La Justicia confirma el archivo de la causa contra los Mossos por la joven que perdió un ojo con ‘foam’
La Audiencia de Barcelona ha confirmado el archivo de la causa contra los Mossos por la actuación en la que una joven de 19 años perdió el ojo derecho tras recibir el impacto de un proyectil de ‘foam’, el 16 de febrero de 2021 en Barcelona, durante las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hásel. En un auto, fechado este pasado 3 de octubre, la Sección 21ª justifica su decisión ante «absoluta falta de indicios» de que algún agente actuase incumpliendo el protocolo de uso de la lanzadora de estos proyectiles.
Los magistrados apuntan que, a pesar de que «no resulta aventurado concluir» que la lesión, efectivamente, la produjo un proyectil de la Policía catalana -pese a que Asuntos Internos apuntó que la ausencia de restos biológicos no permitía probarlo-, no se puede presuponer «el incumplimiento del protocolo cuando no contamos con elementos indiciarios» para ello.
La resolución recuerda que los agentes, durante sus declaraciones, aseguraron haberse ceñido a la normativa de uso de las lanzadoras, y que la propia víctima «no los vio disparar». Sostienen así los magistrados que las alegaciones de los recursos sobre la ‘mala praxis’ de los policías «son meras conjeturas, y que el empleo de proyectiles de foam, según el citado protocolo, se justifica cuando su objetivo es «neutralizar conductas violentas que pueden provocar lesiones en las personas y en las cosas». También que se debe disparar «priorizando las zonas del pecho hacia abajo« y que »no se dispara a la cabeza».
A pesar de que la víctima perdió el ojo derecho por el impacto de un proyectil, la Audiencia Provincial indica que «no existe una declaración, imagen o vídeo» que permita inferir que el disparo fuese «un acto voluntario o imprudente» de un mosso. Y tampoco saber cuál de los dos investigados disparó el foam. Concluye así que su actuación «estuvo debidamente autorizada» y que «se llevó a cabo» conforme «a los protocolos vigentes».
Tras conocer la resolución judicial, tanto la acusación particular como la popular, que ejerce la asociación Irídia, han reprochado que la lesión a la joven «ha quedado impune», y vuelven a denunciar la peligrosidad del empleo de proyectiles de foam, debido a su falta de precisión.