La herramienta clave para gestionar el agua regenerada en el olivar
Las aguas regeneradas triplicarán su peso en Andalucía de aquí a 2027, según prevé la planificación hidrológica vigente, por lo que están llamadas a tener un peso fundamental en el ‘mix hídrico’ de las cuencas litorales, donde su aplicación tiene mayor potencial.
Con la intención de facilitar su gestión ha nacido Hagro, un proyecto de innovación promovido por Feragua, Cetaqua, Amaya, Universidad de Córdoba y Agbar Agriculture, que desarrollará una solución digital para la gestión de los riesgos asociados al uso de aguas regeneradas en el cultivo del olivar.
La iniciativa pretende, según sus impulsores, facilitar el cumplimiento de la normativa europea por parte de todos los actores implicados, que exige la adopción de un sistema de gestión de riesgos que contribuya a la rápida detección y solución de posibles incidencias. Se trata, en definitiva, de propiciar el empleo seguro de estos recursos hídricos no convencionales, con plena garantía para el medio ambiente y para la salud humana y vegetal.
Toda la cadena de valor
Para ello, la herramienta generada abarcará toda la cadena de valor, desde el operador de la planta depuradora hasta los usuarios finales, los regantes, e incluirá asimismo todas las infraestructuras intermedias de gestión del agua de riego, como balsas de regulación y redes de distribución.
En concreto, a los operadores de plantas de tratamiento ayudará a la hora de poner en marcha los Planes de Seguridad de Saneamiento, así como la monitorización de los riegos.
Para las comunidades de regantes, servirá para prestar servicios «de alto valor añadido» basados en datos y, para los regantes, Hagro significará disponer de un caudal de información «constante, fiable y transparente que valide la trazabilidad del agua regenerada como fuente segura y sostenible».
Finalmente, para la administración pública, supondrá disponer de una herramienta de gestión de riesgos que asegure el correcto funcionamiento de sistemas de riego con agua regenerada.
Y es que el marco, tanto regulatorio como hidrológico, es muy favorable. En concreto, en el conjunto de las cuencas andaluzas, el volumen de aguas regeneradas se prevé aumente de 63,68 a 174,21 hm3/año hasta 2027. Dentro de las cuencas litorales, es en las cuencas mediterráneas andaluzas donde se prevé el mayor desarrollo, pues las aguas regeneradas están llamadas a quintuplicar su volumen de aquí a 2027.
El olivar de regadío representa el 33,5% de la superficie total de este cultivo en Andalucía
Las aguas regeneradas representan una oportunidad especialmente relevante para el sector del olivar, que necesita dar con recursos no convencionales que garanticen la disponibilidad de agua para su riego.
El olivar de regadío representa el 33,5% de la superficie total de este cultivo, y aporta el 24% del valor total de la producción agrícola andaluza. Sin embargo, al ser el cultivo más extendido, es necesaria una garantía hídrica que, según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, supone el el 21% de la demanda total de agua del regadío en la región. Es, por tanto, uno de los más amenazados por las perspectivas del cambio climático, con ciclos más amplios de sequía y temperaturas más elevadas.