Iberdrola añadirá una gigabatería en el Sil para almacenar energía renovable
Iberdrola inició ayer las primeras pruebas para la mejora y la optimización de la central de acumulación por bombeo llamada Santiago Sil-Xares, en el término municipal de Vilamartín de Valdeorras (Orense), en donde prevé la puesta en marcha a final de año, «a pleno rendimiento», de una gigabatería de almacenamiento de energía excedente.
Según informó ayer la compañía en un comunicado, este tipo de instalaciones, conocidas como gigabaterías, «son imprescindibles para avanzar en la descarbonización y son el sistema de almacenamiento a gran escala más eficiente que existe actualmente».
Las primeras pruebas ya han comenzado y se estima que a final de año se encuentren a pleno rendimiento, con la hibridación de la batería de cinco megavatios hora. Así, Iberdrola instaló un arrancador estático que unido a una batería de cinco megavatios hora permitirá acoplar a la red, «de forma más rápida y flexible», el actual bombeo hidroeléctrico entre ambos ríos, los cuales cuentan con un desnivel de 230 metros, 50 megavatios de potencia y una capacidad de almacenamiento de casi tres gigavatios por hora, indicaron.
El bombeo posibilita acumular los excedentes de energía procedentes de fuentes renovables no gestionables, solar y eólica, para tenerlos disponibles en los momentos en los que más se necesite. De este modo, «se proporciona estabilidad al sistema eléctrico, dado que permite generar cantidades significativas de energía limpia con un tiempo de respuesta muy rápido», señala la compañía en el comunicado
Instalación con más de 50 años
Esta hidroeléctrica en el río Sil, con una producción media de 100 GWh/año, entró en funcionamiento hace más de cinco décadas. Cuenta con cuatro grupos hidroeléctricos: dos de ellos de tipo fluyente, denominados Santiago-Sil, con una potencia de 14 MW y un caudal de 160 m3/s, y otros dos de tipo Francis reversible, Santiago-Xares, con capacidad de almacenamiento por bombeo de 50 MW de potencia y un caudal de 18 m3/s. En total, ofrecen suministro a más de un millón de hogares según indica Iberdrola.
Las centrales de bombeo disponen de dos embalses a diferentes alturas que permiten transportar el agua de uno a otro en los momentos de menor demanda para aprovecharla de nuevo cuando el consumo eléctrico sube.