La Polícia Nacional desarticula una banda dedicada a la comisiones de estafas bancarias que deja 73 víctimas
La Policía Nacional ha desarticulado una organización criminal dedicada, presuntamente, a la comisión de estafas bancarias. Los agentes han realizado tres entradas y registros donde han sido detenidas 15 personas, incluido el líder de la organización. Las detenciones se han llevado concretamente en Tarrasa y Sabadell, aunque la banda actuaba por todo el territorio nacional.
La actuación comenzo tras una denuncia interpuesta en el año 2023 por una entidad financiera cuando uno de sus clientes sufrió un perjuicio económico por un uso no autorizado de sus tarjetas bancarias. Los agentes también encontraron pruebas de que los miembros falsificaban recetas médicas para obtener fármacos como ansiolíticos y antidepresivos. Además encontraron indicios donde se dedicaban, presuntamente, al trafico con sustancias estupefacientes, disponiendo en sus domicilios de utensilios para la elaboración de las mismas. Además, también encontraron dispositivos para falsificar monedas en curso legal.
Las autoridades estiman que la organización estafó 125.000 euros a un total de 73 víctimas. En los registros en ambas ciudades de Cataluña, encontraron dos armas blancas, dos básculas de precisión, lingotes de oro, relojes de alta gama, 46.000 euros en criptomonedas, 32 teléfonos móviles y una impresora para la producción de tarjetas bancarias.
La organización criminal presuntamente empleaba herramientas de software para realizar llamadas a las víctimas, suplantando números de teléfono, para ganarse su confianza y poder vaciar sus cuentas bancarias en una técnica conocida como ‘spoofing‘. También empleaban otro métodos como el ‘phising’ bancario o la conocida estafa como el hijo en apuros.
Complejo aparato finaciero para blanquear
La banda criminal blanqueaba el dinero a través un complejo aparato financiero que incluía una red de mulas de dinero distribuidas por todo el país. Dichas mulas colaboraban con la organización poniendo a su disposición sus propias cuentas bancarias para recibir trasferencias fraudulentas obteniendo a cambio una recompensa de 20 euros de una manera veloz para dificultar su rastreo dando una apariencia legal.