Iniesta sigue el partido como entrenador

Iniesta sigue el partido como entrenador




Emotivo acto en el America’s Cup Experience, en el Port Vell de Barcelona, lugar escogido por Andrés Iniesta para anunciar el punto y final a una deslumbrante y prolífica carrera de 22 años en los que ha ganado 35 títulos. Vestido con americana negra pero de forma informal llegó acompañado de su esposa Anna y de sus cinco hijos (Valeria, Paolo, Siena, Romeo y Olympia). También estaban sus padres y el resto de la familia, incluido su abuelo materno, el que le llevaba al fútbol cuando era pequeño y que hizo ese clarividente viaje desde Fuentealbilla a La Masía con apenas 12 años.

Nadie quiso faltar. Personalidades del mundo del fútbol quisieron ser testigos de la retirada del autor del gol más importante de la historia de España, el de la victoria en Sudáfrica ante Holanda y que nos hilvanó la primera estrella en la camiseta de la selección. Y los que no pudieron acudir dejaron emotivos mensajes en las redes sociales (fue el caso de Leo Messi: «Uno de los compañeros con más magia y de los que más disfruté jugando juntos. ¡¡Andrés Iniesta, la pelota te va a extrañar y nosotros también!!», publicó el rosarino en su perfil) o grabaron vídeos en los que glosaron la carrera del manchego y elogiaron su carrera deportiva y humana. Especialmente emotivos fueron los de Pep Guardiola, Luis Enrique, Lorenzo Serra Ferrer (el entrenador que le ascendió al primer equipo), Van Gaal o Vicente del Bosque.

Ahora, a los 40 años arranca una nueva etapa en su vida en la que priorizará la formación con la mirada puesta en los banquillos. «El juego continúa», se podía leer en las pantallas de la sala mientras Andrés vivía un batiburrillo de sensaciones. «El fútbol ha sido mi vida. La construcción del día después se ha ido haciendo a través del tiempo. Necesito formarme a través de las academias, un legado que me gustaría seguir manteniendo y desde ya estoy empezando con el curso de entrenador y quiero seguir por ahí. Los que me conocéis, sabéis que soy bastante cabezón y espero seguir por ese camino haciéndolo bien. Siento orgullo de haber peleado y trabajado hasta la última gota y el último día que fui futbolista. El resto son títulos y derrotas pero el orgullo y no rendirme nunca me hace estar muy feliz. Habría jugado hasta los 90 años», aseguró con voz temblorosa.

Ante la insistencia sobre la posibilidad de regresar al Barcelona como entrenador, Iniesta se mostró elegante. «¿El Barça? Espero que Hansi Flick esté aquí mucho tiempo ya que eso significará que nuestro club ha logrado muchos éxitos. Aún no he hecho la primera clase pero el objetivo es ser entrenador», apunto ya algo más relajado. «Me gustaría volver al Barça pero cuando pueda estar y me sienta bien para estar. Estaría encantado si se dan las circunstancias», desveló. Y como entrenador dejó claro que se ve «con el perfil Iniesta».

El acto comenzó con un emotivo vídeo con las mejores imágenes de Iniesta como futbolista, con goles míticos, entre los que estaban el de Stamford Bridge o el de Sudáfrica. Una marcha regresiva hasta sus inicios cuando era un crío. «Nunca pensé que llegaría este día, nunca lo imaginé. Estas lágrimas son de emoción, de orgullo. No son de tristeza. Son lágrimas de un niño de Fuentealbilla que tenía el sueño de ser futbolista y lo consiguió después de mucho esfuerzo. Esos valores han sido imprescindibles en mi vida. Me siento muy orgulloso de todo ese camino. Mi carrera deportiva ha sido como un cuento que empezó en Fuentealbilla».

Sin rencores

Iniesta se mostró seguro y firme, como aquel que sabe que ha cumplido con creces las expectativas generadas. Ni un reproche. Ni siquiera por el Balón de Oro que no le dieron tras ganar el Mundial en 2010. «El fútbol no me debe nada. Para mí la foto de Xavi, Messi y yo en el podio es más que un Balón de Oro. Da igual quién lo ganara», aseguró antes de descartar elegir entre los dos goles de su vida, el marcado al Chelsea en Stamford Bridge en la semifinal de la Champions de 2009 y el de la final del Mundial 2010 ante los Países Bajos. Eso sí, dejó bien claro que «mi otra piel es la selección». No hay que olvidar que además del Mundial, Iniesta ganó las Eurocopas de 2008 y 2012. «Todo se resume en la foto del gol de la final del Mundial, pero ese tanto lo marcamos todos. La magia de todos lo hizo posible. Y la magia de Jarque, que nos ayudó desde donde esté. Un honor de haber estado en esta etapa», apuntó antes de dar las gracias a los seleccionadores que ha tenido: «He tenido el privilegio de estar en la mejor época de la selección. Una mención especial a Luis Aragonés, a Del Bosque y a Lopetegui por ese respeto que me han tenido».

El manchego se encargó de recordar que la familia es el pilar de su vida, vertiendo elogios sobre sus padres y sobre su esposa. «La familia ha sido mi motor. Ahora tengo mi propia familia, con mis seis peques», confesó recordando al que perdió en 2014 y que le sigue acompañando desde el cielo.

Las 500 personas que se hacinaban en los asientos del auditorio disfrutaban con el hilo conductor diseñado por Iniesta, desde sus inicios hasta el momento de su retirada tras pasar por el Vissel Kobe y Oriente Medio. «No puedo olvidar el momento en el que Carlos Naval llamó a la Masía y preguntó por mí. Tenía 16 años y no sabía dónde meterme. Me temblaba todo. Siempre quedará marcado en mi cabeza. A partir de ahí, ver tantos días el Camp Nou desde La Masía… Cuando entré en el vestuario no sé cuántos días estuve sin abrir la boca. Luis Enrique me vio en la calle, me recogió con el coche y me llevó al vestuario», recordaba tras las palabras de Lorenzo Serra Ferrer, el entrenador que le subió al primer equipo. «Es de los pocos futbolistas que ha sido profesor antes que alumno», le elogió el balear.

Instituciones como el Real Madrid, el Espanyol o la Federación española se sumaron al homenaje con palabras de reconocimiento. El Barça acudió con una amplísima representación (Xavi y Laporta no se saludaron) de directivos, jugadores, exfutbolistas y entrenadores. Destacó entre ellos Hansi Flick, al que la España de Iniesta derrotó en la final de la Eurocopa 2008 y en las semifinales del Mundial 2010, cuando era asistente de Joachim Löw en la selección alemana.

Fuente: www.abc.es