¿Es Rafa Nadal el mejor deportista español de la historia?

Palmarés

El primer factor no puede ser otro que los éxitos deportivos de Rafa Nadal. Es la vara de medir más objetiva a la hora de comparar deportistas. Nadie discutió la calidad ciclista de Raymound Poulidor, pero siempre será recordado como el eterno ‘segundón’ y quedarse a las puertas del éxito no puntúa a la hora de elegir al mejor. El mejor siempre será el primero. Ganar, ganar, ganar y volver a ganar, que dijo aquel. No hay otra. Y Nadal ha ganado mucho. Tanto como nadie con una raqueta en España y solo superado en el panorama tenístico internacional por un serbio llamado Novak.

Los 22 ‘Grand Slams’ conquistados por Rafa, 14 de ellos en Roland Garros, donde marca un récord absoluto, son la carta de presentación de una carrera trufada de éxitos (ganó un total de 92 títulos ATP). Sus victorias son casi innumerables y ver ganar a Nadal llegó a convertirse en rutina, como la que marca la vida de Toni Bou, el deportista con más mundiales ganados. El piloto ganó su primer Mundial en 2007 y no ha parado hasta ahora. Tiene en su haber la friolera de 36 mundiales de trial, 18 de exterior y 18 de interior, todos consecutivos.

¿Cómo se calcula la diferencia de valor entre el éxito en un deporte o en otro? La universalidad del deporte practicado, y su consiguiente mayor competencia, pueden decantar la balanza, en este caso del lado de Nadal. ¿Hay algún deportista español que iguale los éxitos de Nadal en los deportes llamados mayoritarios? La cota de éxito de Nadal parece solo comparable a la de Miguel Indurain, ganador de cinco Tours, como los grandes ciclistas de la historia, o a la de Pau Gasol, que consiguió, además de múltiples éxitos con España, dos anillos de la NBA, un logro casi marciano hace no tanto para un baloncestista español.

En este debate, además de Indurain, Gasol o el propio Toni Bou, entrarían nombres legendarios del deporte nacional, como Ángel Nieto y sus 12+1, los cinco ‘Grandes’ de Severiano Ballesteros o Javier Gómez Noya y sus cinco mundiales de triatlón, entre otros.

Popularidad

Más allá de las puras victorias, ser el más popular de la clase puede ayudarte a ser más recordado y ganar puntos entre los fans. Y Nadal, además de ganar, también es un deportista tremendamente popular. Su espectacular puesta en escena y su eterna fe en sí mismo convirtió el ‘Vamos Rafa’ en un grito de guerra que trascendió a su deporte. En la vara de medir actual, Nadal también arrasa en redes sociales, con más de 21 millones de seguidores en Instagram. Sin embargo, y pese a practicar uno de los deportes más universales, en España tiene unos grandes ‘rivales’ en esta categoría: los futbolistas. No hay nada más popular que el deporte rey español y los grandes ídolos del Mundial de Sudáfrica 2010 también optan al trono del mejor deportista español de la historia.

Cómo olvidarnos de los Xavi Hernández, Andrés Iniesta o Iker Casillas. Ganadores de todo con la selección española masculina y con sus clubes, son unos habituales en las listas de los mejores y muchos no dudarían en ponerle la corona a cualquiera de ellos. Cuando la pasión entra en juego, el fútbol siempre está un escalón por encima en España, a pesar de que los mejores futbolistas de nuestra historia no están en el top de los mejores futbolistas universales de la historia. A ese mismo nivel, encontramos a Alexia Putellas o Aitana Bonmatí, punta de lanza de la selección española femenina, campeonas del mundo y sendas ganadoras del Balón de Oro por partida doble.

En este factor también podría hablarse, de nuevo, de Miguel Indurain, el gran ídolo del deporte español de los noventa, capaz de mantener despierto a su país en pleno mes de julio a la hora de la siesta. El ciclismo es otro gran acumulador de pasiones y generador de ídolos, como lo harían Perico Delgado o Federico Martín Bahamontes antes que Miguelón. Otros dos deportistas que, por su impacto, bien podrían ser considerados para ocupar altos lugares de una lista al mejor deportista español de la historia.

Repercusión mediática internacional

Para medir qué lugar ocupa la importancia de un deportista dentro de su país, resulta útil alejarse y ver su alcance en el resto del mundo. Con Nadal, de nuevo, nos encontramos ante uno de los deportes referenciales en todo el planeta. La carrera del mallorquín adquirió desde sus inicios relevancia internacional. Su repercusión mediática, esa mezcla entre éxito deportivo y popularidad, ha alcanzado cotas altísimas, y pese a chocar de inicio contra los críticos más puristas, aquellos rendidos -por razones obvias- al tenis de Roger Federer, acabó convenciendo a base de tesón, juego y títulos.

No le han faltado, no obstante, ‘haters’ célebres, como David Foster Wallace, con su recordado artículo sobre la final de Wimbledon de 2006 en la que redujo a Nadal a una pura bestia física, alejado del melodioso tenis de Federer. Sea como fuere, en este factor, Rafa Nadal no tiene rival en el panorama deportivo español, que deja en un segundo escalón a Pau Gasol o Fernando Alonso, dos de nuestros deportistas más internacionales. Mientras el baloncestista disparó su ya importante repercusión global conseguida en la cancha gracias a su conexión con la megaestrella de la NBA, Kobe Bryant, Fernando Alonso se ganó al volante el reconocimiento del circo de la Fórmula 1, donde ha sido señalado habitualmente como uno de los mejores pilotos de la F1 y revitalizó el interés por este deporte en España.

Pioneros en su deporte

Si hay un elemento valorativo que Nadal no lidera, ya de por sí algo noticioso, es el de los pioneros de su deporte. En este aspecto, el manacorense practica un deporte cuyo ‘padre’ en España fue Manolo Santana, el primer español en abrir camino con una raqueta. Allá por los años 60, Santana fue la gran figura del deporte español y conquistó cuatro ‘Grand Slam’, colocando en el mapa español un deporte con escaso tirón popular hasta entonces. Como él, España cuenta con otros grandes pioneros, habituales también en la lista de los mejores deportistas españoles de la historia, entre ellos los ya mencionados Severiano Ballesteros, Ángel Nieto o el propio Fernando Alonso.

Más reciente es Carolina Marín, bandera del bádminton en nuestro país. Deporte absolutamente minoritario en España y en toda Europa, ha conseguido llegar a lo más alto y ser la mejor de un deporte de absoluto dominio asiático. Campeona olímpica en Río 2016, Marín también merece un hueco en la puja por el ‘GOAT’ español.

Javi Fernández, otro ‘rara avis’ español con sus éxitos internacionales en patinaje artístico, Lydia Valentín, toda una referente global en la halterofilia, los hermanos Fernández Ochoa en esquí o incluso Fernando Martín, el primer baloncestista español en jugar en la NBA, se ganaron con sus brillantes trayectorias deportivas en lugares donde nadie los esperaba, los galones para sentarse en la mesa de los mejores de siempre. Mención aparte merecen deportistas como Joane Somarriba, ciclista tres veces ganadora del Tour de Francia o Amaya Valdemoro, baloncestista tres veces campeona de la WNBA, exitosas pioneras en unos deportes cuya modalidad femenina no tuvo la repercusión merecida.

Títulos individuales vs. colectivos

Otro de los grandes debates a la hora de decidir quién es el mejor deportista de la historia suele girar en torno a qué pesa más, si un título individual o uno colectivo, si pesa más una carrera exitosa en un deporte individual o la capacidad de personificar el éxito dentro de un deporte colectivo. En cuanto a deportes individuales, en España contamos con grandes referentes aún no citados en este texto: Mireia Belmonte, campeona olímpica en natación; Carlos Sainz, doble campeón del mundo de rallyes y cuatro veces ganador del rally Dakar; Fermín Cacho, mítico campeón olímpico en atletismo; Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo de motociclismo; Gervasio Deferr, con dos oros y una plata olímpicas en su trayectoria como gimnasta; o Arantxa Sánchez Vicario, ganadora de seis Grand Slams en tenis, el deporte de nuestro analizado, Rafa Nadal.

Enfrente, el deporte colectivo siempre ha sido una apuesta segura para el deporte español, con los éxitos de nuestras selecciones, de las que se han erigido los ya nombrados Xavi, Iniesta, Casillas, Putellas o Bonmatí en fútbol; o los Fernando Martín, Pau y Marc Gasol, Amaya Valdemoro o Alba Torrens en baloncesto. También Manel Estiarte o Jennifer Pareja en waterpolo o Rafa Pascual en voleibol. Muchos nombres de grandes referentes de sus equipos, que han ayudado a un éxito colectivo desde su contribución individual.

Méritos olímpicos

Los Juegos Olímpicos suponen el gran momento para los grandes deportistas mundiales y muchos de los nuestros ven cómo sus carreras, pese a ser tremendamente notables, solo se ven refrendadas cuando consiguen un éxito olímpico. Es el caso de deportistas españoles como David Cal o Saúl Craviotto en piragüismo, Joan Llaneras en ciclismo en pista, Ona Carbonell en natación sincronizada o Teresa Perales en natación. Grandes referentes olímpicos y ganadores de muchas medallas para nuestro país.

Nadal, en este caso, también cuenta con un currículum olímpico impecable. Dos medallas de oro, una individual en Pekín 2008 y una en dobles junto a Marc López en Río 2016, abrillantan todavía más la espectacular carrera del tenista español, que vuelve a reclamar, también en este apartado, su trono como el mejor deportista español de la historia. ¿Lo es? Juzguen ustedes.