«Estamos ganando una batalla que data de la prehistoria»
«Una persona, en este caso Íñigo Errejón, no determina un proyecto político, que es patrimonio de la sociedad». Así ha respondido este lunes el expresidente del Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero a las preguntas de los medios sobre si los presuntos delitos sexuales del ya exdiputado de Sumar pueden pasar factura al Gobierno de Pedro Sánchez.
Para Rodríguez Zapatero, «es un hecho que a todos nos afecta, pero más allá de la consideración individual, lo más importante es la reacción política ante cualquier suceso». Por ello, a su juicio, «de lo que se trata es de que el proyecto y el conjunto del partido, en este caso, estén a la altura de las circunstancias, porque eso es lo que van a observar los ciudadanos».
«Creo que falsificadores ha habido siempre», ha afirmado, para apuntar dos lecciones extraídas del caso ‘Íñigo Errejón’. «La primera es que la reacción de la sociedad, ya no digo de todos los partidos, los medios de comunicación, la opinión pública, ha sido tan contundente, tan determinante, que me parece que es un mensaje muy alentador, que vamos ganando poco a poco una batalla en favor de la libertad de las mujeres, en favor de la dignidad de las mujeres, en favor de la igualdad entre hombres y mujeres», ha subrayado Rodríguez Zapatero. «Estamos ganando poco a poco una batalla que data de la prehistoria y de la historia, que se escribe con las palabras de discriminación, dominación y abuso», ha añadido, para completar que para él este es «un tema capital» y que «lo que distingue a una sociedad democrática avanzada es el respeto a la igualdad».
Y la segunda lección, según ha explicado, es que «lo único en lo que podían coincidir el marxismo y el liberalismo, en términos históricos, es que no ocuparon en sus planteamientos principales ninguna cuestión relativa a la igualdad de derechos de la mujer, a la dignidad de las mujeres». «Yo sé que en la Revolución Francesa fueron proscritas prácticamente. Esto es una gran conclusión, el desafío es un desafío intelectual, pero sobre todo es un desafío cultural, de apostar por una cultura de la sensibilidad, de la paz, de la consideración de hombres y mujeres iguales», sostuvo.
Rodríguez Zapatero ha opinado que «afortunadamente» España «es uno de los países con más conciencia cultural en esta materia, con más sensibilidad, con más avances, y eso es en gran medida fruto del movimiento feminista, que ha hecho rectificar la historia, una historia de discriminación y de desigualdad». «Pero pienso que acompañar al movimiento feminista, como han hecho muchos partidos fundamentalmente de izquierdas, es un deber político y democrático, y me satisface que la reacción ante los hechos que hemos conocido sea de todo el espectro político con una contundencia absoluta», ha declarado.
«Denunciar es lo difícil»
Respecto al debate sobre si las mujeres tienen que denunciar más, Rodríguez Zapatero ha indicado que «por experiencia de personas» que le «han transmitido esa situación», considera que «lo difícil para una mujer es denunciar, sobre todo si es de personas conocidas públicamente».
Por tanto, ha apelado a articular otros mecanismos que «permitan preservar más a las víctimas en esta batalla, para que los acosadores y los que hacen la violencia de género queden completamente desterrados». En ese sentido, ha recomendado que «las denuncias se hagan ante la justicia», pues se ha ido «construyendo cauces muy poderosos para proteger a las víctimas en el seno de la justicia».
Por otra parte, preguntado por los medios de comunicación por la fotografía del presidente Sánchez con Víctor de Aldama, José Luis Rodríguez Zapatero ha comentado que cuando vio la foto se dijo: «¡Madre mía! las fotos que he tenido en mi periplo. Creo que lo ha explicado y que sinceramente no va a dar más de sí», ha defendido.
El expresidente del Gobierno ha realizado estas declaraciones en el acto celebrado en Ávila para la presentación del libro ‘Eustasio Meneses Muñoz (1882-1941) De la casa del Pueblo a la Alcaldía de Ávila’, del autor Francisco Arrabal López.