Javier Sar es el nuevo alcalde de Muxía tras la moción de censura al PSOE

Tras ser proclamado regidor, Sar apeló a abrir una nueva etapa en la corporación muxiana en la que prime la «educación» y la voluntad de llegar a «acuerdos». Señaló así que su formación «nunca» tuvo «líneas rojas» para alcanzar acuerdos de gobernabilidad con PP y BNG, pero que las limitaciones de los nacionalistas a apoyar a un alcalde popular lo convirtieron en «la única alternativa».

Aseguró, además, que «nunca» impuso ser alcalde para firmar la moción de censura, y, acto seguido, arremetió contra su predecesor, que ocupaba el puesto desde 2019. Él, dijo, es «el enemigo más grande» para si mismo por las formas con las que ha gobernado Muxía en un último lustro marcado por la «falta de gestión», la «inestabilidad» y la «crispación» en la que, aseguró, sumió la política local por su actitud con el resto de formaciones. Acusaciones secundadas tanto por el BNG como por el PP, que afearon al antiguo alcalde faltas de respeto continuas hacia los ediles de la oposición, incluso, con alusiones a su vida personal.

Por su parte, el regidor saliente aseguró que los socialistas se van a la oposición para «seguir dejando las cosas claras, sin pelos en la lengua» tras una moción de censura «que no hay por donde cogerla» para lograr por esta vía «lo que no consiguieron en las urnas ni en los juzgados». «No estamos en esta situación por robar, por tráfico de influencias, por estar inhabilitados o por haber cometido algún delito. Estamos aquí porque no quisimos doblarnos ante quien nos quería doblar», aseveró, añadiendo que ayer se hizo alcalde «el segundo más perdedor de Muxía –en referencia a Sar–. Aunque ser el más perdedor, estando el BNG, es imposible«.