La oposición socialdemócrata gana las elecciones en Islandia
La opositora Alianza Socialdemócrata ha ganado las elecciones legislativas anticipadas en Islandia y podría formar gobierno, pero necesitaría el apoyo de otras dos fuerzas políticas, según el recuento final difundido por la Autoridad Electoral.
Escrutado el 100% de los votos, los socialdemócratas han obtenido el 20,8%, por delante del conservador Partido de la Independencia del primer ministro, Bjarni Benediktsson, con el 19,4%, y el liberal Reforma, otra fuerza opositora, con el 15,8%. El Partido del Pueblo ha logrado el 13,8%; el Partido de Centro, el 11,5%; y el Partido Progresista, que integraba la coalición en el poder, el 7,8%.
Dos fuerzas han perdido sus escaños en el Parlamento: el Movimiento de Izquierda Verde (2,3%), en el gobierno hasta octubre pasado y cuya salida provocó el adelanto electoral, y el Partido Pirata (3%). El Partido Socialista, al que los sondeos situaban en la Cámara, se ha quedado en el 4%, lejos de la barrera mínima del 5%.
El resultado supone la segunda derrota electoral del Partido de la Independencia desde que Islandia se separó de Dinamarca en 1944: la anterior se había producido en 2009, en medio de la mayor crisis económica en la historia reciente del país, y entonces también ganaron los socialdemócratas.
En Islandia no hay tradición de gobiernos en minoría
Tanto estos como Reforma duplican porcentaje y escaños, pero la suma de las dos fuerzas (26 mandatos) no alcanza los 32 que marcan la mayoría absoluta en la Cámara, por lo que sería necesario al menos el apoyo de otra fuerza política, ya que en Islandia no hay tradición de gobiernos en minoría.
Durante el tradicional debate de líderes políticos celebrado esta madrugada en la televisión pública RÚV, la líder socialdemócrata, Kristrún Frostadóttir, rechazó gobernar con los conservadores y elogió a la líder del Partido del Pueblo, Inga Sæland.
Los socialdemócratas y los liberales son las dos únicas fuerzas parlamentarias claramente a favor del ingreso en la Unión Europea (UE), aunque sólo estos últimos han defendido de forma abierta en campaña la celebración de un referendo. El Partido del Pueblo, en cambio, se alinea con los escépticos a formar parte de la UE.
Islandia, un país tradicionalmente escéptico hacia Bruselas, solicitó el ingreso en la UE en 2009, después de sufrir la peor crisis económica de su historia reciente y con un gobierno liderado por la socialdemocracia, pero la retiró seis años después coincidiendo con el cambio en el poder. Los partidarios del «no» han sido históricamente mayoría, pero en los últimos meses las encuestas apuntan a que la situación se ha revertido.
El resultado supone un duro golpe para la coalición que ha gobernado en los últimos siete años, con una caída conjunta de 24 puntos porcentuales y 18 mandatos. Los conservadores ceden casi cinco puntos y pierden dos escaños, mientras que los «progresistas» retroceden casi diez y ceden ocho diputados.