La jueza acepta cerrar los casos electorales contra Donald Trump
La jueza federal del Distrito de Columbia Tanya Chutkan ha desestimado este lunes el caso contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, por injerencia electoral y por el asalto al Capitolio. El fiscal especial encargado de ambos procesos, Jack Smith, lo había solicitado unas horas antes.
El reglamento estadounidense impide que un presidente en ejercicio esté procesado por la ley y, por ello, el archivo de sus casos penales se encontraba en la cuenta atrás para el magnate.
Ahora, «la posición del Departamento (de Justicia) es que la Constitución exige que este caso sea desestimado antes de que el acusado tome posesión», ha subrayado el fiscal en un documento de seis páginas publicado por la CNN. Smith ha dicho a la Corte que el «principio de inmunidad» que cobija al presidente electo pone fin al caso.
El futuro presidente se ha manifestado poco después de conocerse la noticia y, en su red social Truth. Ha catalogado el caso como procesos «vacíos y sin ley, y nunca deberían haber sido presentados». «Más de 100 millones de dólares de los contribuyentes han sido desperdiciados en la lucha del Partido Demócrata contra su oponente político, yo», ha asegurado.
Esta medida sigue a la desestimación de un caso similar que involucraba el supuesto intento de Trump de anular los resultados de las elecciones de 2020, influenciado por los fallos de la Corte Suprema sobre la inmunidad presidencial.
Retención ilegal de documentos confidenciales
Ya en julio, la jueza federal Aileen Cannon —del caso contra Trump por ocultar documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca— anuló todo el proceso al dictaminar que el nombramiento y la financiación del fiscal especial Jack Smith fue ilegal. En noviembre el letrado solicitó al Undécimo Tribunal de Apelacion anular el proceso por considerar inconstitucional el nombramiento del fiscal especial en este caso.
El equipo del fiscal había presentado una acusación contra Trump por la retención ilegal de documentos confidenciales y obstrucción de estos en Mar-a-Lago, su residencia en Palm Beach, en el sureste de Florida, tras abandonar la Casa Blanca en 2021. Trump se declaró no culpable en este proceso, en el que también estaban acusados Waltine Nauta y Carlos de Oliveira, asistente personal y administrador de la propiedad de Mar-a-Lago, respectivamente.
La juticia sí que proseguirá los casos contra Nauta y Oliveira «porque, a diferencia del acusado Trump, no se les aplica ningún principio de inmunidad temporal», ha explicado Smith.
Primer presidente procesado
El líder republicano se enfrentaba a varios cargos por conspirar contra Estados Unidos: por impedir que el Congreso certificara los resultados y las actas recogidos en las urnas y por conspirar contra el derecho al voto. En agosto de 2023 fue imputado por un jurado de Washington y la acusación defendió que Trump manipuló a los manifestantes al hacerles creer que el entonces vicepresidente, Mike Pence, podría cambiar los resultados de las elecciones. Tras su negativa, sus simpatizantes asaltaron el Capitolio el 6 de enero.
Durante el intento de golpe de Estado, mientras el presidente electo Joe Biden denunciaba un «asalto a la democracia» y pedía al líder republicano que detuviera la «insurrección», Trump pidió a sus seguidores que se marcharan a casa, pero nunca abandonó las repetidas denuncias de fraude que condujeron al ataque al Capitolio.
Así, el 5 de abril de 2023, Trump se convirtió en el primer expresidente estadounidense en comparecer ante un juez acusado de cargos penales. El político acaparó la atención mediática mientras denunciaba ser víctima de una «caza de brujas». Además, su imputación por el presunto pago a la actriz porno Stormy Daniels supuso una decisión sin precedentes en la historia del país, sentando a su primer expresidente en el banquillo.
La jueza federal del Distrito de Columbia deja abierta la posibilidad de que los procesos contra Trump suspendidos ahora se reinicien al terminar su mandato.