En España, el antigitanismo es estructural
MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) –
El escritor Raúl Quinto, que ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa 2024 por ‘Martinete del rey sombra’ (Jekyll & Jill) –una novela sobre ‘La Gran Redada’ que se vivió en España en 1749 y que intentó acabar con la población gitana–, ha asegurado que el antigitanismo es una «cuestión estructural», fruto de la historia y del lenguaje.
«En España el antigitanismo es una cuestión estructural. La mayoría de los payos hemos tenido una educación con expresiones denigrantes contra la etnia gitana, como cuando te dicen ‘vas sucio como un gitano’ o ‘no me robes, no seas gitano’ cuando haces algo así como tramposo. Eso es fruto de la historia, de la persecución y de muchas cosas que cuento en el libro. Como mínimo es importante tomar conciencia, y a través del arte a uno le calan este tipo de reflexiones más que si viene un decreto, que también es necesario. El arte también nos transforma la mirada«, ha reflexionado en declaraciones a Europa Press tras recibir el galardón.
Quinto, a quien la llamada del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha pillado haciendo «cuestiones domésticas» en su casa de Almería, ha explicado que ‘Martinete del rey sombra’ trata este episodio que ocurrió durante el reinado de Fernando VI por orden del marqués de la Ensenada y que ha sido olvidado «a base de decisiones de las instituciones y de inercias ideológicas». Así, ha deseado que la memoria histórica abarque hechos como ‘La Gran Redada’, para que pueda repararase la memoria.
«Tiene que haber un reconocimiento del daño causado. La memoria histórica se relaciona mucho con la Guerra Civil y con el franquismo, y está bien, pero la memoria histórica tiene que ir más allá. Hay muchos lugares donde han sucedido auténticas barbaridades y que no tienen ni una triste placa que reconozca aquello. Pienso en el Arsenal Militar de Cartagena, que fue construido por mano de obra esclava de gitanos, que fueron secuestrados en la Gran Redada y obligados a trabajar ahí con grilletes y cadenas durante un montón de años. Niños pequeños, adultos… En la entrada no hay nada que haga ver que eso pasó, y pasó. Es importante que se sepa y que haya una política de reconocimiento y, ¿por qué no?, de reparación«, ha añadido.
En ese sentido, haciendo referencia a la petición que le hizo el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, al Ayuntamiento de Madrid para darle un nuevo nombre a la calle Marqués de la Ensenada de la capital, Quinto ha propuesto, en caso de no retirarlo, añadir una inscripción en la que se explique que fue «un genocida».
«Si quitan el nombre de la calle, no está mal. Por ejemplo, en Cádiz ya se hizo, se cambió el nombre de la calle del Marqués de la Ensenada por la calle del pueblo gitano. Pero a veces no hace falta quitar, borrar. Que se acompañe con una buena inscripción, una buena placa, que recuerde que ese señor, aparte de ser un gran estadista y uno de los grandes reformadores de la Marina Española, fue un genocida», ha pedido.
«FUI CONSCIENTE DE QUE ERA ALGO DEMASIADO IMPORTANTE»
El autor, natural de Cartagena (Murcia), descubrió estos hechos en 2017 porque es profesor de Historia y conocía «vagamente» el tema de la persecución contra la población gitana pero considera que no se enseña en las escuelas porque los protagonistas, los gitanos, nunca han podido contar su propia historia.
«La propia historia del pueblo gitano, que es el principal protagonista de este asunto, siempre ha sido contada desde fuera. Los gitanos han estado alejados de los lugares desde los que se cuenta y se escribe la historia hasta hace poco, ya en las últimas generaciones sí ha habido historiadores de origen gitano que están poniendo el foco en sus propias raíces, en su propia historia. Ya se está sabiendo más cosas y eso es bueno porque la historia no es un relato inmóvil, es una construcción continua de miradas», ha explicado Quinto.
«NORMALMENTE ESTOS PREMIOS NO ESTÁN EN EDITORIALES PEQUEÑAS»
El Premio Nacional ha reconocido a ‘Martinete del rey sombra’, que ha sido publicado en una editorial independiente y pequeña, Jekyll & Jill, algo que el escritor ha celebrado a la vez que ha asegurado que este galardón supone que el Ministerio se ha «arriesgado» porque trata un tema «incómodo».
«(Jekyll & Jill) tiene un editor valiente que mira más por el lado artístico y arriesgado de las cosas que por el algoritmo industrial. Normalmente estos premios no están en editoriales pequeñas y yo soy un autor medio desconocido de un editorial pequeña e independiente con un tema incómodo», ha concluido.