la alternativa para sobrevivir la vuelta al cole
“Me acabo de quedar viuda y tengo que optimizar por todos lados, así que voy a tirar de segunda mano”, explica Raquel Garrido. Su hijo está en 4º de la ESO en un instituto de Parla y, como el 55% de las familias españolas, se plantea recurrir a mercados alternativos para afrontar la vuelta al cole.
Raquel ha optado por la segunda mano para combatir la subida de los precios de los libros de texto y del material escolar. Según datos del comparador de precios Idealo.es, las familias gastarán 491,9 euros por niño este nuevo inicio de curso, lo que supone un incremento de casi 43 euros respecto a hace un año.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) apunta más alto, ya que han calculado un coste medio en septiembre que supera los 500 euros y que, a lo largo del curso, alcanza los 2.588 euros por hijo, un 13% más que el curso pasado. Por el contrario, el Observatorio Cetelem de BNP Paribas prevé que las familias españolas gastarán 287 euros de media en ‘la vuelta al cole’, un 8% más según sus datos. En cualquier caso, todas las encuestas registran un aumento en torno al 10% del precio de libros de texto y material escolar.
“Yo te puedo decir que simplemente el workbook –libro de ejercicios– de inglés, que hay que cambiarlo todos los años, ha subido como 12 euros en dos años”, dice a RTVE.es Raquel, que recuerda que, aunque gran parte del gasto se va en libros y material escolar, la ropa supone un golpe igual o más duro para las finanzas de las familias. Según la encuesta de la OCU, un 40% de los hogares tiene dificultades para comprar estos productos.
Para apoyar a estas familias, en varios colegios e institutos se organizan cooperativas. «A los padres les sale más barato, porque ponen una cantidad de dinero y el profesor o el colegio se encargan del pedido», explica Raquel. En el instituto de su hijo, han organizado una cooperativa para comprar las lecturas obligatorias de la asignatura de Lengua Castellana y Literatura.
Pero muchos institutos no cuentan con estas acciones comunitarias. Por eso, el 45% de las personas declara que va a reutilizar materiales y productos de otros años, como indica el estudio del Observatorio Cetelem. Es decir, la segunda mano va más allá de los libros, ya que el encarecimiento de la vuelta al cole también alcanza a cuadernos, bolígrafos, libros de lectura o ropa deportiva.
“Yo creo que ha subido todo, tanto libros como material escolar”, explica también Ana, madre de tres. Eva, su hija mayor, comienza este curso 1º de ESO en un instituto de Santiago de Compostela y el gasto en libros será mayor que en primaria. En el último ciclo de primaria contaba con un ordenador portátil, que incluía casi todo el material. “Estar dos años con coste de libros cero y ahora pasar a 200-250 euros, se nota”, dice su padre, Javier.
El ahorro de la segunda mano
Por esta razón, tienen pensado acudir a “mercados alternativos” para ajustar más el gasto escolar. “De toda la vida, cuando llega septiembre, los padres vamos haciendo nuestros pequeños mercadillos”, explica Javier, ya que este curso los libros restantes se los dejará una compañera que pasa a 2º de la ESO, “con la obligación de traspasarlos a alguien el año que viene”.
“La gente tira mucho de plataformas, de redes sociales, del boca a boca y de poner carteles”, añade Raquel. Ella no solo usa los mercados de segunda mano para ahorrar, sino también para financiarse las nuevas compras. En su caso, los libros de lectura obligatoria adaptados, que “también han subido muchísimo”. “Yo los he puesto en Wallapop, los he vendido y, con ese dinero, he cogido los siguientes que le tocaba leer”, detalla.
Aun así, el gasto en otro tipo de material escolar, ropa o extraescolares no evita que Raquel tenga que privarse de cierto ocio en septiembre. «No salimos a tomar una Coca-Cola, la tomamos en casa. No se va al cine. Este mes te quitas de muchas cosas y te las quitas incluso estando en vacaciones«, admite.
Esta diversidad de puntos de venta ha afectado directamente a los libreros independientes. “El aumento de compra fuera de las librerías es un hecho cada año”, explica el heredero de la Librería Luz y Vida, establecimiento de Burgos con más de 75 años de historia, Álvaro Manso. Tanto él, como la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) de la cual es vicepresidente y portavoz, creen que el origen de esta situación es el aumento “desproporcionado” del precio de los libros.
“A pesar de esta ‘diversidad’ cada año, la vuelta al cole es más cara y más dificultosa, implicando más coste económico y de tiempo para las familias”, profundiza Manso. Desde Cegal, aseguran que los libros de texto cuestan más desde que salieron de la ley de precio fijo “con la excusa de que la competencia en precio libre favorecería” un abaratamiento. Por eso, piden de nuevo su inclusión en esta normativa.
¿Y en las librerías de segunda mano?
Ahora bien, hay quien podría pensar que esta situación afecta de forma positiva a las librerías de segunda mano especializadas en libros de texto. Pero no ha sido así en los últimos años, el cambio de ley de educación y la subida de los precios han afectado negativamente a establecimientos como el de Aurelio.
Este madrileño vendía desde los 18 años, como ambulante, libros de segunda mano en la calle Libreros de la capital. “Me sacaba mi dinerillo extra”, dice. Entonces, llegó la crisis de 2008 y la gente, en vez de acudir a él, “los vendían ellos mismos para ganar más”. “Tenía un montón de competidores, parecía el top manta”, describe.
En 2012, decidió abrir una librería de segunda mano especializada en libros de texto en el barrio de Tetuán, lejos de la calle Libreros “para no arriesgar tanto dinero”. “Me harté bastante de que me quitaran todas las ventas y decidí montar esto”, explica. Su tienda es la primera de las cinco que hay en Madrid de este tipo.
Diez años más tarde, con la entrada en vigor de la nueva ley de educación, Aurelio tuvo que deshacerse de todos los libros que tenía de cursos anteriores. “Empecé de cero y el año pasado fue un desastre”, dice. Había pocos libros disponibles de segunda mano para abastecer su tienda y, al coincidir también con el repunte de la inflación, ha tenido que pagar más por sus compras desde entonces, “un 20 o 30% más”.
“He ajustado el margen de beneficio para poder tener libros para luego vender”, explica el librero. Y es que mientras paga más de diez euros por libro, tan solo ha incrementado sus precios entre 2,5 y 5 euros. Aun así, es positivo de cara el futuro: “Dentro de unos años habrá muchos más libros de segunda mano, por lo que podré pagarlos más baratos y el beneficio puede ser mejor, ya que también aumentarán las ventas”, dice.
Las ayudas de las comunidades suponen un ahorro mayor
Pero hay un último que ha afectado aún más a las ventas de Aurelio: ACCEDE, el sistema de préstamo de libros de texto de la Comunidad de Madrid. “Esto era antes el metro en hora punta. Yo iba en aumento, cada año vendía más, hasta que llegó el programa ACCEDE y las ventas empezaron a caer”, explica. Solo mantiene sus clientes de Bachillerato, cursos que no cuentan con la ayuda pública. “¡Maldito programa ACCEDE!”, exclama finalmente con ironía.
Una gran parte de las familias madrileñas se acogen este plan de la Comunidad. En especial en la zona sur, donde el «90-92% de los críos están dentro del programa«, según indica Raquel, que es parte del AMPA del centro donde estudia su hijo y de CONFAPA (Confederación de AMPAS de Madrid). Aun así, recuerda que hay libros que ACCEDE no cubre y que, además, hay que hacerse cargo también del material escolar, ropa, comedor o actividades extraescolares.
Otras comunidades también cuentan con este tipo de ayudas. En el caso de Galicia, las familias como la de Javier y Ana cuentan con un programa de préstamo de libros de texto, llamado Fondo Solidario, y con una ayuda económica para material escolar y libros. “Supone un ahorro entre 180 y 200 euros, más los 60 euros del cheque para material”, explica Javier. Así, cubren la mitad del gasto escolar y, como añade Ana, acaban pagando sobre 200 euros por niño.
Desde Cegal, están a favor de “bancos de libros, cheques o becas”. “Son fórmulas que realmente favorecen a las familias”, argumenta Álvaro Manso, que añade que este tipo de medidas consiguen un doble objetivo: rebajar la carga económica de ‘la vuelta al cole’ y mantener la red de librerías, “sobre todo las más pequeñas, las de barrio”.
Recomendaciones de cara a ‘la vuelta al cole’
Las organizaciones de consumidores han publicado estas últimas semanas consejos para que las familias ahorren en esta vuelta al cole. Todas insisten en los mismos puntos para ajustar el gasto, pero inciden en la importancia de reutilizar el material escolar.
En primer lugar, la OCU recomienda hacer una lista con el material que ya se tiene en casa y no esperar a este mes de septiembre para hacer todas las compras, con el objetivo de ahorrar dinero y tiempo.
También aconsejan no ir con los hijos al comercio, ya que es «probable que se encaprichen con artículos de marca o que incluyan a alguno de sus personajes favoritos, por lo general más caros». A su vez, recuerdan que, si solo se necesitan cinco cuadernos y la oferta es de diez, no hay que caer en la tentación.
Por otro lado, creen que es importante apostar por el consumo colaborativo, con iniciativas que favorecen el intercambio de productos de segunda mano. También aprovechar los programas de préstamos de libros que ofrecen las comunidades autónomas y acudir a las bibliotecas para conseguir los libros de lectura obligatorias.
Desde Facua inciden también en que los colegios no pueden obligar a adquirir libros de texto y material en establecimientos concretos. También recomiendan leer todas las condiciones de los descuentos que se aplican a productos relacionados con la vuelta al cole.