Fernando Robleño se retira del toreo tras una carrera a sangre y fuego: «Mi momento llegó»
Fernando Robleño se retira de los ruedos. Su despedida será en 2025, coincidiendo con sus bodas de plata como matador de toros, 25 años de alternativa desde que la tomara en 2000 en Torrejón de Ardoz. «Creo que es el momento de decir adiós», anunciaba esta mañana vía Instagram.
En un emotivo texto señalaba que esta profesión se lo ha dad todo y que todo se lo debe a ella. A la tauromaquia. «El toro es mi vida y así seguirá siendo», subraya. Echa la vista atrás, comparte que ha vivido «sensaciones inexplicables» y reconoce que los «momentos preciosos» se han combinado también con los «muy muy duros». Pétalos y no pocas espinas.
Agradece «el cariño de todos los que me habéis seguido» y confía en que la próxima temporada «pueda mostrar la mejor versión de mí». «Es un adiós a los ruedos -continúa-, pero seguiré dedicado a otros asuntos relacionados con el toreo, como la dirección de la Escuela Yiyo, que tantos momentos felices me está dando».
Como la vida consiste en saber dar pasos en el momento adecuado, Robleño hace esta reflexión: «Hay momentos en la vida en los que un torero debe tomar estas decisiones. Mi momento llegó. Gracias a todos. Gracias por el cariño. Nos vemos en 2025. Ojalá Dios quiera que esté lleno de grandes momentos. Abrazo grande».
Se va así un torero de magisterio, un torero de honor y honradez, con una carrera a sangre y fuego en la que se ha enfrentado a toros de pedernal y que merece una despedida a lo grande en Las Ventas.