la fortaleza del siglo IX que está en Andalucía y tiene habitaciones para reyes
Trasladarse en un mundo medieval y sentir en primera persona las historias épicas como las de John Snow, los Stark, los Lannister o Khaleesi es posible en Andalucía. Sobre un promontorio calizo situado a más de trescientos metros sobre el nivel del mar se encuentra una antigua fortaleza medieval árabe y cristiana convertida en hotel en el que es inevitable experimentar un emocionante viaje en el tiempo hacia el medievo.
Así, en el pequeño municipio de Monda (Málaga), este antiguo castillo del siglo IX se ha convertido en el Hotel Castillo de Monda, un alojamiento hotelero con un gran restaurante con mucho encanto que se sitúa a sólo 15 minutos del casco antiguo de Marbella y 30 minutos de Málaga. Según explican en su página web, la estructura de este peculiar establecimiento conserva todavía una de sus torres originales y partes de los muros del interior.
El hotel combina el estilo andaluz de sus orígenes con una decoración actual y ofrece además numerosas salas comunes, restaurantes y spa. Como la mayoría de castillos, su ubicación sobre una colina ofrece vistas asombrosas de los alrededores, destacando la sierra de las Nieves, el valle de Guadalhorce e incluso la bahía de Málaga.
Según indican en la página web, este hotel de cuatro estrellas es el sitio idóneo para bodas, eventos corporativos, fines de semana y también para pasar unas vacaciones relajadas.
El precio por noche suele oscilar entre los 112 euros y los 218 euros, aunque depende de las fechas y de los servicios, como si se elige reservar desayuno bufé libre o no.
El hotel cuenta con piscina al aire libre, un bar, un restaurante con una amplia selección de comidas, organizan eventos y además ofrecen un servicio de alquiler de coches.
Historia
El hotel se encuentra dentro de la fortaleza de al-Mundat, que se asienta sobre una elevación del terreno: el cerro de la Villeta. Aunque la arqueología ha encontrado en este lugar algunos escasos vestigios de época ibérica lo cierto es que es durante época islámica en que se construye una primera fortaleza. En concreto, esto fue hacia finales del siglo IX asociada a la revuelta e Omar Ibn Hafsún y destruida hacia 920 tras la desarticulación de la sublevación y la pacificación de al-Andalus.
Ha sufrido numerosas modificaciones en la época de las invasiones de los imperios norteafricanos, durante la época de taifas y el período nazarí. Tras caer en manos castellanas fue desmantelado y hacia 1569 incendiado su barrio de viviendas por los moriscos durante una dura revuelta. Hoy día sus más que evidentes restos se integran en un hotel con encanto que trata de conciliar la estética castrense con el uso residencial.
Actualmente conserva de forma parcial dos estructuras: la celloquia, que era el lugar más elevado y fortificado y que se correspondería con la zona más elevada del hotel junto con su patio. Conserva lienzos de muralla, una torre y un aljibe, ocultos en la construcción del hotel.
La segunda estructura sería el al-bacar, la zona amurallada que da de cara al norte y que hoy día la ocupa un olivar. Es el espacio comprendido dentro del recinto amurallado y cuya finalidad era la de albergar a la población y el ganado, especialmente durante las incursiones del enemigo. Con el tiempo la población se asentaría permanentemente en esta zona del castillo, constituyendo lo que se ha venido a denominar la Villa Vieja.
Leyenda
Sobre esta fortaleza hay algunas leyendas. Una de ella es la que cuenta cómo la hija del alcaide de Monda, Beatriz, se enamoró del Arturo, hijo del alcaide de la vecina villa de Tolox. Ambos vivieron una apasionada historia de amor hasta que éste hubo de partir a las recién descubiertas tierras americanas. Arturo le regaló a su amada una flor del almendro y le dijo: «esta flor es mi corazón». Pasó el tiempo y un día de la flor brotó una gota de sangre. Beatriz comprendió que su amado había muerto allende los mares y murió al instante de tristeza.
«Y desde entonces la sombra de Beatriz, conocida como la Buena Villeta vaga por las ruinas del castillo, apareciéndose en los atardeceres a las gentes de Monda, quienes todavía, por la noche, oyen los quejidos y la voz plañidera de la doncella sin ventura que murió de mal de amores» (Diego Vázquez de Otero).
Polémica
Hace once años -un año después de que abriera el hotel-, sobre esta antigua fortaleza corrieron ciertas habladurías sobre especializarse en una práctica sexual conocida como «swinger».
Aunque algunos de los vecinos del pueblo desconocían en qué consistía esta práctica, una vez que descubrieron que el establecimiento se publicitaba en internet como un lugar para el intercambio de parejas todos lo tuvieron bastante claro. Y hubo una gran variedad de opiniones respecto si era o no una buena alternativa para esta edificación.
A favor se mostraron algunos jóvenes del pueblo que creían que era una buena idea para la localidad porque, además, generaría dinero en la zona. Las personas de más edad, por el contrario, se encontraron entre los más críticos. Tildaron la idea de poco seria e «inmoral».
Lo que está claro es que las actividades del Castillo de Monda no dejaron durante ese tiempo a nadie indiferente en el pueblo porque el castillo cuenta con mazmorras y torreón, pero en lugar de usarse para la tortura o para rodar series como Juego de Tronos se utilizaron al menos en otro tiempo para otro tipo de juegos de adultos.