir la carga, porque su carrera peligraba. Pero…

Pero el cambio en la forma de apoyar le ha ido provocando con el paso del tiempo las lesiones de rodilla, en concreto sendas tendinitis en las rótulas. Dichos problemas se empezaron a manifestar a finales de la temporada 2008, en la que iba arrasando (Roland Garros, Wimbledon, campeón en Pekín) pero se tuvo que dar de baja de la Copa Davis y la Copa Masters.

Resumiendo, te detectan una lesión grave; le pones un remedio, ese remedio funciona; pero al mismo tiempo ese remedio provoca otro problema crónico; vuelta a empezar. Las rodillas de Nadal han estado presentes a lo largo de su carrera en forma de bajas y abandonos. En 2012 llegó otro punto de inflexión cuando fue vencido por el checo Lukas Rosol en Wimbledon. Iba a ser abanderado español en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero tuvo que anunciar su baja.

Entonces le diagnosticaron el síndrome de Hoffa, que es otra enfermedad crónica provocada por los constantes microtraumatismos, por el sobreesfuerzo. Para entonces ya llevaba tiempo tratándose las rodillas con plasma rico en factores de crecimiento para regenerar los tejidos. En cuanto a su pie, en 2021 con 35 años cumplidos decidió parar su temporada antes de Wimbledon y los Juegos de Tokio y se metió en el quirófano.

Sin revestir tanta gravedad, la muñeca izquierda empezó a darle problemas en 2014, aunque el mayor tiempo de baja lo tuvo en 2016 cuando se tuvo que retirar de Roland Garros; palabras mayores. Llegó a tiempo para disputar los Juegos de Río y ganar el oro en dobles con Marc López, pero el esfuerzo le volvió a pasar factura en forma de fin anticipado de temporada. Dos años más tarde ganó su undécimo Roland Garros, y en una entrevista a ‘El Periódico’ reconocía haber llevado su cuerpo «al límite» y ser consciente de que iba a tener «secuelas».

Rafa se ha reinventado en varias ocasiones para mitigar sus dolores y, entre otras, cambió la manera de sacar. El saque es uno de los momentos más complejos en tenis, pone en juego diversas partes de la anatomía. Las lesiones abdominales y de espalda provocan intensos dolores en los tenistas al sacar, aunque en reposo se relativicen. Ya en 2009 perdió en semifinales del US Open por molestias abdominales contra Del Potro. En 2014 jugó y perdió la final del Open de Australia contra Wawrinka con una sobrecarga lumbar.

El psoas ilíaco empezó a pasarle factura seria en el Open de Australia de 2018, le tuvo dos meses fuera y recayó a su regreso en Acapulco. Luego volvió a romperse antes de París-Bercy y en ese mismo torneo, al año siguiente, volvió a sentir molestias en un entrenamiento. La pandemia de Covid-19 supuso un ‘impasse’ para todos, también para las lesiones de Nadal. Pero su abdomen le obliga otra vez a retirarse tras cuartos de final de Wimbledon 2022 y posteriormente, tras la gravedad de la lesión de Australia 2023, aseguró sentirse «destrozado». Ese año, a la vista del goteo de aplazamientos, es cuando decide parar, poner fecha para su retirada en 2024 y meterse otra vez en el quirófano para volver y estar listo.

Sin embargo, otra vez el esfuerzo en este 2024 le ha pasado factura. Sufre un microdesgarro en enero en Brisbane y nuevamente se coge una baja. Regresa en un partido de exhibición en Las Vegas (EE.UU.) que iba a ser la antesala de Indian Wells, pero solo completa un entrenamiento en el Abierto de California; sobrecarga lumbar. Desde su reaparición en el Conde de Godó un mes después hasta este 10 de octubre que ya pasará a la historia, ha ido dosificando sus apariciones en torneos, prácticamente una despedida en todos ellos, y ha elegido la Copa Davis en Málaga para poner el punto y final.

Diseño: Pedro Jiménez y Juanma Leralta (InfografíaRTVE – Evoluciona*). Maquetación y desarrollo: Nacho Díaz (InfografíaRTVE – Evoluciona*).

Fuente: www.rtve.es