Juan Soto: Una cierta hipocresía
Ahora resulta que todo el mundo sabía que el tal Errejón era un acosador, un sobón, un agresor sexual y un esnifante. Todos, todas y todes lo sabían y todos, todas y todes, magreadas o sin magrear, callaban como putas. Yo, que debo ser imbécil, …
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Volver a intentar
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Sigue navegando
Artículo solo para suscriptores
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete