La FINUL advierte de que los ataques reducen su capacidad de observación

La FINUL advierte de que los ataques reducen su capacidad de observación






El portavoz de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (FINUL), Andrea Tenenti, ha advertido de que la capacidad de observación es «muy limitada» debido a los ataques perpetrados por Israel en la zona y a los daños en las torres de vigilancia.

Los ‘cascos azules’ se encuentran en Líbano de conformidad a la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que puso fin a la guerra entre Hizbulá e Israel en 2006. Israel comenzó una incesante campaña de bombardeos contra el Líbano el 23 de septiembre y, desde entonces, la FINUL ha denunciado varios ataques atribuidos a Israel en los que han resultado heridos algunos de sus soldados.

La FINUL está dirigida actualmente por el español Aroldo Lázaro y cuenta con 10.031 militares pertenecientes a 49 países. Este martes, Tenenti ha confirmado que Argentina ha pedido a tres de sus oficiales que regresen a su país, aunque se ha negado a comentar el motivo de su retirada.

En el cuartel general de la ONU en Líbano: «Hay un peligro real de un conflicto más amplio en la región»

Las declaraciones de Tenenti llegan en un momento en el que el mediador estadounidense para el conflicto en Líbano, Amos Hochstein, ha afirmado desde Beirut que se han «reducido las diferencias» para alcanzar una tregua entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá.

«He vuelto a Líbano porque tenemos una oportunidad real de poner fin a este conflicto«, ha aseverado en una rueda de prensa en la capital libanesa tras reunirse con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri.

El fuego cruzado entre Hizbulá e Israel -que comenzó el 8 de octubre de 2023, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza-, ha causado la muerte de al menos 3.516 personas en Líbano, mientras que otras 14.929 han resultado heridas. La mayoría de las víctimas se han registrado en los últimos dos meses.

Tres palestinos muertos en una incursión israelí en Yenín

El Ejército israelí ha matado a tres presuntos milicianos palestinos durante una operación militar en una vivienda en Yenín, en el norte de Cisjordania.

«Estamos al tanto de la eliminación de tres terroristas«, ha asegurado a la agencia EFE un portavoz del Ejército israelí, que habitualmente emplea la palabra «terrorista» para referirse indistintamente tanto a milicianos palestinos como a individuos que llevan a cabo ataques espontáneos contra las tropas o los ciudadanos israelíes.

Las víctimas de la operación militar han sido identificadas por el Ministerio de Sanidad como Raed Abdul Rahman Sadiq, de 24 años, Anwar Nidal Tawfiq Sabaneh, de 25 años, y Suleiman Adnan Suleiman Tazazaa, de 32.

Las tropas israelíes también mantienen un cerco en Yenín, bastión de las milicias palestinas. Desde hace horas, excavadoras del Ejército han destruido distintas infraestructuras, como el campo de fútbol juvenil o la línea eléctrica del barrio de Al Damj, lo que ha provocado un corte de energía en el campamento de refugiados.












Termina el asedio a la ciudad de Yenín por parte del Ejército israelí tras 10 días


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Transcripción completa

Los vecinos de Jenin

han tenido que esperar
a que salieran los soldados

para enterrar los cuerpos
que aún estaban en la morgue.

Una multitud
ha despedido a varios milicianos

en un funeral cargado de tensión,

entre ráfagas de disparos y gritos
contra la ocupación.

En las calles,
los daños son evidentes.

El ejército ha destruido
vías y carreteras

y, ha dejado
a buena parte de la población

sin luz y sin agua potable.

«Estamos escuchando todavía
algunos disparos;

se supone que son de milicianos.

Los escuchamos en esta zona
del campo de refugiados,

donde se ha desarrollado
esa ofensiva militar israelí

que ha durado diez días.

Los soldados israelíes han quemado,

han hecho explotar alrededor
de una treintena de viviendas.

Seguimos escuchando disparos.

Estamos en una de esas casas
que ha sido completamente destruidas

Había aquí una familia
a la que los soldados

obligaron a salir.

Samy,
el dueño de esta casa,

nos cuenta que los soldados
le obligaron a salir

y a llevarse a su familia,
entre ellos a su madre de 85 años.

Luego arrojaron
una granada incendiaria.

Nadie le ha dado
ninguna explicación.

Y no sabe cómo reparar todo esto.

Trabaja en el ayuntamiento,

pero no le pagan
desde hace ocho meses.

Durante la ofensiva israelí

la población ha permanecido
confinada en sus casas,

aterrorizada,
escuchando disparos y explosiones.

Los soldados también entraron
en casa de Mahmudy

y, se lo llevaron detenido.

Ha estado esposado cuatro días
en una base militar,

privado de comida y del sueño,
dice.

Se han llevado
a dos de sus hermanos,

detenidos, sin cargos.

El ejército israelí asegura
que ha eliminado a terroristas

y se ha incautado de armamento.

El ministro de Defensa dice
que «sólo han cortado el césped

y, que volverán
para arrancar las raíces».

Termina el asedio a la ciudad de Yenín por parte del Ejército israelí tras 10 días

La agencia de noticias palestina Wafa ha informado de que el Ejército israelí ha desplegado a soldados en los alrededores de la mezquita de Al Asir, en las afueras del campamento de refugiados de Yenín, entre los que se encuentran francotiradores.

El Ejército israelí ha intensificado sus ya frecuentes incursiones en Cisjordania tras los ataques de Hamás del 7 octubre y, desde entonces, han muerto unos 786 palestinos en incidentes violentos con Israel -de los cuales más de 167 son menores-, principalmente por disparos de los soldados israelíes, pero también una decena de ellos a manos de colonos.

Por otra parte, en la Franja de Gaza han muerto en las últimas 24 horas al menos 50 palestinos. «La ocupación israelí ha cometido tres masacres contra familias en la Franja de Gaza. Causó 50 mártires y 110 heridos han llegado a los hospitales», ha indicado el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.

La cifra total de fallecidos en más de 13 meses de guerra en la Franja de Gaza se ha elevado hasta los 43.972 palestinos, mientras 104.008 han resultado heridos por los ataques israelíes, según cifras del Ministerio gazatí. El número de niños fallecidos en la ofensiva israelí ha crecido a 17.492, mientras las mujeres fallecidas ascienden a 11.979. Juntos constituyen el 70% de las víctimas mortales en el enclave palestino.

Al menos 20 muertos en redadas de Hamás contra bandas que saquean camiones de ayuda

Los saqueos a camiones de ayuda se han convertido en un problema creciente en la Franja de Gaza, donde este sábado un convoy de 109 camiones fletado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) fue «violentamente saqueado».

Unos 20 palestinos han muerto en operaciones de las autoridades de Hamás en el sur de la Franja de Gaza contra las bandas criminales que saquean los camiones de ayuda humanitaria que entran al enclave, según han confirmado fuentes oficiales gazatíes.

«Una veintena de ladrones de camiones de ayuda murieron ayer en una operación llevada a cabo por los servicios de seguridad en colaboración con los comités tribales», ha indicado este martes una fuente del Ministerio de Interior gazatí al canal de televisión Al Aqsa, vinculado a Hamás.

«Este operativo de seguridad no será el último. Es el comienzo de una operación más amplia planificada detalladamente, que busca llegar a todos los implicados en el robo de camiones de ayuda«, ha afirmado la fuente de Interior, que ha prometido «castigar con mano de hierro» a estas bandas.

La ONU ha insistido en que son necesarios al menos 350 camiones diarios para cubrir las necesidades de los gazatíes. Israel argumenta que no hay límite a la ayuda que puede entrar en Gaza, y culpa a Naciones Unidas y otros organismos humanitarios de no tener recursos suficientes para distribuir el material. En octubre entraron menos camiones con ayuda humanitaria en Gaza –990, según datos de la ONU– que cualquier otro mes desde el inicio de la guerra.

El Ministerio de Interior gazatí ha insistido en que esta campaña, que se lleva a cabo con el apoyo de diversas facciones palestinas, no va dirigida «contra clanes concretos» pero sí pretende eliminar el fenómeno del robo de camiones, «que ha afectado gravemente a la sociedad y provocado signos de hambruna en el sur de la Franja de Gaza».

Fuente: www.rtve.es