La Universidad de Córdoba (UCO) prueba el ajo negro fermentado para el cáncer de próstata
Un equipo de la Universidad de Córdoba (UCO) y del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic) ha probado el efecto protector de un extracto de ajo negro fermentado contra la inflamación y la progresión del cáncer de próstata en un estudio realizado en modelos celulares de cáncer de próstata humano en laboratorio. Según informó ayer la UCO en una nota de prensa, el cáncer de próstata es la tercera causa de muerte por cáncer en varones en España, y puede tener una progresión desde una hiperplasia benigna (crecimiento de la próstata) a desarrollar un cáncer de próstata localizado, o avanzar hacia un cáncer metastásico resistente a la castración, para el que hay disponibles pocos fármacos.
El grupo OncObesidad y Metabolismo formado por personal investigador de la UCO y el Imibic estudia los efectos antitumorales de compuestos naturales beneficiosos, que se pueden incluir en la dieta y actúen frente a diferentes tipos de cáncer.
Recientemente, los investigadores Raúl Luque, María Loreta Libero y Antonio Montero estudiaron el efecto beneficioso de un extracto de ajo negro fermentado sobre células de cáncer de próstata y, teniendo en cuenta un experimento previo en ratones, donde se comprobó que el extracto presentaba características antiinflamatorias, y considerando el papel relevante de la inflamación en el cáncer de próstata, decidieron evaluar su efecto sobre modelos celulares de cáncer de próstata humano.
Modelos celulares
«Probamos el extracto en diferentes modelos celulares de células de cáncer de próstata humano e identificamos que era capaz de reducir diversos parámetros de agresividad tumoral, incluyendo la proliferación celular», según ha explicado el investigador Antonio Montero, quien ha añadido que, «además, comprobamos que no afectaba a las células normales de la próstata». De esta manera, «podría administrarse este compuesto como suplemento alimenticio, sin potenciales efectos negativos para las células sanas de próstata».
El investigador principal del grupo, Raúl Luque, ha contado cómo, tras demostrar los efectos anticancerígenos del compuesto, «queríamos saber qué rutas moleculares se veían afectadas por el uso del compuesto y pudimos comprobar que se alteraban vías de señalización clave en cáncer, incluyendo las relacionadas con la inflamación».