La ONU denuncia récord de cooperantes asesinados en 2024
Naciones Unidas ha declarado el año 2024 como el más letal jamás registrado para los trabajadores humanitarios. La organización ha contabilizado 281 muertes en lo que va de año y alerta que la tendencia es ascendente. El principal motivo de esta cifra récord es la guerra de Israel en Gaza, donde han perdido la vida unos 230 trabajadores desde el 1 de enero.
«Los trabajadores humanitarios están siendo asesinados a un ritmo sin precedentes y su valentía y humanidad están siendo respondidas con balas y bombas», ha denunciado este viernes el secretario de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher. «Esta violencia es inadmisible y devastadora para las operaciones de ayuda humanitaria. Los Estados y las partes en conflicto deben proteger a los trabajadores humanitarios, respetar el derecho internacional, perseguir a los responsables y poner fin a esta era de impunidad», ha añadido.
“Están siendo asesinados a un ritmo sin precedentes“
Los bombardeos de Israel sobre los territorios palestinos han sido el principal motivo de estos 281 asesinatos, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés). La extensión de la guerra en Gaza al Líbano hace temer que estos números aumenten en lo que queda de año.
Los trabajadores humanitarios, protegidos por los Convenios de Ginebra
La mayoría de víctimas, incluyendo personal de organizaciones no pertenecientes a la ONU como la Cruz Roja y la Media Luna Roja, eran trabajadores locales: 268 frente a 13 de personal internacional, según cifras de la Base de Datos de Seguridad de los Trabajadores de Ayuda Humanitaria (AWSD, por sus siglas en inglés), un proyecto financiado por Estados Unidos y gestionado por Humanitarian Outcomes, con sede en Reino Unido.
En un comunicado, la OCHA ha advertido de que la violencia contra personal humanitario «forma parte de una tendencia más amplia a dañar a civiles en zonas de conflicto». El portavoz de la OCHA, Jens Laerke, ha declarado ante un grupo de periodistas en una rueda de prensa en Ginebra este viernes que las cifras registradas son «una conmoción» para toda la comunidad humanitaria, especialmente para aquellos trabajadores que «están en primera línea de frente». «Están trabajando de manera desinteresada en lugares como Gaza, Sudán, Líbano o Ucrania, entre otros. Muestran lo mejor que la humanidad tiene para ofrecer y a cambio están siendo asesinados en cifras récord», ha añadido.
El pasado 24 de mayo, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la Resolución 2730 en respuesta de la creciente violencia y amenazas hacia los trabajadores humanitarios. Dicha resolución dicta al secretario general de la organización a recomendar diferentes medidas para prevenir y responder a este tipo de incidentes, así como a mejorar la protección del personal y a la rendición de cuentas. Estas propuestas se presentarán en una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU el próximo 26 de noviembre, según indica el comunicado de la OCHA.
Más de 320 trabajadores humanitarios asesinados desde que estalló la guerra en Gaza
Desde que estalló el último conflicto entre Israel y la milicia palestina de Hamás el pasado 7 de octubre de 2023, han muerto más de 320 trabajadores humanitarios. La mayoría de ellos, asesinados mientras brindaban asistencia humanitaria, eran miembros de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés).
El año 2023 también registró cifras récord de trabajadores humanitarios asesinados en comparación con años anteriores, con un total de 280 asesinatos en 33 países diferentes. Laerke aseguró que las amenazas a los trabajadores humanitarios «se extienden más allá de Gaza, con altos niveles de violencia, secuestros, lesiones, acoso y detención arbitraria denunciados en Afganistán, República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Sudán, Ucrania y Yemen, entre otros».
Durante el año pasado se registraron más de 33.000 muertes de civiles en 14 conflictos armados diferentes, un 72% más con respecto a 2022, según el informe de la OCHA. El texto también asegura que «a pesar de los peligros, las organizaciones humanitarias siguen prestando asistencia vital, llegando a casi 144 millones de personas necesitadas el año pasado».