la receta fácil para hacerlo en casa inspirada en Diana Kennedy
El Pan de Muertos es un dulce típico de México que este 1 de noviembre, durante su Día de los Muertos –el de Todos los Santos en la cultura española–, llena las vitrinas de sus obradores. Un bollo, que representa un cráneo con dos huesos cruzados sobre él, que ha irrumpido en la oferta repostera de Madrid en los últimos años.
Se trata de una masa enriquecida con huevos y mantequilla, con toques anaranjados y anisados. A algunos les recuerda sutilmente al roscón o a los hornazos dulces que se elaboran en algunos puntos de Castilla-La Mancha. Su introducción en la capital –que adopta culturas culinarias llegadas de todo el mundo– llegó fundamentalmente de la mano de los hermanos Moreno, al frente de la histórica Pastelerías Mallorca, hace un par de años. Hoy son varios los obradores que hacen su propia versión con la base tradicional de este dulce popular.
Esta misma semana, la chef Sue Chávez, ha sacado a la venta su último libro ‘Mi cocina Mexicana’ (Larousse, 2024). Un viaje gastronómico y cultural por su país natal en el que comparte una sencilla receta de pan de muertos inspirada, tal y como ella misma cuenta, en la de la chef e investigadora británica Diana Kennedy. Una verdadera autoridad en México por su labor para desgranar y divulgar la cultura culinaria de este país como nadie había hecho hasta la fecha, por la que recibió la medalla de la Orden Mexicana del Águila Azteca, la más alta distinción que se les otorga a los extranjeros en ese país.
Esta fórmula que Sue Chávez ha adaptado está basada en la original que aparece en el libro ‘The Art of de Mexican Cooking‘ –publicado por primera vez en 1989–. Lo más complicado, explica la chef, es respetar los tiempos de fermentación. Si se es paciente, el resultado es un «delicioso y esponjoso panecillo».
Nació en Ciudad de México y trabajó durante años con Carme Ruscalleda en la cocina de Sant Pau. Llegó como becaria y fue escalando posiciones hasta lo más alto, en 2018 cuando cerró el restaurante ya se había convertido en la subchef. La cocinera catalana, la primera española en lograr las tres estrellas Michelin, firma el prólogo de este libro.
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Le Crème. Pelayo, 68.
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Pastelerías Mallorca. Velázquez, 59.
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Doble Uve. Antonio Arias, 5.
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La Mallorquina. Puerta del Sol, 8.
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Restaurante Tepic. Ayala, 14.
«La casa se impregna de un delicioso olor a azahar, naranja y mantequilla», apunta Sue Chávez sobre los recuerdos de infancia que le evoca este dulce y «la nostalgia de vivir de nuevo el Día de Muertos en México». Además, la cocinera da un consejo para regenerar aquellos que se queden duros. «Tan solo hay que calentarlo unos segundos en el microondas para que vuelva a estar esponjoso», asegura.