La empresa familiar advierte de la sobrecarga regulatoria y fiscal: «Las cosas tienen un límite»
«Hemos avanzado en sostenibilidad ambiental, hemos mejorado los salarios y hemos avanzado también en presión fiscal. No nos quejamos. Pagar impuestos es nuestra responsabilidad como empresas. Pero hay que empezar a mirar por la competitividad y tener en cuenta que tenemos que competir y deberíamos poder hacerlo en condiciones similares. Las cosas tienen un límite. No podemos pasarnos de rosca». El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Ignacio Rivera, presidente del grupo cervecero que opera bajo la marca Estrella Galicia, ha querido poner en el foco de su discurso de la jornada de clausura del XXVII Congreso Nacional de la Empresa Familiar la necesidad de cuidar la capacidad de competir de las empresas y la necesidad de modular las cargas regulatorias.El presidente del lobby ha seguido el camino marcado un día antes por los más de 600 empresarios familiares que han participado del que es el principal cónclave empresarial español al señalar la presión regulatoria y los cambios normativos como la principal amenaza para el crecimiento de la economía.Rivera ha reivindicado el impacto positivo de las empresas familiares no solo sobre los trabajadores que desarrollan sus tareas en sus plantillas sino también sobre las sociedades en que operan. Ha subrayado en este sentido el valor de que empresas de alcance multinacional como Cosentino o Inditex hayan decidido mantener su sede en lugares como Almería o Galicia pese a su dimensión global.Y en ese contexto ha hecho un llamamiento a la política para que fomente los consensos necesarios para armar un marco regulatorio adecuado , aprovechando también la base intelectual que han aportado en los últimos meses los informes sobre la competitividad de Europa redactados por Enrico Letta y Mario Draghi, que han puesto en el centro del debate la necesidad de racionalizar la regulación para favorecer la competitividad de las empresas europeas frente a las chinas o las estadounidenses. Ha querido reivindicar también el valor de las empresas familiares y su visión de largo plazo, frente a la visión más de corto plazo que encarnan los fondos de inversión y los ‘private equity’. Un debate más vivo que nunca en el colectivo tras la entrada de fondos de inversión en el capital de empresas familiares. Bajo esa base ha pedido una mayor sensibilidad de las autoridades hacia su competitividad. «Que los políticos no nos pongan más difícil nuestra continuidad y nuestra competitividad», ha pedido.El Rey lanza un mensaje de confianza en las empresasEn su discurso de clausura, Felipe VI ha destacado esa lucha de las empresas familiares por ser competitivas y ha mostrado su confianza en que lo continuarán consiguiendo. «En un contexto económico extraordinariamente complejo, os enfrentáis a una presión creciente para adaptaros y diferenciaros. Lo habéis hecho en épocas pasadas y más recientes, y estoy seguro de que los seguiréis haciendo».«Si se puede favorecer en Europa un entorno más sencillo y atractivo para las inversiones y el empleo, la energía social y el compromiso de empresas como las familias seguramente harían el resto», ha recalcado el Rey.La ministra de Seguridad Social, Elma Sáiz, ha destacado el compromiso del Gobierno con el tejido empresarial, ejemplificado en las medidas de cobertura dispuestas durante la pandemia y en la distribución de los fondos europeos, que, ha dicho, en más de una tercera parte de los casos han llegado a las pymes. «No volveremos a estar en la cola de Europa», ha proclamado.