La extrema derecha alemana vuelve a atacar el estilo Bauhaus
Con sus líneas rectas, apartamentos funcionales y lámparas de acero, la Bauhaus dio forma a la modernidad. Las ideas de la Escuela de Arte de Weimar siguen todavía hoy presentes en la arquitectura y el diseño, a pesar de que su estilo fue rechazado por los nazis por «judío» y «bolchevique», hasta su cierre en 1932. La historia de la Bauhaus y la extrema derecha alemana han vuelto a cruzarse ahora, justo a tiempo para el centenario de la apertura de la escuela en Dessau, que la ciudad se dispone a celebrar por todo lo alto.
El grupo parlamentario de Alternativa para Alemania (AfD) en Sajonia-Anhalt ha presentado en el parlamento de Magdeburgo una moción bajo el título ‘El camino equivocado del modernismo’, en la que pide un «examen crítico» de la Bauhaus, para crear una «imagen general seria y cultural-histórica», y en la que cita como motivo la supuesta «alienación de las personas de su entorno».
La Bauhaus se fundó en Weimar en 1919 y, debido a la presión política, se trasladó en 1925 a Dessau, ciudad gobernada entonces por los socialdemócratas. El Partido Nacional Socialista de Hitler (NSDAP) también ganó las elecciones allí en 1931 y en cuanto le fue posible cerró la Bauhaus. La escuela sólo continuó existiendo en Berlín, pero los nazis ordenaron arrestos y redadas, enmarcados en la persecución del ‘arte degenerado’, hasta que los artistas finalmente se separaron en 1933.
Al igual que los nazis de entones, los diputados de AfD ven ahora los edificios de la Bauhaus como pecados arquitectónicos. «El énfasis en la sobriedad y el minimalismo a menudo dio como resultado una arquitectura impersonal, fría, poco acogedora y poco atractiva», dice el texto parlamentario, «suprime las tradiciones regionales» y, en última instancia, «en su uniformidad, se acerca al comunismo». Por eso han pedido al parlamento regional que impida una «glorificación unilateral» de su legado en los actos de aniversario previstos para 2025 y 2026.
Debate parlamentario
Durante el debate parlamentario, el diputado de AfD Hans-Thomas Tillschneider dijo literalmente que la Bauhaus había «violado la necesidad humana de seguridad y comodidad de acuerdo con todas las reglas del arte». «Soy un admirador de la época guillermina y del Art Nouveau», ha aclarado sus gustos a la prensa el líder del grupo parlamentario regional, Oliver Kirchner, en referencia a dos estilos que pertenecen al período imperial. Cuando se le preguntó si podía nombrar un edificio exitoso construido después de 1920, Kirchner prefirió guardar silencio. A pesar de que no cuenta con mayoría suficiente como para sacar adelante la moción, su mera presentación está ya mediatizando y condicionando la celebración del aniversario.
«Sí, todo sería gracioso si no fuera tan trágico», lamenta la directora de la Fundación Bauhaus Dessau, Barbara Steiner, que garantiza que las celebraciones no realizarán ninguna «glorificación unilateral» y ha recordado que los museos son importantes fuentes de ingresos para el turismo y atraen a miles de visitantes cada año. Steiner denuncia que «estamos hablando de una instrumentalización para el discurso nacionalista y el desplazamiento hacia el aislamiento y la exclusión, sacando deliberadamente fuera de su contexto el movimiento».
E insiste en que la Fundación Bauhaus Dessau lleva años examinando científicamente el legado, incluido el papel de sus artistas en el nacionalsocialismo, como el arquitecto Ludwig Mies van der Rohe. El director del Museo de Arte Moritzburg en Halle, Thomas Bauer-Friedrich, ha prevenido por su parte contra «un nuevo desarrollo amenazante», en el que «AfD quiere que el gobierno influya en el trabajo sustantivo de la Fundación Bauhaus Dessau, lo que constituye una clara interferencia con la libertad académica, con la libertad del arte y la ciencia».
Desde que la AfD entró en el ayuntamiento en 2014, ha estado argumentando continuamente contra la Universidad Bauhaus y la fundación. En 2018, torpedeó un concierto de la la banda de punk Feine Sahne Fischfilet que la dirección de la Bauhaus, temiendo por la integridad del evento, decidió cancelar. Ahora constituye el segundo grupo parlamentario regional, con el 25,5% de los votos en las últimas elecciones.