La productividad de las pymes, en niveles precovid tras crecer un 23% los costes laborales

La productividad de las pymes, en niveles precovid tras crecer un 23% los costes laborales




La escalada de costes que está experimentando la pequeña y mediana empresa se configura como el principal obstáculo para la ansiada mejora de la productividad. A ojos de la principal patronal de las pymes (Cepyme) es especialmente el efecto de los costes laborales lo que está lastrando esa productividad por su fuerte repunte en los dos últimos años y que supone el principal componente que presiona al alza el mix de cargas sobre el tejido productivo español, conformado en 98% por este tipo de compañías.

Concretamente, según arroja el Indicador Cepyme sobre la ‘Situación de la Pyme’ correspondiente al segundo trimestre del presente año la productividad de las pymes retrocedió un 2,3% en el segundo trimestre del año en tasa interanual, sumando seis trimestres consecutivos de caídas, y es todavía un 1,7% inferior a la del mismo periodo de 2019.

Desde la organización empresarial dirigida por Gerardo Cuerva atribuyen estas cifras, que además suponen un golpe a la competitividad de las compañías, a un avance de costes con una características concretas. Los costes generales de la pyme se mantuvieron en un entorno de estabilidad, fundamentalmente por la tendencia descendente de los precios de la energía y de los productos intermedios, aunque los ascensos de los años previos hacen que se sitúen un 22% por encima del nivel registrado en el segundo trimestre de 2019.

En este sentido, los costes laborales fueron los que continuaron presionando al alza los costes de las pequeñas y medianas empresas, pese a que retrocedieron tres décimas en relación al primer trimestre del año, entre abril y junio aumentaron un 4,5%. Este incremento corresponde al aumento del 3,9% del salario medio ordinario y del 5,4% en el resto de los costes laborales, incluidas las cotizaciones sociales.

La moderación de los costes laborales viene tras diez trimestres consecutivos de incrementos interanuales de al menos el 5% que, sin embargo, contrasta con el ritmo de incremento medio del 0,3% de los diez años previos a la pandemia. Por ello, desde Cepyme piden tener en cuenta la situación de la pyme española «a la hora de tomar medidas que supongan un nuevo aumento de costes que agrave más todavía su productividad».

Tal y como señalaba el director de Economía y Políticas Sectoriales de la Confederación, Francisco Vidal, durante la presentación del estudio a estos costes laborales cuantificados entre los salariales y el resto que incorpora un componente esencial de cotizaciones sociales también hay que añadir los que emanan de la densa regulación aprobada por el Gobierno en los últimos años. «Es mucho más difícil la adaptación a la normativa para las pequeñas empresas que para las grandes», explicaba como otra carga para los negocios que merma sus márgenes señalando que se trata de una «avalancha normativa». En este sentido, señalaba que mientras las empresas de uno y dos trabajadores están destruyendo empleo mientras que las grandes lo crean a un ritmo del 8%.

Mayor impacto en la mediana empresa

Por tamaños de empresa, la pérdida de productividad en el segundo trimestre fue más acentuada en el caso de las medianas empresas (-3,1%) que en el de las pequeñas (-1,9%), si bien en estas últimas el deterioro de este indicador encadena 18 meses de descensos, frente a 15 meses en el caso de las medianas.

De esta forma, la baja productividad se configura como uno de los principales problemas de las pequeñas y medianas empresas y afecta a la rentabilidad de estas compañías, manteniéndose la rentabilidad bruta por asalariado un 2,6% por debajo de los niveles prepandemia.

En relación a las ventas, las pymes experimentaron un avance del 4,9% en tasa interanual, si bien desde Cepyme creen que todavía no se puede hablar de un «cambio de tendencia». Este incremento se notó más en las pequeñas empresas (5,2%) que en las medianas (4,3%), aunque en el caso de las empresas pequeñas se mantienen ligeramente por debajo de los registrados a finales de 2019, antes de la pandemia. No obstante, con el efecto corrector de la inflación, el incremento de las ventas de las pymes es del 2,7% en tasa interanual y supone dos trimestres consecutivos de incrementos interanuales de las ventas.

Más coste laboral, pero más empleo

Por otro lado, los costes laborales (+4,5%) fueron mayores en las empresas pequeñas que en las medianas, con un avance del 4,7% y 3,9%, respectivamente. El incremento acumulado desde el primer trimestre de 2021 es del 23,1% en las pequeñas y del 16,9% en las empresas medianas.

Desde Cepyme, explican el mayor aumento de los costes laborales en las pequeñas empresas por las subidas del salario mínimo interprofesional (SMI), cuyo impacto es «proporcionalmente mayor en las empresas de menor tamaño porque su salario promedio, dada su menor productividad relativa, es también más bajo».

El empleo se incrementó en las pymes un 2,9% en el segundo trimestre en tasa interanual, superando los 9,3 millones de asalariados, la mayor variación de los últimos siete trimestres. Por tamaño de empresa, en las empresas pequeñas el incremento interanual del número de asalariados en el segundo trimestre fue del 1,9%, el más moderado desde 2022, alcanzando los 6,49 millones de trabajadores. Por su parte, el empleo en las empresas medianas creció un 5,3%, el mayor aumento desde septiembre de 2022, alcanzando los 2,87 millones de trabajadores.

No obstante, desde Cepyme avisan de que este crecimiento del empleo, superior a las ventas, incrementa el coste laboral por unidad vendida y repercute negativamente en la productividad, especialmente en el caso de las empresas más pequeñas, así como en su capacidad de acometer nuevas inversiones o generar más empleo.

Destrucción de 5.000 pequeñas empresas en un lustro

En el segundo trimestre, aumentó un 0,4% el número de pequeñas empresas con empleados en tasa interanual, el menor incremento en cuatro trimestres, mientras que el número de empresas medianas aumentó un 4,5%, el mayor incremento desde septiembre de 2022.

Sin embargo, el volumen de empresas pequeñas retrocedió un 0,4% en comparación al segundo trimestre de 2019, mientras que el firmas medianas creció un 10,5%. En términos absolutos, hay 5.100 empresas pequeñas menos que en el segundo trimestre de 2019, y 2.700 compañías medianas más. El saldo total arroja 2.400 pymes con empleados menos que hace cinco años.

En relación a la financiación, el tipo de interés medio pagado por las pymes fue del 4,81%, ligeramente inferior al del trimestre anterior (4,91%), pero un 3,2% puntos porcentuales superior al de hace dos años. De esta manera, entre abril y junio, las pymes obtuvieron nuevos préstamos bancarios por un importe de 43.600 millones de euros, eliminado el efecto de la inflación. De estos nuevos préstamos, 33.500 millones de euros correspondieron a empresas pequeñas (+6,2% en tasa interanual) y 10.100 millones a empresas medianas (+8,3%).

Fuente: www.abc.es