Grecia y sus acreedores llegan a un principio de acuerdo| RTVE.es
Grecia y sus acreedores han alcanzado un «principio de acuerdo» sobre el paquete de reformas y recortes que tendrá que aplicar el Gobierno heleno durante 2019 y 2020 para cerrar la segunda revisión del rescate heleno, un pacto que ha sido aprobado por el Eurogrupo informal de este viernes celebrado en Malta.
Durante esos dos años, Grecia deberá hacer recortes, ajustes y subidas de impuestos por valor del 2% del PIB, unos 3.400 millones de euros. La mitad de ese importe vendrá, como en otras ocasiones, recortando las pensiones en 2019 y la otra mitad, de una subida de impuestos en el año 2020 a través del impuesto sobre la renta de las personas físicas.
«Hemos acordado los principales elementos de las políticas en términos de volumen, calendario y secuencia y los trabajos continuarán en los próximos días con vistas a que la misión regrese lo más pronto posible a Atenas para terminar el trabajo», ha afirmado Dijsselbloem, quien también ha asegurado que el FMI ha dado su visto bueno al pacto.
El organismo internacional, por su parte, ha emitido un comunicado reconociendo que «ha habido un progreso importante en las últimas semanas» pero que aún hay algunas cuestiones «pendientes» que discutir con los países de la zona euro para asegurar que hay una «estrategia creíble» sobre la sostenibilidad de la deuda helena.
Mientras, el ministro griego de Finanzas, Euclides Tsakalotos, ha reconocido en una rueda de prensa posterior que legislarán «en las próximas semanas» medidas de austeridad que entrarán en vigor después de 2018, pero también ha defendido que el acuerdo alcanzado también contempla que puedan tomar ahora otras medidas sociales. «Hay muy pocos actores, si es que hay alguno, que quieran una nueva crisis griega y todo el mundo está centrado en un acuerdo general para poner a Grecia de nuevo en la buena dirección», ha subrayado.
Se hablará de la deuda cuando haya un logro técnico
Dijsselbloem ha matizado que en realidad son dos paquetes de medidas y que el primero, que se aplicará en 2019, se centrará sobre todo en la reforma de las pensiones. Además, las autoridades griegas podrán legislar «en paralelo» medidas expansivas «bajo la suposición de que la economía y la trayectoria fiscal se comportan mejor de lo esperado» y «haciendo uso del espacio fiscal creado por las reformas adicionales», ha dicho el holandés.
El presidente del Eurogrupo, no obstante, ha asegurado que estas son las líneas generales y ha agregado que «los trabajos continuarán en los próximos días con vistas a que la misión regrese lo antes posible a Atenas para terminar el trabajo». El objetivo de la misión es cerrar los detalles que permitirán concluir la segunda revisión del cumplimiento por parte de Grecia de las condiciones asociadas a su tercer rescate.
«Invitamos a las instituciones y a las autoridades griegas a continuar el trabajo y a cerrar un acuerdo a nivel técnico completo tan pronto como sea posible», ha añadido Dijsselbloem, para después explicar que una vez se logre este entendimiento técnico el Eurogrupo retomará el debate sobre la trayectoria fiscal a medio plazo y la sostenibilidad de la deuda para concluir un «acuerdo político global».
El ministro heleno de Finanzas se ha mostrado confiado en que Grecia y sus acreedores lograrán antes del verano ese acuerdo global sobre las reformas que aplicará Atenas, la senda fiscal que deberá seguir y las medidas de alivio de su deuda a medio plazo en el marco de su tercer rescate.
La Comisión Europea y el BCE, satisfechos
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pierre Moscovici, ha celebrado que se haya conseguido este acuerdo general después de «meses de negociaciones difíciles» y ha asegurado que se trata de un trato «equilibrado» porque permite a Atenas desarrollar a la vez políticas «de apoyo al crecimiento».
En cualquier caso, el socialdemócrata francés ha confiado en que se consiga un acuerdo técnico sobre la revisión «lo antes posible» porque «es el momento de poner fin a la incertidumbre» que «pesa desde hace mucho tiempo sobre la economía griega» y que «frena las inversiones y perjudica a la reducción del desempleo».
«El pueblo griego lo merece después de todos los esfuerzos que ha hecho», ha defendido Moscovici, que después ha enfatizado que el superávit primario de Grecia en 2016 es de «al menos» el 3% del PIB y que la Comisión Europea es «optimista» en sus previsiones para que Atenas alcance el 2018 un superávit primario del 3,5%, como exige el rescate.
Por su parte, el miembro francés del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Benoit Coeuré, ha celebrado también el acuerdo y ha confiado en que se logre «muy pronto» una acuerdo técnico sobre la segunda revisión. Sobre la base de este acuerdo, ha señalado, comenzarán las conversaciones sobre la sostenibilidad de la deuda helena y medidas para su reestructuración.
Atenas y las instituciones acreedoras llevan meses negociando para cerrar un acuerdo que permita cerrar la segunda revisión del programa, que abriría la puerta a nuevos desembolsos para Grecia -que en julio debe afrontar pagos por valor de 7.000 millones de euros- y a la participación completa del FMI en el rescate, en el que hasta ahora solo participa aportando apoyo técnico.