La temporada alta en Córdoba atrae al ‘turismo’ de carteristas

La temporada alta en Córdoba atrae al ‘turismo’ de carteristas



Mochilas o bolsos en la parte delantera, bajo el brazo, y ojo avizor. Es el ‘mantra’ que ya tienen interiorizado los turistas que llegan Córdoba estos días, bien entrada ya la segunda temporada alta. Y es que el aumento exponencial de visitantes, sobre todo, a partir de septiembre, ha arrastrado a otro tipo de ‘vacacionistas’, los que buscan la cartera o el bolso de los ingenuos y confiados ‘guiris’. Estos, sumados a los hurtadores locales, pretenden hacer su particular agosto durante estos meses. Y el problema, si bien estacional, preocupa y mucho a los sectores que viven del turismo en el Casco Histórico de la capital.

Así lo pone de manifiesto el presidente de la Asociación Profesional de Guías-Intérpretes de Turismo y Patrimonio (APIT), Luis Álvarez, que avisa de que «hay cada vez más carteristas. Se nos echa en cara que digamos esto, que alertemos los visitantes: pero si nos callamos, vendrán más de estos delincuentes, y lo que espanta a los turistas es ver que un día tras otro se cometen este tipo de robos. Ayer mismo [por el miércoles] a uno de mis clientes, de un grupo de Francia, le robaron 900 euros en el Puente Romano», relata Álvarez.

Las zonas ‘calientes’ en las que suelen actuar estos individuos de manos largas son la avenida de Fray Albino, junto al hotel Hesperia, Torre Calahorra, Puente Romano, avenida del Alcázar (puerta del monumento), calle Torrijos, Puerta del Puente, calle Judería, Torrijos, Manríquez, Deanes y Romero de Torres. «En estos lugares vive permanentemente una serie de carteristas que mis compañeras tienen fichados. Nos mandamos fotos cuando los vemos y tenemos varios chats con la Policía Nacional y Local para alertarles cuando los vemos».

Para Álvarez el problema es que «tenemos un Código Penal blando y una legislación peniteniaria más blanda todavía. Si se hurtan menos de 400 euros (o algo que tenga menos de ese valor) es un delito leve, que se queda en nada. Volverá a estar en libertad».


Propuesta

«Si aumentara el número de efectivos policiales se conseguiría un mayor efecto disuasorio»

Luis Álvarez

Presidenet de APIT en Córdoba

Además, el presidente de APIT considera que «seguramente, si aumentara el número de efectivos policiales en estas zonas, de forma permanente, a lo mejor conseguían un mayor efecto disuasorio que el que hay ahora. Es complicado, lo entendemos, pero lo cierto y verdad es que cada vez hay más carteristas; raro es el día que no hay denuncias».

Estos enemigos de lo ajeno, según fuentes policiales, proceden, en su mayoría, de Rumanía y Bosnia; son caras conocidas que van y vienen. «Hoy están aquí, pasado mañana en Sevilla y una semana después en Coruña», señala Álvarez.

«Ellos saben cómo está el sector. En este último cuatrimestre, el turismo está regresando a unos niveles normales comparables de años anteriores a la pandemia. Saben que hay más visitantes, que Córdoba está repleta de gente y vienen. Nosotros nos avisamos por el móvil y también llevamos un silbato: cuando vemos alguno, pitamos», advierte el guía.

Carlos, de Wow Córdoba, y María, que también trabaja como guía turístico, aseveran las palabras de Álvarez. «Desgraciadamente, estas desagradables experiencias con carteristas son cada vez más comunes. El pasado 16 de octubre, una compañera llegó contando que a una persona de su grupo le robaron la cartera. No llevaba nada de dinero, sólo las tarjetas y su identificación, pero lo suficiente para que te hagan la faena», señala el primero.

Imagen principal - Arriba, agentes policiales en la zona del Casco; debajo, turistas por Torrijos y el Puente Romano
Imagen secundaria 1 - Arriba, agentes policiales en la zona del Casco; debajo, turistas por Torrijos y el Puente Romano
Imagen secundaria 2 - Arriba, agentes policiales en la zona del Casco; debajo, turistas por Torrijos y el Puente Romano
Arriba, agentes policiales en la zona del Casco; debajo, turistas por Torrijos y el Puente Romano
V.M.

«Córdoba es un lugar seguro, pero siempre les digo a mis clientes que tengan cuidado con monederos y bolsos», añade María, que señala que «está presente en nuestro día a día, es una realidad que nos está afectando bastante. No sólo por el turista en sí, sino que nosotros también tenemos que estar pendientes y avisando, pero al final, aunque hay carteristas que ya conocemos, vienen también otros nuevos y es complicado, sobre todo teniendo en cuenta que vamos con grupos numerosos por zonas en las que se concentran muchas personas».

Hurtos también en tiendas

Algunos hoteles de la zona, como la Casa Museo de la Mezquita, conocen de primera mano una realidad que va aumento: «Precisamente ayer, un cliente extranjero fue víctima de un robo. Al final, encontró la cartera, pero sin el dinero en efectivo que llevaba», indica Cristina, recepcionista de este establecimiento, que se encuentra en la plaza de Santa Catalina. «Se nota bastante que está aumentando estos meses; ya no sólo porque nos lo digan nuestros clientes, sino porque a veces sales a la puerta porque hay jaleo y es porque alguien ha sido víctima de un hurto; e incluso algunos se llevan cosas de las tiendas en algún descuido».

Esta trabajadora considera que hay «poca seguridad», pero reconoce que «tampoco advertimos por sistema a los turistas porque no queremos crear alarma; a no ser que veamos que van con la mochila abierta o que no están prestando demasiada atención a sus pertenencias», manifiesta.

El hotel Marisa, por su parte, refiere que, si bien han tenido la suerte de que sus clientes no han sido víctimas de carteristas, «sí es cierto que la Policía se pasó hace algún tiempo con unos folletos informativos con los pasos a seguir si se sufre un hurto y también contenían algunas recomendaciones para evitar estos robos».

Otro sector que no es ajeno a lo que sucede en el Casco Histórico es el hostelero; en establecimientos como la Taberna El Burlaero, en la Calleja de la Hoguera, han tenido que instalar cámaras de seguridad para evitar los hurtos al descuido en la misma puerta del local; y en otros, como la Taberna Ágora, su responsable, Emilio, asegura que «hace no mucho un cliente nos contó que le habían quitado la cartera en el mismo Patio de los Naranjos. También nos relató otro que le había pasado lo mismo en la Calleja de las Flores. Siempre se produce en lugares donde se aglomera mucha gente. Ahora es cuando empiezan a registrarse más robos de este tipo y la Policía ha venido a preguntarnos sobre algún caso concreto, por si habíamos visto algo», relata.

Los trucos de los ladrones

Desde Souvenirs Alcalá, en la calle Corregidor Luis de la Cerda, a su dependienta no deja de sorprenderle «que muchos turistas a los que roban lleven tanto dinero en las mochilas. El otro día llegó una diciendo que le habían quitado 3.000 euros». Es así porque muchos no hacen noche en la ciudad, sino que la visitan como parte de un tour y viajan con todo.

«Los carteristas se suelen poner en la Puerta del Puente y no actúan solos. Me han contado que a veces muchas de las que hurtan se meten el dinero en la vagina, dentro de un preservativo. Cuando la Policía las registra no encuentran nada», señala.

Esta trabajadora sí refiere la presencia de «policía secreta, que es lo suyo porque si vas con las sirenas a pocos vas a pillar».

Fuente: www.abc.es