En MIGASA somos unos apasionados del campo
La nuestra es una empresa de origen familiar que está muy pegada a la tierra y al trabajo de los agricultores. Como ellos, tenemos en el ADN la capacidad de adaptación, la cultura del esfuerzo y una visión a largo plazo que nos permite tener perspectiva y saber que para perdurar hay que evolucionar y adaptarse, innovando y mejorando procesos y productos para dar respuesta a nuevas necesidades y situaciones.
Esto ha sido así desde que mi abuelo, Miguel Gallego Núñez, emprendiera tirando de ingenio y trabajo hace ya casi noventa años.
Trabajamos con un producto de alta calidad y con un equipo de profesionales comprometidos que sienten verdadera pasión por el campo, que son flexibles y que dan lo mejor de sí mismos cada día.
Desde hace años, la estrategia de MIGASA está dirigida a generar un mayor valor a todos los agentes que intervienen en la cadena de nuestro negocio: desde los agricultores a los consumidores, pasando por sus clientes y distribuidores. En este proceso, hemos apostado por cuidar las materias primas y a las personas que las generan para consolidar un negocio sostenible. Una hoja de ruta que nos permite evolucionar con los cambios de los mercados sin perder nuestros valores y, lo más valioso, a las personas que forman parte de nuestros equipos y que con su talento y trabajo hacen posible el día a día de MIGASA.
Esta visión del negocio es la que hace más de 30 años nos llevó a buscar nuevos mercados que nos permitieran crecer y generar ese valor. Hoy somos la principal compañía exportadora de aceites del mundo y prácticamente el 50% de nuestro negocio está basado en mercados internacionales con una cuota de mercado del 10% del aceite de oliva mundial.
Esta experiencia nos ha permitido comprobar que nuestros aceites y nuestros productos alimentarios son valorados en todo el mundo. Y eso es importante, porque, aunque la situación y la coyuntura económica sin duda afectan a nuestro sector, al final los buenos productos funcionan. Desde MIGASA trabajamos desde hace años y de forma permanente en la mejora de nuestros procesos y operaciones, en la eficiencia de nuestros equipos y departamentos, para que nuestros aceites sigan siendo competitivos con la mejor calidad.
Y nuestros productos, los aceites de oliva españoles, son excepcionales: aportan un sabor inconfundible a nuestra cocina y salud a la elaboración de nuestros platos. Así, para nosotros no es solo importante que el aceite de oliva llegue al consumidor final en multitud de formatos, sino que sea parte de los productos elaborados que ya consume, aportando sabor y salud. Por eso, en Grupo MIGASA también trabajamos en la integración de nuestros aceites como ingredientes en salsas, mayonesas, tomates, conservas vegetales, gazpacho o salmorejo.
Y todo ello, sin dejar atrás nuestro compromiso con el campo y los agricultores, con el entorno social y con el medio ambiente.
La experiencia nos dice que tanto o más importante que el producto son las personas que forman parte de esta cadena de valor. En MIGASA apoyamos a nuestros agricultores, ayudando a visibilizar el valor de su trabajo y del producto. Sabemos que lo importante es preguntarnos cada día qué podemos hacer mejor y cómo vamos a hacerlo.
Nuestra pasión por el campo conlleva un fuerte compromiso porque detrás de cada gota de aceite hay todo un sector productivo, nuestros agricultores, que vertebra el territorio, da vida al campo, cuida el olivar convirtiéndolo en parte de nuestra identidad colectiva y trabaja un producto que además de estar presente en cada plato de nuestras mesas, exportamos y es bandera de nuestra gastronomía y de nuestra saludable dieta mediterránea.